El 1 de enero del 2020 entra en vigencia la nueva norma marítima , que prohíbe uso de combustibles con contenido de azufre del 3.5% y se deberá usar de menos de 0.5%, lo cual hará duplicar el precio de los combustibles marítimos.
El año se inicia con menos humos e incertidumbre en el sector marítimo por la IMO 2020
por David Rodríguez 31 diciembre, 2019
A partir del 1 de enero, una regla mundial reducirá las emisiones de óxido de azufre de los barcos. El objetivo es conseguir beneficios para la salud humana y el medio ambiente. El limite, conocido como ‘IMO 2020’ rebaja el contenido de azufre en los combustibles desde el 3,5% actual hasta el 0,50%. El porcentaje será obligatorio para todos los buques operen en determinadas zonas de control.
Toda la comunidad portuaria (navieras, transportistas, logística, empresas de contenedores) e incluso la administración se ha posicionado para la llegada de este momento. ‘¿Estamos preparados para el 1 de enero de 2020?’ Este fue el titulo de una jornada en la feria ‘Smart Ports’, celebrada recientemente en Barcelona. Incertidumbre es la palabra que sirve para definir cómo afrontan el futuro las navieras. “Hasta ahora nos hemos centrado demasiado en reducir costes por la crisis”, asegura el responsable de desarrollo corporativo de Hapag Lloyd, Pyers Tucker. Ahora toca escuchar más al cliente. De momento, las grandes empresas ya han anunciado que aplicarán recargos en las tarifas por el incremento de los costes de transición.
La incertidumbre también se genera por la evolución del precio del combustible. Las empresas han analizando cuál es el sistema técnico más adecuado para cumplir con la norma IMO 202. Los ‘scrubbers’ (limpiadores de partículas), el Gas Natural Licuado (GNL), el metanol, los biocombustibles y la electricidad son algunas de las alternativas. Independientemente de la elección, el sector marítimo admite que costes de adaptación a la nueva regulación se situarán entre los 10.000 y los 15.000 millones de dólares.
Efecto en el precio del combustible
La adaptación a la IMO 2020 duplicará el precio de los combustible. El dato lo aporta Adrián Solares, el director de Dynamic Fuels, compañía dedicada al suministro de fuel. “El valor del combustible se duplicará, manteniéndose un diferencial de 200 dólares por tonelada entre los VLSFO y los HLFO”. Estas dos categorías, que hacen referencia a los combustibles con poco contenido en azufre (0,5% para el VLSFO) y con alto contenido en azufre (3,5% para los HLFO), cotizan actualmente a 550 y 300 dólares por tonelada.
El nuevo límite supondrá una reducción del 77% en las emisiones totales producidas por los buques, lo que equivale a una reducción anual de aproximadamente de 8,5 millones de toneladas métricas de óxidos de azufre.
El incremento del coste de los servicios no solo se producirá por el precio del combustible, sino por la necesidad que tienen las empresas de utilizar herramientas tecnológicas para cumplir con la normativa. En este sentido, la IMO 2020 plantea nuevos retos de integración y automatización para el sector. Desde la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA), Sergio Alda, explica que el 70% de las emisiones de azufre marítimas se producen en un entorno de apenas 250 millas.
Los ‘scrubbers’, en un 15% de la flota mundial
Los cálculos de Alternative Fuels Insight Platform (AFI) constatan que el 15% de la flota mundial utilizará los ‘scrubbers’, los sistemas de depuración y limpieza, como consecuencia de la incertidumbre sobre la disponibilidad de los combustibles alternativos. Pese a que las navieras ya han anunciado cambios y han iniciado investigaciones, la industria ya avisa que un combustible más claro repercutirá en alzas en los contratos a corto y largo plazo. Anave, la asociación de navieros españoles, prevé que aplicar la IMO 2020 supondrá más de 50.000 millones de euros anuales para el sector marítimo.
El año 2020 arranca con el reto de los agentes del sector para interpretar e integrar la IMO 2020. Este parece ser el primer paso de un camino que finalizará en 2050 con el objetivo del ‘green new deal’ de la Comisión Europea de apostar por la descarbonización total de los buques.
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