La epidemia de opiáceos le cuesta a EE UU medio billón de dólares en un año
Las pérdidas económicas derivadas de la crisis restan el equivalente al 2,8% de su PIB en 2015 y son seis veces más altas de lo estimado
Nueva York
El abuso de las drogas también tiene una clara consecuencia económica. El Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca acaba de publicar un análisis en el que detalla que las pérdidas generadas por la crisis crecen con rapidez y representaron el equivalente al 2,8% del producto interior bruto en 2015, el último año para el que hay datos disponibles. Eso equivale a un coste de 504.000 millones de dólares (cerca de 430.000 millones de euros), una cifra estremecedora, teniendo en cuenta que, por ejemplo, el PIB de toda España es de cerca de un billón de euros.
La cifra más de seis veces superior a lo que se había estimado. El cálculo solía hacerse tomando como referencia factores como las pérdidas de horas trabajadas por la adicción, el incremento del gasto médico o el coste para el sistema judicial para hacer frente a estos delitos. Los expertos que elaboran el estudio señalan que se subestimó las pérdidas por las muertes derivadas de la sobredosis.
Es, como insisten desde el principal órgano que asesora al presidente de Estados Unidos en materia económica, uno de los factores más importantes a la hora de tener una imagen precisa del efecto del abuso de las drogas. Las cifras oficiales estiman que en 2015 se produjeron entorno a 33.000 muertes por sobredosis. Ese año había 2,4 millones de personas adictas a la droga.
El nuevo análisis, sin embargo, se apoya para hacer su estimación en otros estudios en los que indican que el registro oficial de muertes por el consumo de opiáceos es un 24% más alto. Eso elevaría el total para ese año en 41.000 fallecidos. Esta cifra, además, va en aumento. El Centro para el Control de las Enfermedades ya estimó en al menos 53.000 las muertes por sobredosis en 2016.
La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ya alertó el pasado mes de julio ante el Congreso de EE UU de que la adicción a las drogas estaba trastocando el mercado laboral, lo que supone a su vez un lastre para la economía. Evitó dar cifras precisas en su intervención pero sus palabras fueron relevantes, porque era la primera vez que un alto cargo público hacia una reflexión en este sentido.
Política fiscal
El análisis se publica unas semanas después de que el presidente Donald Trump declarara la emergencia sanitaria en EE UU, para así poder movilizar recursos federales al combate de la crisis. El abuso de las drogas fue también un tema central en la reunión de este lunes del gabinete de gobierno. De la cifra total estimada en costes, 431.70 millones corresponden a las muertes.
El abuso de las drogas no solo salpica el debate sobre la reforma sanitaria, también el de la política fiscal. “Es importante entender el coste asociado de la epidemia para adoptar políticas que puedan ayudar a mitigarla”, señala el consejo de asesores de la Casa Blanca. EE UU es el único país avanzado, como dice Yellen, que está experimentando un incremento extremadamente insólito de las muertes.
El abuso de los opiáceos provoca que los jóvenes abandonen sus estudios y no se formen para los empleos del futuro. Los adictos, a su vez se apartan, del mercado laboral y el alto índice de suicidios por las depresiones y las muertes por sobredosis provocan que el mercado laboral se contraiga. Este cóctel, dijo Yellen, explica por qué la tasa de participación laboral esté tan baja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario