‘Una especie de guerra civil’: Francia dividida en alerta por disturbios en medio de un terremoto político
- Los opositores y críticos de Agrupamiento Nacional advierten que Francia está al borde de una catástrofe política si un partido abiertamente antiinmigratorio, nacionalista y euroescéptico gana la mayoría en las elecciones parlamentarias de este fin de semana.
- Para los votantes comunes, la polarización política en la sociedad francesa es un hecho preocupante que les hace temer por el futuro de Francia.
- Los analistas políticos dicen que existe una posibilidad real de disturbios civiles si la extrema derecha entra en el gobierno y promulga políticas que penalicen a ciertos grupos.
“Tenemos miedo de lo que pueda pasar”, dijo Amel, de 34 años, a CNBC antes de la ronda final de votación en las elecciones anticipadas de Francia este fin de semana.
La votación está siendo seguida de cerca por todos los sectores de la sociedad francesa para ver si el partido nacionalista y anti-inmigración Agrupamiento Nacional (RN) amplía su victoria inicial en la primera vuelta de votación, o si los partidos centristas y de izquierda han sido capaces de frustrar las posibilidades del partido de entrar en el gobierno.
“Es un momento muy, muy tenso. Y es la primera vez que la extrema derecha gana en la primera vuelta. Así que es algo muy importante”, añadió Amel, una terapeuta que dijo que votará por el izquierdista Nuevo Frente Popular.
“Estamos muy ansiosos y estamos tratando de que todo el mundo vote, tratando de decirle a la gente que no vota que vaya a votar, y tratando de convencer a la gente que vota por la extrema derecha de que no son una buena respuesta [a los problemas de Francia]”.
El partido de extrema derecha RN de Francia rechaza la etiqueta de “extremista” y afirma que defiende los valores, la cultura y los ciudadanos franceses en un momento en que muchos están hartos del establishment político de Francia, liderado por el presidente Emmanuel Macron desde 2017.
Pero los opositores y críticos de RN advierten que Francia está al borde de una catástrofe política si un partido abiertamente antiinmigratorio, nacionalista y euroescéptico gana una mayoría en estas elecciones anticipadas convocadas por Macron después de que su partido perdiera por amplio margen contra la extrema derecha en las elecciones al Parlamento Europeo en junio. El primer ministro Gabriel Attal ha dicho que los votantes franceses tienen ahora el “deber moral” de detener el avance del partido.
Para los votantes jóvenes de izquierda como Amel, el aumento de RN en las encuestas y el hecho de que haya obtenido la mayoría de los votos en la primera vuelta de las elecciones el fin de semana pasado son acontecimientos preocupantes que les hacen temer por la cohesión social de Francia.
“Estoy preocupada por el futuro del país. Creo que está empeorando cada vez más”, dijo Amel, que prefirió dar sólo su nombre de pila debido a la naturaleza delicada de la situación. “Va a ser como una especie de guerra civil. Espero que no llegue a eso, pero la gente simplemente dejará de mezclarse y tendrá miedo unos de otros. Y esto es muy aterrador”.
Las elecciones anticipadas han puesto de relieve la polarización política del país, ya que las encuestas previas a la ronda final de votación del domingo implican una nación profundamente dividida.
En la primera vuelta de las elecciones, el partido de extrema derecha RN obtuvo el 33% de los votos, el izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) obtuvo el 28% y la coalición de partidos que apoya a Macron (Ensemble o Juntos) obtuvo el 20% de los votos.
Desde que se conocieron los resultados de la primera vuelta, los partidos de centroderecha e izquierda han hecho todo lo posible para impedir que RN avance en la segunda vuelta, con el objetivo de impedir a toda costa que el partido consiga una mayoría parlamentaria. Uniendo sus fuerzas en el llamado “Frente Republicano”, los partidos de centro e izquierda han retirado candidatos en muchos distritos electorales en los que uno de sus candidatos tenía mejores posibilidades de vencer a RN.
Al ofrecer a los votantes una elección más clara y menos opciones, el frente anti-extrema derecha espera que el electorado vote por el candidato que no sea del RN. Queda por ver si funcionará y los analistas señalan que los votantes franceses podrían no tomar con agrado que se les indique cómo votar o por quién votar.
Las elecciones son un ‘lío’
El resultado final del domingo por la noche (el resultado de una elección anticipada que Macron no necesitó convocar) mostrará lo difícil que podría ser encontrar un consenso en la política nacional y en el gobierno en el futuro.
También es incierto cómo reaccionará el país al resultado. Francia no es ajena a los disturbios civiles, dado el movimiento antigubernamental generalizado de los “chalecos amarillos” de los últimos años y las protestas callejeras desde la primera vuelta de las elecciones, el 30 de junio.
El Ministerio del Interior francés parece estar preparándose para más problemas tras las elecciones del domingo, y según se informa está dispuesto a desplegar alrededor de 30.000 agentes en toda Francia el domingo por la noche en medio de temores de violencia tras el cierre de las urnas. Se dice que el ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo que 5.000 policías estarían de servicio en París y sus alrededores para “garantizar que la derecha radical y la izquierda radical no se aprovechen de la situación para causar caos”.
