Un contraataque del ISIS en Siria deja 140 muertos
Los yihadistas han lanzado dos contraofensivas simultáneas contra las fuerzas aliadas de Washington y contra las tropas regulares sirias
Beirut
Al menos 112 soldados del Ejército regular sirio y milicianos aliados han perdido la vida en las últimas 72 horas en una contraofensiva lanzada por el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), según el recuento que hace el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, sito en Londres y con una amplia red de informadores en el país. Otros 28 milicianos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS y conglomerado de fuerzas árabes y kurdas respaldadas por Washington) han muerto en una incursión lanzada por sorpresa por los yihadistas en Raqa, al noreste del país.
Acechado por todos los flancos, el ISIS ha pasado este jueves al contraataque infringiendo numerosas bajas entre las fuerzas aliadas de la coalición internacional, liderada por EE UU, como entre las tropas leales a Damasco. “Hemos perdido a más de 45 soldados cerca de Palmira [en el centro del país]”, confirma al teléfono y desde la provincia de Homs un oficial del Ejército regular sirio que prefiere mantener el anonimato.
El contraataque del ISIS le ha permitido hacerse con el control de varias posiciones en Al Sujna. Se trata de una localidad clave en la ruta que atraviesa el desierto uniendo la provincia de Homs con la ciudad de Deir Ezzor. En esta última, las tropas regulares sirias lograron romper el pasado mes el cerco que los yihadistas mantenían desde hace más de dos años. Al tiempo que los uniformados intentan expulsar al ISIS de Deir Ezzor, nuevos efectivos se dirigen hacia Abu Kamal, población situada en la frontera oriental con Irak y última vía de escape y avituallamiento de la que disponen los yihadistas afincados en el país.
La milicia libanesa chií Hezbolá, que combate junto a la tropas regulares sirias, también ha perdido a 14 de sus milicianos en los ataques del ISIS. “El elevado numero de bajas se debe a que los terroristas han realizado varias operaciones suicidas”, dice en Beirut Abu Mahdi, miliciano de Hezbolá. Un video difundido en las redes sociales por seguidores de la milicia muestra a un yihadista suicida que arremete con una furgoneta repleta de explosivos contra un convoy del Ejército regular en las inmediaciones de Palmira.
Acciones suicidas
MILES DE VÍCTIMAS CIVILES EN LOS BOMBARDEOS
N.S- BEIRUT
Al menos 13.854 personas han muerto por los bombardeos de Rusia, aliada del Gobierno de Bachar el Asad, desde que comenzaron el 30 de septiembre de 2015, según reveló ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. De ellas, 5.703 víctimas eran civiles. Los ataques también han matado a 4.258 yihadistas del ISIS y 3.893 milicianos de facciones rebeldes e islámicas. Sobre el territorio sirio también actúa la coalición internacional liderada por EE UU. La página airwars.org, que monitoriza los ataques de la coalición, estima que en ellos han muerto en Siria e Irak al menos 5.486 civiles en tres años.
Los coletazos del ISIS, que ha perdido más del 50% del territorio que conquistó tres años atrás en Siria, también han reverberado en la norteña ciudad de Raqa y capital de un califato que tiene los días contados. “Al menos 28 combatientes de las FDS han muerto en un ataque del ISIS”, confirmó en un comunicado la comandante kurda Rojda Felat.
“Cerca de un centenar de yihadistas vestidos con uniformes del YPJ (Unidades de Protección Popular kurdas, por sus siglas en kurdo) a bordo de vehículos muy similares a los que usamos se infiltraron entre nuestras filas matando a más de una veintena de compañeros”, cuenta desde Raqa y vía Whatsapp el miliciano kurdo Mahir S. “Los yihadistas iban fuertemente armados e incluso disponían de silenciadores [algo poco común en la zona]”, acota en otra conversación y desde Raqa un combatiente español que lucha junto al YPJ.
El remanente del ISIS en Siria libra su batalla final. Y lo hace aprisionado desde el norte por las FDS —respaldadas por la aviación de la coalición internacional que atacan desde el norte, y desde el sur por las tropas regulares sirias —amparadas por los cazas rusos. En la carrera por hacerse con el territorio arrebatado al pseudo-califato, los dos bloques apadrinados por Washington y Moscú han protagonizado más de un encontronazo en el campo de batalla.
Por otro lado, al menos 28 civiles murieron este viernes por la noche en ataques aéreos en la provincia siria de Idlib (noroeste del país), según informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, sin precisar si fueron perpetrados por la aviación siria o la rusa. Los ataques se produjeron un día después de que Ankara y Moscú anunciaran la entrada en vigor de una zona de distensión en esta provincia.
Se trata de la cuarta zona de desescalada pactada en el país tras las acordadas en las provincias de Homs, al oeste del país; de Deraa y Quneitra, al Sur; y en la Guta oriental, en la periferia damascena. Sin embargo, el Gobierno de Damasco excluye a la filial de Al Qaeda, que controla la capital de Idlib, de estos acuerdos. Debido a la intensidad de los bombardeos, Médicos Sin Fronteras anunció este viernes el cierre del hospital Hama Central/Sham, la única instalación de toda el área que aún podía realizar cirugías vitales.
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