Impactantes cifras de 74 días de agresiones israelíes contra Gaza
Más de 75 días de los incesantes ataques israelíes a Gaza han dejado más de 26 000 muertos y desaparecidos y convertido el enclave en una zona inhabitable.
La Franja de Gaza es un ejemplo vivo del vergonzoso doble rasero que ejerce el Occidente, encabezado por Estados Unidos, en materia de los derechos humanos. Estas chocantes cifras de los daños materiales y humanos sufridos por la población de Gaza como consecuencia de los ataques israelíes muestran que los derechos humanos no son más que una herramienta política en manos de las potencias hegemónicas.
La brutal campaña de agresiones israelí a Gaza ha causado al menos 19 667 muertos, incluidos 6200 mujeres y más de 8000 niños. Cifras oficiales indican además que al menos 7000 personas se encuentran desaparecidas, probablemente atrapadas bajo los escombros, de los cuales el 70 por ciento son mujeres y niños.
Los bombardeos implacables han dejado además al menos 52 586 heridos, muchos de ellos de gravedad, y se encuentran en hospitales y centros de salud que ofrecen servicios mínimos y con equipos muy reducidos.
Las cifras revelan también la dramática situación del sistema sanitario en Gaza, con al menos 310 muertos entre el personal médico. Hay al menos 35 bomberos y 97 periodistas asesinados como consecuencia de los ataques israelíes a zonas densamente pobladas o centros públicos que deberían ser protegidos según los Convenios de Ginebra.
Al menos 99 personal médico y ocho periodistas fueron detenidos por las fuerzas israelíes durante la incursión terrestre en Gaza.
Los ataques han causado también más de 1,8 millones de desplazados, es decir alrededor de 85 por ciento de la población de la Franja han tenido que abandonar sus hogares para salvar la vida.
En cuanto a los daños materiales, los informes indican que al menos 52 600 viviendas han sido destruidas totalmente, mientras que otras 254 000 unidades han sido destruidas parcialmente. Al menos 282 escuelas, 112 mezquitas y tres iglesias han sido colapsadas.
Al menos 53 centros de salud y otros 23 hospitales se han quedado fuera del servicio por falta de combustible, electricidad, equipos o por ataques israelíes. A estos se suman 102 ambulancias que han sido totalmente destruidas por los bombardeos.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ha descrito Gaza como un infierno en la Tierra, mientras que la Organización Mundial de Salud (OMS) compara complejos médicos del enclave con el baño de sangre.
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