La fuerza policial francesa ha sido acusada en ocasiones de ejercer mano dura con los manifestantes durante períodos anteriores de disturbios, disparando cañones de agua y gases lacrimógenos contra los manifestantes de los “chalecos amarillos” en 2019.
Un miembro de la gendarmería, la fuerza militar francesa encargada de hacer cumplir la ley y el orden público, dijo a CNBC que las “elecciones francesas son un desastre” y que la “división pública rara vez ha sido tan flagrante en Francia”.
“Las opiniones de la gente están cada vez más divididas y esto se siente en la vida cotidiana”, dijo a CNBC el gendarme, que pidió permanecer en el anonimato debido a la naturaleza de su trabajo.
El oficial —padre de tres hijos, de unos 40 años y votante de derecha— dijo que la polarización en la sociedad francesa era “muy preocupante, pero desafortunadamente normal dada la ‘diversidad’ de nuestra sociedad”.
“Cada vez se obliga a coexistir a más personas con valores y formaciones diferentes, y eso claramente no funciona”, afirmó el oficial, que trabaja en Burdeos, en el suroeste de Francia.
“Me preocupa el futuro del país, porque somos demasiado generosos con personas que no están dispuestas a integrarse y contribuir a nuestra sociedad, esto no puede durar”.
El oficial de policía dijo que esperaba disturbios civiles después de la votación, independientemente del partido que obtuviera más votos.
“Habrá disturbios civiles, sea quien sea elegido. Esto es Francia y el pueblo dice lo que piensa”.
Posibles disturbios civiles
Los expertos políticos coinciden en que la actual atmósfera febril de la política francesa y el antagonismo entre los principales sectores de votantes son los ingredientes de un mayor malestar civil.
“Tenemos aquí toda la receta para una escena política superpolarizada y eso, por supuesto, se traduce en la sociedad civil en su conjunto”, dijo a CNBC Philippe Marlière, profesor de política francesa y europea en el University College de Londres.
“Si sólo un 33-34% de la gente vota a la extrema derecha, significa que el resto desconfía de ella o se opone por completo a ella, por lo que eso se reflejará en todos los niveles de la política: la política institucional, la política partidaria, la Asamblea Nacional, pero también en la sociedad. Tendremos una sociedad muy polarizada en la que los jóvenes, las minorías étnicas, las mujeres y, en particular, las feministas, estarán muy preocupados”, afirmó.
Marlière no descarta la posibilidad de violencia en las calles si un partido de extrema derecha sale elegido para gobernar. “Todavía no hemos llegado a ese punto. Pero si hay políticas muy impopulares, muy antagónicas y muy hostiles hacia algunos grupos, habrá manifestaciones a una escala tal que se produzcan disturbios en las calles”, afirmó.
Entidad desconocida
Al igual que otros partidos de extrema derecha en Europa, el Agrupamiento Nacional ha explotado las inseguridades de los votantes en relación con la delincuencia, la inmigración, la identidad nacional y la inseguridad económica. El líder de RN, Jordan Bardella, de 28 años, ha dicho a los votantes que “restaurará el orden”, frenará la inmigración y se ocupará de la delincuencia, pero él y la líder del partido, Marine Le Pen, han dado marcha atrás en algunas de sus promesas y retóricas más estridentes, dando marcha atrás en la retirada de Francia de la OTAN, por ejemplo, y moderando la postura tradicionalmente prorrusa del partido.
Bardella dijo que todavía apoyaría el envío de armas a Ucrania, pero no el despliegue de tropas terrestres, como Macron sugirió que era una posibilidad.
No se sabe con certeza cuántas de las políticas de Agrupamiento Nacional se implementarían incluso si el partido llegara al gobierno. El “Frente Republicano” también parece tener confianza, antes de la segunda vuelta electoral, en que su estrategia para perjudicar la cuota de votos del RN está dando resultado.
Una encuesta de opinión publicada por Ifop el 3 de julio sugirió que los votantes podrían inclinarse por un candidato centrista pro-Macron o de izquierda en lugar del candidato del RN si esa es la opción que se les presenta en la papeleta electoral el domingo. Sin embargo, si la elección era entre un candidato de extrema izquierda y otro de extrema derecha, el panorama era más matizado y mostraba una votación dividida.
Los analistas predicen que es menos probable que RN pueda lograr una mayoría absoluta de 289 escaños en la Asamblea Nacional de 577 escaños, pero aún así es probable que obtenga la mayor cantidad de votos, creando un escenario de parlamento sin mayoría y un dolor de cabeza para Macron e incertidumbre para las perspectivas políticas y económicas de Francia.
“El panorama político está agitado y ya no puede funcionar, al menos no con las viejas reglas”, dijo el analista de Ipsos Mathieu Doiret a CNBC el jueves.
“Estamos en una situación tan alejada de nuestras tradiciones y hábitos políticos que es muy difícil adaptarse a esta nueva situación para todos los interesados”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario