El Ministerio de Salud del Líbano dijo que al menos 21 personas murieron el lunes en un raro ataque israelí contra una aldea de mayoría cristiana del norte, lejos de los bastiones de Hezbolá, y que se están realizando pruebas de ADN para identificar partes del cuerpo.
Un responsable de seguridad libanés dijo a la AFP que el edificio “albergaba a familias desplazadas del sur del Líbano y fue atacado poco después de que un hombre llegara en un coche”.
Pidió el anonimato para discutir temas delicados.
“El ataque del enemigo israelí contra la aldea de Aitou (...) mató, según un balance preliminar, a 21 personas y dejó ocho heridas. Se están realizando pruebas de ADN para determinar la identidad de las partes del cuerpo recuperadas en el lugar del ataque”, indicó el ministerio, en referencia a una aldea en el distrito de Zgharta, de mayoría cristiana.
La Agencia Nacional de Noticias oficial dijo que Israel atacó un “apartamento residencial” en el pueblo.
Hasta ahora, los ataques israelíes se han concentrado principalmente en zonas predominantemente musulmanas chiítas, donde Hezbolá construyó su base de poder en un Estado devastado por el sectarismo.
Un fotógrafo de la AFP en el lugar del ataque dijo que el ataque había derribado un edificio residencial a la entrada del pueblo.
Había restos de cuerpos esparcidos entre los escombros y los voluntarios de la Cruz Roja buscaban supervivientes entre los escombros mientras las ambulancias evacuaban a los heridos.
El ejército libanés impuso un cordón de seguridad en la zona, donde el ataque también provocó un incendio, dijo.
En otro ataque fuera de los bastiones tradicionales de Hezbolá, el sábado el Ministerio de Salud informó de dos muertos y cuatro heridos en un ataque israelí en Deir Billa, a unos 15 kilómetros (nueve millas) de la ciudad de Batroun, en la costa norte del Líbano.
Después de casi un año de fuego transfronterizo por la guerra de Gaza, Israel lanzó el 23 de septiembre una intensa campaña aérea dirigida principalmente contra los bastiones de Hezbolá en el sur y el este del Líbano, así como contra los suburbios del sur de Beirut.
La escalada ha matado a más de 1.300 personas, según un recuento de AFP con cifras oficiales.
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