En una imagen tomada en mayo del 2017, Abdelaziz Buteflika realiza una de las pocas apariciones públicas que ha tenido durante los últimos años. La salud del presidente de Argelia es muy frágil desde que sufrió un severo infarto cerebral en 2013.
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Dueño de una salud muy precaria, el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, recibe atención médica en Ginebra, Suiza. Simultáneamente, sus compatriotas hilan una semana de manifestaciones en contra de la posibilidad de un “quinto mandato de la vergüenza" por parte del octogenario jefe de estado.
Un profundo velo de misterio rodea a la visita de Abdelaziz Buteflika a la ciudad de Ginebra. La agencia oficial de noticias de Argelia solo ha confirmado que se trata de una estancia “corta” en Suiza destinada a "realizar los controles médicos periódicos" que el mandatario se practica regularmente desde hace seis años.
Sin embargo, diversos medios de comunicación suizos afirman que Abdelaziz Buteflika ha sido ingresado a la división privada de los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG)Enlace externo. Por ahora, lo único confirmado es que el presidente de Argelia aterrizó en el aeropuerto de Cointrin el domingo a las 20h15 y que no ha despegado nuevamente.

No hay partes médicos publicados por la presidencia de Argelia o por los HUG, quienes se pertrechan detrás del secreto médico para confirmar o rechazar la presencia del jefe de Estado en estos nosocomios. “Si se encuentra en los HUG, esto significaría que su estado de salud es realmente delicado”, afirmó Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigaciones sobre el Mundo Árabe y Mediterráneo, consultado el jueves por el periódico Le TempsEnlace externo. Los médicos de cabecera de Buteflika se encuentran, en efecto, en la Clínica de Genolier, muy cerca de Ginebra, que se especializa en oncología.
En el poder desde 1999, Abdelaziz Buteflika, quien hoy tiene 81 años, fue víctima de un severo infarto cerebral en 2013. Desde entonces, sus apariciones públicas han sido casi inexistentes. Su incapacidad para dirigirse a los argelinos de forma directa despierta desde hace tiempo todo tipo de rumores en torno a su salud. Habiéndose convertido en un presidente con una salud tan precaria y en una figura ausente, se hace representar en todo tipo de actos a través de un retrato ante el cual los visitantes deben inclinarse.

“A través del rechazo de esta absurda candidatura, el régimen político actual es conminado a partir para ser relevado por un nuevo orden democrático”. 
El Watan, diario argelino
Fin de la cita
El domingo 3 de marzo, Abdelaziz Buteflika debe presentar su candidatura para las elecciones presidenciales que se celebrarán el 18 de abril. Teóricamente, tendría que presentar su solicitud personalmente y pronunciarse al respecto. Durante las últimas elecciones presidenciales, en 2014, Abdelaziz Buteflika expresó unas cuantas palabras, apenas audibles, lo que no impidió que el Consejo Constitucional validara su candidatura.
Cinco años más tarde, no obstante, la situación ha cambiado.
Desde hace una semana, miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades argelinas para protestar en contra de la posibilidad de que su presidente inicie un quinto mandato. Por primera vez en 20 años de administración, el gobierno de Buteflika se enfrenta a una revuelta popular.

“Insurrección pacífica”

Las protestas son generalizadas, liberando territorios que habían estado sometidos y gestando una gran insurrección pacífica que intenta anular el escenario de un quinto mandato presidencial para Abdelaziz Buteflika. “A través del rechazo a esta absurda candidatura, el régimen político actual es conminado a partir para ser relevado por un nuevo orden democrático”, afirmóEnlace externo el diario francófono argelino El Watan.

Argelia no participó en la Primavera Árabe, pero hoy enfrenta una oleada de manifestaciones sin precedente.
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¿Cómo entender las razones que llevan a una persona de edad tan avanzada, y con una salud tan frágil, a aferrarse al poder a cualquier costo? Además de haber sido una figura icónica en la independencia argelina (1962), Abdelaziz Buteflika garantizó la estabilidad del país tras la década negra del terrorismo islámico (1991-2002) y logró consolidar su gobierno gracias a los recursos que trajeron los incrementos en los precios del petróleo en los años posteriores. Entre 2002 y 2013, Argelia obtuvo ingresos por 1 billón de dólares por la venta de su oro negro.
Un maná del que se benefició también generosamente la red de corrupción que hay en torno al mandatario, conformada por jefes militares y hombres de negocios. “Estos dirigentes y empresarios, organizados en grupos de interés, buscan a toda costa que Buteflika siga en el poder porque así preservan una fuente de enriquecimiento que se reduce, pero que aún es masiva y constante”, afirmó Omar Benderra, miembro de la organización de defensa de los derechos humanos Algeria-WatchEnlace externo.

¿Un candidato sustituto?

Según el exministro Ali Benauri, basado en Ginebra, actualmente se llevan a cabo negociaciones en Suiza para encontrar al reemplazo del presidente Buteflika, que pronto podría morir. "Ante esta inédita revuelta contra el poder, pienso que en sus escasos momentos de lucidez, el propio Buteflika tampoco quiere un lastimoso quinto mandato. Sería demasiada humillación para él ", expresó al semanario francés Le PointEnlace externo
Pero no es claro que un nuevo candidato logre apaciguar el fervor argelino que se observa en las calles. Este viernes 1 de marzo, se prevé una nueva oleada de protestas en Argel -capital del país- y en otras ciudades provinciales. Y durante el fin de semana, una serie de manifestaciones parecidas tendrán lugar en distintas capitales europeas.
Autócratas en Ginebra
Abdelaziz Buteflika no es el único jefe de estado que se ha visto beneficiado con la calidad y discreción de los servicios de Salud de Ginebra.
El hoy finado Fahd ben Abdelaziz, quien fuera rey de Arabia Saudita entre 1982 y 2005, se operó de cataratas en los Hospitales Universitarios de Ginebra en 2002. Por su parte, amante de Ginebra y sus palacios, el presidente de Camerún, Paul BiyaEnlace externo, también es asiduo a las clínicas privadas de esta ciudad. Y los partes médicos del autócrata de 86 años, quien gobierna Camerún desde 1982, son un secreto celosamente guardado, según el diario La Tribune de Genève.
El Ministerio de Asuntos Exteriores no tiene previsto actuar de forma alguna con respecto a estas visitas a Ginebra, aunque pudieran suponer un problema de imagen para Suiza. “Los mandatarios extranjeros pueden -a título privado- pasar tiempo en Suiza sin que las autoridades federales sean informadas oficialmente o participen en estas visitas”, expresó recientemente a swissinfo.ch un portavoz del Ministerio de Exteriores helvético.
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(Traducción del francés: Andrea Ornelas)