Salió la revista de Al Qaeda “One Ummah” en ella -Al Qaeda Central (AQC), Ayman Al Zawahiri,- pide que los yihadistas se olviden de las luchas sectarias y
enfrenten al enemigo principal que es EEUU y sus aliados de la OTAN concordando
sus planteamientos de Mao TSe Tung y su teoría de la contradicción principal “
Nación- Imperialismo” pide racionalidad jihadista (digamos que actúen como
intelectuales y revolucionarios y no como salvajes fanatizados que matan por cualquier motivo),
el surgimiento de su conciencia intelectual y la madurez de su comprensión
política
Al Qaeda se “renueva” y se ofrece para encabezar la
lucha que acabe con todas las democracias
Critica que la juventud se dedique a jugar al fútbol en vez de luchar en
la yihad
Portada de la revista “One Ummah”
J.M.Zuloaga.
@JMZuloaga
Tiempo de lectura 4 min.
06 de abril de 2019. 20:54h
Nada más y nada menos que “resolver todos los problemas humanos y
rechazar todas leyes coercitivas como la democracia” y de paso aconsejar a la
juventud que se dedique a “jugar al fútbol en vez de luchar en la yihad”.
Al Qaeda pretende convertirse en el gran referente del yihadismo mundial
tras la derrota y así lo pone de manifiesto en su nueva revista, “One Ummah”, en cuyo primer número publica un extenso artículo el
cabecilla de Al Qaeda Central (AQC), Ayman Al Zawahiri,
en el que aboga por la unidad y no la destrucción de los que considera
desviados de la línea adecuada de lucha. No pierde la ocasión para atacar a los
Estados Unidos y sus aliados, así como a los judíos, a los que considera los
grandes enemigos que impiden la implantación del Islam a nivel mundial.
La nueva revista sustituye a “Inspire”, que
no se publicaba desde agosto de 2017, en un número en el que anunciaban ataques
contra las vías férreas y entrevistaba al cabecilla de la franquicia en el
Magreb
Islámico, Abdelmalek Droukdel, Abu Musad Abdelwalud.
“Debemos lograr la dominación islámica de lo que hoy es la ocupación
sionista; el foco de la lucha es contra América y sus
aliados, que combaten al Islam y su gente, violando las santidades de
los musulmanes y saqueando su riqueza. Los objetivos son los faraones de América, los cruzados y sus aliados”.
Zawahiri, al referirse a los yihadistas que no son de Al Qaeda, especial los de Daesh, señala que “nos esforzamos por
adherirlos a nuestra querida nación islámica y mantenernos unidos, mientras les
aconsejamos que identifiquen las mejores maneras de enfrentar los peligros que
se avecinan y que defiendan las calamidades que estamos atravesando. Creemos que la división de nuestra nación en estados
nacionales estrechos es lo que nos ha debilitado”.
“¿Tenemos el coraje de nuestro viejo jeque?”, se pregunta al referirse a
Osama Bin Laden. “Nos dijo: hemos ganado algunas batallas y hemos perdido
nuestra guerra”. “Al final, esto requiere meditación, sopesar los pros y los
contras antes de cualquier operación y luego averiguar cuál es lo más
conveniente”.
“Estamos comenzando una nueva fase para corregir algunos de los errores
–agrega Zawahiri-- para restaurar la confianza. Hay
muchos que han perdido la fe en los muyahidines, y siguen aumentando”.
“La solución es sacar a la nación (musulmana) de su desgracia, y vamos a
seguir acercándonos a nuestros hermanos, con
literatura, cultura y actividad intelectual; Y conciencia de grupo de base de
la jihad.
Nuestro objetivo es la satisfacción de Dios. Nuestra mayor esperanza es
tener éxito con los demás. La entrega de nuestra nación para alcanzar su racionalidad jihadista, el surgimiento de su conciencia
intelectual y la madurez de su comprensión política”, agrega en un esfuerzo
de “moderación” que choca con el reconocido fanatismo de los yihadistas contra
todo lo que no sea el Islam en la interpretación que ellos quieren.
“Guiar a la humanidad en general con sabiduría y buena exhortación a la
luz del Islam y los medios de paz. Buscamos difundir la fe en la causa del
Islam y sus hechos; y la grandeza de su legislación y realidad. Sus nobles principios y su capacidad para resolver los
problemas. Resolver todos los problemas (bajo el Islam) humanos y
rechazar otras leyes coercitivas como la democracia”, agrega.
Critica con ferocidad los encuentros del Papa
Francisco con imanes, a los que califica de “profetas en las puertas del
infierno.
También a la dinastía Saud, que gobiernan Arabia
Saudi, por su colaboración con EE.UU, en contra de todas las
revoluciones populares contra los agentes del enemigo. Sus regímenes
autoritarios y los
hechos se revelaron más cuando Bin Salman, el
príncipe heredero de Riad, salió con toda insolencia. Su imagen actual es un
país de línea dura”.
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