Fuerzas estadounidenses realizan redada en Irak y 15 agentes del ISIS mueren
Una operación conjunta de fuerzas estadounidenses e iraquíes mató a 15 miembros de ISIS en el oeste de Irak, dijo el viernes el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
La redada tuvo como objetivo a los líderes de ISIS y se llevó a cabo la madrugada del jueves, resultando “en la muerte de 15 agentes de ISIS” sin “ningún indicio de víctimas civiles”, dijo CENTCOM en la plataforma de redes sociales X.
Dijo que los miembros de ISIS estaban “armados con numerosas armas, granadas y cinturones explosivos ‘suicidas’”, y que las fuerzas iraquíes continuaban “explotando aún más los lugares allanados”, y solo especificó que la operación ocurrió en “el oeste de Irak”.
“ISIS sigue siendo una amenaza para la región, nuestros aliados y nuestra patria. El CENTCOM de Estados Unidos, junto con nuestra coalición y nuestros socios iraquíes, seguirá persiguiendo agresivamente a estos terroristas”, añadió.
La operación se produce mientras Bagdad y Washington llevan meses negociando la presencia de fuerzas de la coalición antiextremista en Irak.
A pesar del objetivo declarado de Irak de una retirada total de sus fuerzas, no se ha hecho público ningún cronograma.
Estados Unidos tiene unos 2.500 soldados en Irak y 900 en Siria como parte de la coalición internacional contra el ISIS. Las
fuerzas de la coalición han sido blanco de ataques con drones y cohetes decenas de veces tanto en Irak como en Siria, mientras la violencia relacionada con la guerra entre Israel y Hamás en Gaza desde principios de octubre ha involucrado a grupos armados respaldados por Irán en todo Oriente Medio.
El invierno pasado, la Resistencia Islámica de Irak, una alianza informal de grupos respaldados por Irán, se atribuyó unos 175 ataques con cohetes y aviones no tripulados contra tropas estadounidenses en Irak y Siria.
Las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo múltiples ataques de represalia contra estas facciones militantes en ambos países.
La redada del jueves también ocurre poco menos de una semana después de que fuerzas estadounidenses mataran a un alto dirigente de un grupo militante afiliado a Al Qaeda en Siria.
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