Uso de bombas “tontas” por Israel en su guerra contra la Franja de Gaza
Casi la mitad de las bombas usadas por Israel en Gaza han sido bombas no guiadas, conocidas como “tontas”, alertan medios estadounidenses, citando a funcionarios de inteligencia.
Por Wesam Bahrani
Estas bombas, como la M117, entraron en servicio por primera vez en la década de 1950 y son exactamente las mismas bombas M117 no guiadas que se ven en fotografías publicadas por el ejército israelí y que los aviones de combate del régimen han lanzado extensamente sobre Gaza desde los acontecimientos del 7 de octubre.
Sin embargo, no está claro cuántas toneladas de explosivos está inyectando el ejército israelí en estas bombas, y lo que resulta particularmente alarmante es que el régimen no ha ocultado el uso de esta arma.
Estas bombas no guiadas han matado a unos 20 600 palestinos y han herido a más de 50 000, la mayoría de ellos mujeres y niños. Además, han dejado a un gran número de personas sin extremidades y muchos miles atrapados bajo los escombros, posiblemente muertos.
Los expertos creen que uno de los objetivos del uso de bombas no guiadas es poner a la población civil de Gaza en contra del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), al reducir sus hogares a un montón de escombros, junto a la campaña de muerte y destrucción dirigida a zonas residenciales densamente pobladas.
Muchas potencias occidentales, en particular Estados Unidos, han utilizado tácticas similares, como imponer sanciones, en un intento fallido de poner al pueblo en contra de su gobierno.
Durante la guerra de julio de 2006, el régimen de Israel no logró destruir al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) que era su misión declarada, sino que destruyó El Líbano en otro intento fallido de poner a la nación libanesa en contra de Hezbolá.
El régimen ocupante está intentando hacer lo mismo en Gaza con bombas no guiadas que causan daños importantes y derivan en una serie de masacres.
Es pertinente saber que las llamadas “bombas tontas” se utilizaron ampliamente durante la Segunda Guerra Mundial y actualmente han sido sustituidas en gran medida por municiones guiadas con precisión.
El Ministerio de Salud palestino declaró en un reciente balance que un ataque israelí contra el campo de refugiados de Jabalia, en el norte de la Franja de Gaza, mató a al menos 90 personas.
Pero esta misión también ha fracasado, como lo demuestra una reciente encuesta del Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas (PCPSR), financiado por la Unión Europea (UE), según la cual, el apoyo a HAMAS ha aumentado durante la guerra israelí en Gaza.
La cadena estadounidense CNN fue la primera emisora en publicar sobre este tema, citando a tres fuentes con conocimiento de la última evaluación de inteligencia estadounidense, quienes dijeron que hasta el 45 por ciento de las 29 000 armas aire-tierra utilizadas durante la actual agresión sionista contra Gaza no han sido guiadas.
Esto significa que el ejército israelí ha utilizado más de 13 000 bombas llamadas “tontas” en sus devastadores ataques aéreos en el territorio costero, convirtiéndolo en un virtual cementerio.
Los informes dicen que el ritmo al que el régimen está utilizando estas bombas, que no son ni de lejos precisos, está contribuyendo en gran medida al creciente número de muertes de civiles en Gaza.
Es más que probable que las bombas no guiadas caigan lejos de su objetivo y representen una amenaza significativa para la población civil, especialmente para los vulnerables.
Los bombardeos indiscriminados violan los Convenios de Ginebra y son ampliamente considerados un crimen de guerra. Los expertos lo han llamado terrorismo puro.
Públicamente, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, declaró que el régimen israelí está “haciendo todo lo posible para reducir las víctimas civiles”.
Sin embargo, Estados Unidos ha estado proporcionando al régimen municiones no guiadas, incluidas 5000 bombas Mk82, declaró a CNN una fuente familiarizada con las recientes transferencias de armas de Estados Unidos al régimen israelí.
La revelación ha generado preocupación entre los grupos humanitarios y otros en medio de los crecientes llamados dentro y fuera de Estados Unidos para que la Casa Blanca imponga condiciones a cualquier futura ayuda militar al régimen ocupante.
A pesar de las inquietantes noticias, la administración de Joe Biden ha rechazado tales llamados, temiendo una reacción violenta de los poderosos e influyentes grupos de presión sionistas en Washington.
Según el derecho internacional, las armas se consideran indiscriminadas si no están dirigidas contra objetivos militares, sino contra sitios civiles. Eso es lo que ha estado sucediendo en la Franja de Gaza, que es un territorio diminuto que alberga a 2,3 millones de personas y tiene solo 360 kilómetros cuadrados.
La noticia añade más peso al hecho de que el objetivo del régimen israelí en esta guerra contra Gaza es matar deliberadamente a la población civil de Gaza y matar de hambre al resto.
Si el régimen iba tras HAMAS, ¿por qué la mitad de las municiones que ha lanzado sobre Gaza serían bombas no guiadas e indiscriminadas que se remontan a guerras libradas a principios de los años cincuenta?
Es un hecho bien conocido que el ejército israelí tiene en su poder misiles guiados con precisión y bombas inteligentes proporcionadas por Estados Unidos.
¿Por qué no ha utilizado al menos armas de precisión para atacar a las facciones de la Resistencia Palestina (como es su misión declarada públicamente)?
Incluso algunas de las armas de precisión, debido al tamaño de la bomba, algunas de las cuales pesan casi 1000 toneladas, pueden causar daños graves más allá del objetivo previsto. Mientras que las bombas “tontas” carecen de sistemas de guía internos o kits para mejorar su puntería y, en general, siguen la trayectoria en la que se lanzan.
Esto ocurre mientras el régimen se jacta de tener la mejor información de inteligencia sobre objetivos de HAMAS en la Franja de Gaza.
El gabinete de guerra de Israel ha prometido seguir atacando Gaza hasta que aplaste a HAMAS después de una de las ofensivas terrestres más mortíferas de la guerra para sus soldados, incluso cuando enfrenta una creciente condena internacional y llamados a un alto el fuego.
Los expertos creen que la realidad es que el ejército israelí no tiene ninguna posibilidad de aplastar a HAMAS y que su guerra en la Franja de Gaza ya ha fracasado. Cuanto más tiempo golpee Gaza y opere en el territorio, mayor será el número de muertos civiles palestinos y más soldados israelíes perecerán.
También aumentan los llamados para que el primer ministro Benjamín Netanyahu y su gabinete rindan cuentas ante un tribunal internacional por los crímenes de guerra que el régimen está cometiendo en la bloqueada Franja de Gaza.
Wesam Bahrani es un periodista y comentarista iraquí.
Texto recogido del artículo en inglés, publicado en Press TV
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