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sábado, 28 de octubre de 2023

Perú. Optimismo idiota ¿Creían que con decir “ya crecemos” los agentes económicos se iban a calmar, o los iban a ver, como lo hacen ahora, como unos evasores de la realidad incapaces de afrontar un problema obvio?

 Optimismo idiota ¿Creían que con decir “ya crecemos” los agentes económicos se iban a calmar, o los iban a ver, como lo hacen ahora, como unos evasores de la realidad incapaces de afrontar un problema obvio?




A l gobierno de Boluarte y Otárola hay que entenderlos siempre al revés. Dijeron que no habían violado derechos humanos durante las protestas, y la evidencia va en su contra. Luego dijeron que querían adelanto de elecciones, pero hicieron todo lo posible por evitarlo. Después dijeron que Boluarte colaboraría ante la Fiscalía, pero guardó silencio y su abogado intenta archivar el caso. Ahora, dijeron que no había recesión, a pesar de que la había y era hasta corroborable con cifras. Tuvieron que admitirlo. Sin embargo, el gobierno -e n especial, el m inistro de Econom ía- lo negó lo más que pudo, estiró la m entira como un chicle. Reprochable, pero entendible. Lo único que tenía el Perú para regodearse era su estabilidad económica, y decir “recesión” es confesar no solo que se acabó, sino que se acabó contigo. Además, la prom esa de este gobierno era que con ellos regresaba la estabilidad económ ica que, ciertam ente, fuimos perdiendo con Pedro Castillo. Pero no llegó, y culpar de esto a Castillo es cada vez menos creíble. Podía funcionar en enero, pero hacerlo casi en noviembre, como lo han hecho Alberto Otárola y Ju lio Demartini, no solo es inefectivo sino hasta un poco idiota. Es cierto que m anejar protestas -m a l- y m anejar la econom ía -m al tam bién- son cosas distintas, pero alguna similitud debe haber en el manejo. A fin de cuentas, son las mismas personas a cargo. Una es el optimismo idiota. Las expectativas falsas que ha tenido el gobierno en econom ía (“ahorita levantam os”, “ya empezamos a crecer”) han sido las que tuvo en política al inicio de año (“son solo vándalos, senderistas”, “no tienen propuestas, solo quieren caos”). Es decir, m inimizar el problema y reducirlo a una caricatura para no adm itir el problema real: la economía estaba en caída y nadie en el Perú te quiere. Alguien podrá decir que esto es solam ente discurso, “narrativa”. Que el gobierno no cree realm ente eso, sino que lo dice como parte de su estrategia comunicacional. El problema es que Boluarte y Otárola han actuado como si su propio discurso fuese cierto: pasivos en econom ía y m ortalm ente represivos con los m anifestantes. Además, ¿es realm ente una estrategia inteligente decir ambas cosas, cuando no son solo falsas sino contraproducentes? ¿Creían que con decir “ya crecemos” los agentes económicos se iban a calmar, o los iban a ver, como lo hacen ahora, como unos evasores de la realidad incapaces de afrontar un problema obvio? ¿Creían que con decirles “vándalos” la gente se iba a alinear con ellos en defensa del orden, o los iba a ver como unos buitres agarrándose desesperados del poder? Otra es la cobardía. En diciembre y enero manejaron las expectativas de la gente con los pies, al dejar el adelanto de elecciones en manos de un congreso que quería quedarse a como dé lugar. Hacer lo más sensato -en fren tar al congreso, renunciar a la presidencia, adelantar elecciones como fuese, destensar al p aís- requería valentía, coraje, audacia, todo lo que este gobierno no tiene. Más fácil fue esconderse detrás del congreso y no pelear con él, porque los podía dejar en la calle. Ahora, ¿ese mismo gobierno cobarde, tim orato, asustado, tendrá de pronto audacia y coraje para afrontar la crisis que se le viene? ¿Este mismo gobierno que entierra la cabeza cada que puede, que recién admitió la recesión cuando tuvieron que pedirle al congreso que le aprueben sus créditos suplementarios? Varios actores económicos y asociaciones de empresarios ahora están preocupados y pidiéndole explicaciones al gobierno. Si no le hubiesen dicho en enero al gobierno “hagan lo que quieran”, ¿estaríamos ante esto? ¿No fueron ellos mismos los que les perm itieron todo, por miedo, con tal de que les calmen la calle? Dieron carta libre a unos ineptos en lugar de ponerles lím ites. Usaron su ineptitud en todo el aparato del Estado. Ahora los afecta a ellos tam bién. La salida del gobierno seguirá siendo la misma de seguro: “comunicación”. Unas entrevistas armadas, unas fotos tontas. Parchan las deficiencias políticas y de gestión con entrevistas, como si la realidad se pudiese ocultar con tres mensajes fuerza. No lo consiguieron a inicios de año, porque nadie quiso tom arse una foto con ellos. Tampoco lo consiguieron a nivel internacional, porque quiso tom arse una foto con ellos de nuevo. Y no lo conseguirán ahora porque las fotos no sirven, y porque nadie se tom a una foto con una proyección económ ica mal hecha

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