La crisis del Boeing 737 MAX acelera la designación del nuevo jefe de la FAA
La secretaria de Transporte ordena que una auditoría sobre el proceso de certificación del modelo accidentado
Nueva York
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se decanta finalmente por Stephen Dickson para liderar con carácter permanente la agencia que regula el transporte aéreo en el país norteamericano (FAA, por sus siglas en inglés). El nominado es un antiguo ejecutivo de la aerolínea Delta. El proceso de designación estaba completamente estancado, pero la crisis detonada por el doble siniestro en cinco meses del B737 MAX metió prisa.
La FAA está dirigida con carácter interino por Daniel Elwell. La agencia es responsable de garantizar la seguridad y la eficiencia del mayor espacio aéreo del mundo, en el que se operan más de 50.000 vuelos cada día. También es la encargada de certificar los aviones que entran en servicio y de establecer las normas para formar a los profesionales de una industria en la que la seguridad es el pilar central.
El nombramiento de Dickson por parte de Trump se produce en un momento convulso, en el que se están cuestionando sus procedimientos y la relación con el fabricante de aviones Boeing. El cargo tiene cinco años de mandato y el nominado debe ser ahora refrendado por el Congreso de EE UU. El elegido por el presidente supervisó en Delta todas las operaciones de vuelo de la compañía.
Dickson dejó la compañía el pasado 1 de octubre, tras casi tres décadas de servicio. Antes lo hizo para la Fuerza Aérea, donde fue piloto de F-15. En su carrera como aviador civil estuvo a los mandos de un B737, entre otros modelos. El nombre del antiguo ejecutivo de Delta Airlines empezó a circular antes de que se produjera el accidente de B737 MAX 8 operado por Ethiopian Airlines. Era el segundo siniestro fatal del mismo avión. En octubre lo hizo uno de Lion Air.
La Casa Blanca anunció al nominado después de que la secretaria de Transporte, Elaine Chao, ordenara que se audite el proceso seguido por la agencia de la aviación para certificar el B737 MAX. Boeing emitió por su parte una breve nota asegurando que cooperará “plenamente” con el examen. Esta mañana, su consejero delegado, Dennis Muilenburg, dijo que “de nuestro trabajo dependen muchas vidas”.
El principal ejecutivo del fabricante de aviones aseguró que se están dando los pasos necesarios para “garantizar plenamente la seguridad” del B737 MAX y “evitar futuras tragedias”. La investigación para conocer los detalles del siniestro de Ethiopian, añadió, “progresa rápida y minuciosamente”. Así mismo, reiteró que la actualización del sistema de vuelo estará lista “pronto”, para el mes de abril.
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