Irán detiene un petrolero británico en el estrecho de Ormuz
Las fuerzas de Irán confirman la retención de un petrolero británico en el estrecho de Ormuz por “haber violado normas internacionales del transporte marítimo”.
En un comunicado emitido este viernes, la Fuerza Naval del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán explica que el buque cisterna Stena Impero fue retenido “por no haber respetado el código marítimo internacional” mientras atravesaba el estrecho de Ormuz.
La unidad de la primera zona de la Marina del CGRI a petición de la Organización de Puertos y Navegación Marítima de la provincia iraní de Hormozgan (sur), capturó la embarcación británica, de acuerdo a la nota.
La publicación añade que el Stena Impero fue entregado a las autoridades de la Organización de Puertos y Navegación Marítima de Hormozgan, donde tendrá que esperar mientras se realiza el procedimiento legal y la pertinente investigación.
Una fuente militar iraní ha indicado a la agencia local de noticias IRNA que el petrolero en cuestión había apagado su sistema de posicionamiento global (GPS) y seguía la navegación sin hacer caso a los avisos emitidos desde Irán, por lo que fue retenido, “según las normas internacionales de navegación”.
Stena Impero, contrario a la ruta habitual, estaba entrando desde la ruta prevista para la salida de las embarcaciones del Golfo Pérsico. Tal práctica aumentaba el riesgo de accidentes con otros navíos, ha explicado la fuente consultada.
El Ministerio británico de Defensa ha reaccionado ante los hechos, destacando la importancia de llevar adelante “urgentemente” una investigación sobre lo que ha ocurrido con el aludido petrolero que iba rumbo a Arabia Saudí a la hora de retención. El Gobierno británico, a su vez, ha explicado que “está evaluando la situación”, luego de escuchar lo acontecido en el Golfo Pérsico.
Los hechos se dan a conocer en la misma jornada en que la Corte Suprema de Gibraltar ha prolongado hasta el 15 de agosto la retención del buque cisterna Grace 1, cargado con crudo iraní, que fue capturado el pasado 4 de julio por la Marina Real británica en las aguas españolas del estrecho de Gibraltar.
Las autoridades gibraltareñas aseveran que la embarcación violó las sanciones de la Unión Europea (UE) al transportar petróleo iraní a Siria. Teherán desmiente la versión británica y afirma que la embarcación no se dirigía a Siria.
Irán, que considera la incautación “una piratería marítima”, denuncia que la retención se produjo a petición de Estados Unidos, que busca “reducir a cero” las exportaciones petroleras iraníes como parte de sus sanciones extraterritoriales contra Teherán.
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