Atentado de Arras: Francia quiere expulsar a los extranjeros considerados peligrosos
En Francia, después del asesinato de un profesor en Arras (norte del país) a manos de un joven que estaba siendo vigilado por los servicios de inteligencia, el presidente Macron ha pedido que se evalúe el nivel de amenaza terrorista. Por ello, su ministro del Interior Gérald Darmanin envió una circular a todos los prefectos, pidiéndoles que expulsen a cualquier extranjero considerado peligroso por los servicios de inteligencia.
Primera modificación:
Unos días tras el ataque en Arras, el presidente Emmanuel Macron ha pedido a los prefectos que revisen con lupa la lista de personas radicalizadas susceptibles de ser expulsadas de Francia para asegurarse de que no ha habido "descuidos" en la revisión de los procedimientos, anunció el Elíseo.
"Hay recursos disponibles"
El jefe del Estado también quiere que sus ministros "encarnen un Estado implacable con todos aquellos que albergan odio e ideologías terroristas", declaró un asesor a los periodistas. Además de la circular a los prefectos sobre las personas radicalizadas, también se ha pedido al ministro del Interior, Gérald Darmanin, que estudie un "enfoque especializado para los jóvenes del Cáucaso de entre 16 y 25 años", añadió.
En Francia, más de 4.000 extranjeros están inscritos en el FSPRT, el fichero de personas radicalizadas. Darmanin espera que los prefectos reexaminen todos estos ficheros, identifiquen a las personas peligrosas y procedan a su expulsión, tanto si están en el país legal como ilegalmente.
Pero no es tan sencillo, según Stéphane Maugendre, abogado especializado en derecho de inmigración: "Al fin y al cabo, este es un país democrático, y hay recursos disponibles. El tribunal administrativo verá si las órdenes de expulsión se ajustan o no a la letra de la ley", explica.
Especial atención a los ciudadanos rusos
Por ejemplo, la ley protege a las personas enfermas que no pueden ser tratadas en su país, y tiene en cuenta los vínculos de un extranjero con Francia si es padre de un menor francés, cónyuge de un francés o lleva varias décadas en Francia.
Darmanin también pide que se preste especial atención a las personas de origen ruso fichadas. El atacante de Arras nació en el Cáucaso ruso, aunque vivió allí poco tiempo. Quiere que se les deporte sistemáticamente, pero la justicia europea limita este derecho. "Es posible devolver a los rusos, siempre que su vida no corra peligro", explica Stéphane Maugendre.
Francia ya ha sido condenada dos veces por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por expulsar o intentar expulsar a ciudadanos chechenos, amenazados de tortura en Rusia.
Difícil tarea
El ex magistrado francés Jean-Louis Bruguière, especializado en la lucha antiterrorista, declaró en una entrevista a RFI que, aunque la policía conoce bien los perfiles de las personas radicalizadas, es muy difícil saber cuándo cometerán realmente un atentado y si lo harán.
"El problema es que hoy tenemos acceso a una serie de factores que favorecen la radicalización y la comisión de un acto terrorista. El contexto familiar es uno de ellos, así como el contexto de las relaciones", explica el juez. "Pero es muy complicada (la transición) entre tener individuos ultrarradicalizados, con potencial para cometer atentados, y disponer de pruebas judiciales para procesarlos. Tenemos una dificultad innegable entre la fase de información y la fase de actuación y detención", explica. Justo un día antes de asesinar el viernes al profesor en Arras, el joven de nacionalidad rusa y origen checheno se presentó en la DGSI para ser controlado y no había cometido ningún delito.
"Entorno familiar"
"Se trata de un perfil familiar bien establecido. Como en otros casos, el entorno familiar jugó un papel", explica Bruguière, en referencia a que el padre de Mogouchkov fue expulsado del país en 2018 por radicalización y su hermano está en prisión por el mismo motivo. "Pero es difícil, en esta fase de la investigación, sacar conclusiones sobre los determinantes del acto. El individuo estaba radicalizado, vigilado por la DGSI, fichado, tenía un perfil típico, pero sin indicios suficientes para detenerlo", lamenta el magistrado.
"Sí, las celdas familiares son incubadoras, pero no son pruebas", insiste, "no podemos detener a todo el mundo porque forme parte de una familia radicalizada. Pero sabemos que el riesgo potencial es fuerte. Pero no podemos detenerlos para investigar, porque arrestarlos demasiado pronto arruinaría la investigación", concluye.
Ley de inmigración
Nadie lo admitirá públicamente entre Los Republicanos (derecha), pero el atentado de Arras es la ocasión ideal para subir las apuestas a tres semanas del inicio del examen de la ley de inmigración en el Senado. Desde el viernes, las principales figuras del partido se turnan en televisión para exigir al Gobierno que revise su copia, en particular retomando la propuesta de Éric Ciotti de apartarse de las normas europeas para facilitar las expulsiones. O haciendo obligatoria la detención administrativa en caso de obligación de abandonar el país.
Este martes, los senadores de LR se reúnen para afinar su estrategia. "Vamos a redactar nuevas enmiendas para paliar los puntos ciegos del proyecto de ley", confía uno de ellos, que asegura que el Gobierno espera nuevas propuestas de la derecha. Según este senador de la Comisión de Derecho, el atentado de Arras pondrá a todos de acuerdo y enterrará el artículo 3, que prevé la regularización de los trabajadores sin papeles en profesiones con poco personal. "La actualidad ha reorganizado las prioridades. Y está claro que la regularización de los trabajadores sin papeles ya no es una de ellas", afirma un miembro del partido LR.
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