La inevitable transformación empresarial: cómo seguir creciendo en medio de una pandemia
Evolucionar digitalmente, no temer a cambiar el core del negocio y estudiar las percepciones y nuevos hábitos de los consumidores son las principales enseñanzas que dejan a los negocios los más de 140 días de pandemia del COVID-19 en el Perú. Cuando a fines de abril la tradicional panadería San Antonio reabrió sus puertas como una tienda de abarrotes, la sorpresa fue grande. Desde consumidores hasta empresarios alabaron su rápida reinvención a poco más de un mes de iniciada la cuarentena por la pandemia del COVID-19. Sin embargo, luego de más de 140 días de estado de emergencia, entre cuarentenas y medidas de restricción, las empresas ya han tenido que pasar esa etapa de asombro a repensar sus core de negocio y ejecutar los cambios necesarios para seguir en la carrera. Las cifras no dan tregua: la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyecta que durante la pandemia cerrarán 2.7 millones de empresas y 8.5 millones perderán su empleo en la región. Frente a ello, la transformación es trascendental. Si mencionamos casos de manera cronológica, en los sectores retail, hotelería y gastronomía se encontraron las primeras iniciativas de reinvención. Por ejemplo, Platanitos, una empresa especializada en la venta de calzados, ya contaba con una plataforma de e-commerce que le permitió diversificar a Platanitos Food, donde se alió con marcas como Hong Kong Market, Super Nikkei y Arcor para vender alimentos. Otro caso es el de Casa Andina Hoteles, que anticipó el surgimiento de una demanda por espacios seguros para hacer cuarentena e incluso para trabajar. Así nacieron Casa Andina Home y Casa Andina Work. En todos los casos, ser conscientes de las capacidades de la organización fue esencial para pensar en el siguiente paso. “El valor de la variabilidad dentro de una empresa es fundamental y es la gran lección que nos ha dado esta etapa”, señala Jorge Romero, country manager de Cabify Perú. El sector transporte fue uno de los pocos que pudo y tuvo que seguir operando durante estos más de cuatro meses de cuarentena, por lo que el margen de espera para un cambio fue casi nulo. “Cada 18 a 20 días hemos tenido que hacer un cambio potente en la empresa”, comenta el ejecutivo a Semana Económica. Romero señala que un componente importante para esta respuesta rápida fue ser parte de una compañía global, que le permitió tener una hoja de ruta más definida incluso semanas antes de que la cuarentena iniciara en este país. “En el día cinco de cuarentena ya teníamos la categoría Héroes funcionando, que permitió seguir trasladando a las personas y apoyar los usuarios conductores que continuaban operando, un 10% del total de conductores”, agrega. Progresivamente esta cifra fue aumentando hasta recuperar el 100% de conductores en servicio, quienes en su mayoría cuentan con medidas de seguridad como mampara protectora, mascarillas y artículos de limpieza. “Estos artículos los hemos otorgado nosotros y los empezamos a cotizar desde fines de marzo, antes de que se estableciera un protocolo desde la Autoridad de Transporte Urbano (ATU)”, dice Romero. Y la idea apareció como prioridad luego de un estudio conducido en once países donde opera el aplicativo Cabify donde se recogieron las percepciones de los usuarios. En la lista de cambios realizados también se encuentra Cabify Envíos, donde incorporaron por primera vez motos para realizar repartos, es decir, insertarse en la última parte de la cadena del e-commerce, el last mile delivery. “Hemos encontrado un buen espacio de recepción porque el e-commerce está más arraigado a la corriente logística tradicional, con cuellos de botella más grandes porque el operador no tiene la cantidad de vehículos como los de un aplicativo”, añade Romero, quien estima que este tipo de negocio podría representar hasta el 20% de la facturación en la división corporativa de Cabify. |
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