El petróleo oscilara entre US$ 25 y US$ 45 este
2016 y 2017 para tal vez volver a subir a partir de enero del 2018 (salvo una guerra generalizada
en Medio Oriente entre las monarquías
feudales sunies e Irán)
Nota del
autor del blog: creo haber leído que en 2015 se paralizaron proyectos
petroleros por US$ 500,000 millones y para este 2016 igual monto, eso sin
contar con las quiebras masivas que se avecinan en el sector.
El
petróleo podría pasar de la sobreoferta a la escasez en pocos años, dicen
expertos
http://lat.wsj.com/articles/SB10081453220940414788904581458684282159682?tesla=y
Un campo en
Cisco, Texas. PHOTO: MIKE STONE/REUTERS
Georgi
Kantchev y Bill Eje
Martes,
5 de Enero de 2016 0:04
EDT
Con el mundo
inundado de crudo, la industria petrolera está contemplando un nuevo problema
que exceso de oferta podría provocar: una escasez de petróleo.
A medida que
el exceso de combustible ha empujado el precio a sus valores mínimos en una
década, la caída de la inversión en países productores de petróleo como Venezuela y Rusia y en empresas como Exxon Mobil Corp. y Royal Dutch Shell PLC trajo como
consecuencia una menor producción de barriles.
Pero esta
disminución podría generar lo opuesto: una escasez de petróleo y una mayor
predisposición a pagar más para conseguirlo.
Esta
situación podría marcar el comienzo de un ciclo que es familiar para otras
materias primas como el oro y el cobre, un ciclo en el que el derrumbe de precios provocado por el exceso de oferta lleva a
recortes de inversión que terminan ahogando la oferta y empujando los precios
al alza, lo cual sienta las bases para una nueva expansión y futuras
sobreofertas.
“Un gran vacío se está
formando en la inversión de la industria petrolera”, dijo recientemente a la prensa Claudio Descalzi, director ejecutivo de la energética italiana Eni SpA. “En dos o tres años esto va a generar un
desequilibrio entre la oferta y la demanda que va empujará los precios al
alza”.
Este año,
las inversiones en exploración y producción mundial caerán
a US$170.000 millones, una caída del 20%,
según Rystad Energy. Si el año que viene los precios internacionales del
petróleo promedian los US$50 por barril—un nivel que muchos analistas
consideran optimista—, la inversión podría caer en un quinto en 2016, estima la
consultora de energía con sede en Oslo.
Esta sería
la primera vez en 30 años que la industria
registre dos años consecutivos de caídas de la inversión total, según la Agencia Internacional de la Energía.
El índice
Brent, referencia internacional del crudo, subió el lunes 0,29%, para ubicarse
en US$37,78 el barril. El crudo de EE.UU. cayó 0,32%,
ubicándose en US$36,92.
Desde junio
de 2014, el crudo ha perdido casi 70% de su valor; mientras tanto, los productores bombean dos millones de barriles diarios más
de los que se necesitan. Los productores de Rusia,
Brasil y Noruega bombearon más petróleo en 2015 de lo que los
pronosticadores habían proyectado. Además, las inversiones en nuevos
yacimientos hechas años atrás están listas para comenzar producción, y los
proyectos de exploración y perforación de nuevos pozos, programados para
empezar a producir en las próximas décadas, están siendo retrasados o
cancelados.
La caída de los precios ha llevado a
las compañías petroleras a recortar profundamente sus presupuestos de inversión.
Las
estadounidenses Chevron Corp. y ConocoPhillips Co. recortarán sus gastos de capital
este año en alrededor de un 25%, dijeron recientemente las compañías.
Productores europeos como BP PLC y Total SA
también han anunciado grandes recortes.
Tudor,
Pickering & Holt, un
banco de inversión centrado en energía, ha contabilizado 150 proyectos que se han retrasado, lo que resulta en
el aplazamiento indefinido de unos 13 millones de
barriles diarios. Eso equivale al 15% de la
producción total mundial.
Alrededor
del 20% de esta producción diferida corresponde a proyectos de explotación de
depósitos de arenas bituminosas en Canadá, donde la extracción de crudo es
particularmente cara. Complicados proyectos de aguas profundas en el Golfo de México y África y otros en el Ártico también
han sufrido, según Tudor Pickering.
En países
como Venezuela, México, Nigeria y Argelia, los
productores están posponiendo proyectos que son necesarios para compensar el
agotamiento natural que los yacimientos sufren con el tiempo. La tasa promedio
de declive, que mide la velocidad a la que cae la producción de un pozo sin
mantenimiento o una nueva perforación, oscila generalmente entre el 3% y el 4% anual. Esta tasa se ha casi duplicado en
2015, según Miswin Mahesh, analista de petróleo de
Barclays PLC.
Para
satisfacer el crecimiento esperado de la demanda, la industria petrolera
necesita reemplazar 34.000 millones de barriles de crudo por año, según Rystad.
Las previsiones hechas en 2015 sólo representan ocho mil millones de barriles,
dijo la firma.
“El escenario está
listo para [que se produzca] una crisis de suministro” más adelante, dijo Mahesh. “El
suministro de los campos existentes caerá y los nuevos proyectos no estará
listos para reemplazarlos”.
Barclays
estima que el Brent alcanzará US$85 el barril en 2020,
mientras que otros ven un potencial aumento más alto.
“Se puede prever
precios disparándose entre US$30 y US$100 con bastante rapidez”, dijo Iain Reid, jefe de petróleo y
gas del banco Macquarie.
Las mineras
han pasado por este ciclo varias veces. Entre mediados y fines de la década de
1990, la disminución de los presupuestos de inversión y exploración llevó a una
caída en el suministro de muchos metales a finales de la última década. Esto
contribuyó a una fuerte alza del precio de muchos metales en ese momento, lo
que a su vez llevó a la apertura de nuevas minas que luego volvieron a inundar
el mercado.
Por
supuesto, hay escenarios alternativos en
los que los precios continúan languideciendo en niveles bajos. La demanda
de crudo podría no subir, especialmente si la economía de China sigue siendo lenta.
En los últimos meses, los datos sobre la debilidad de ese crecimiento generaron
preocupación por la salud de segundo mayor consumidor de petróleo del mundo.
La
producción estadounidense de petróleo de esquisto podría seguir siendo fuerte.
En el último año, después de haber alcanzado un pico en 9,6 millones de
barriles diarios, esa producción se estabilizó en alrededor de 9,1 millones de barriles.
La AIE prevé
un aumento de no más de US$80 el barril en 2020, en parte debido a que la
producción de esquisto podría satisfacer con bastante rapidez la nueva demanda.
El miércoles
pasado, la Administración de Información de Energía (EIA, por su sigla en
inglés) dijo que en la última semana del 2015 los inventarios de crudo subieron
más de lo esperado. El crudo almacenado en Cushing,
Oklahoma, punto de entrega del combustible en EE.UU., aumentó en 900.000 barriles, a 63 millones de barriles, todo
un récord, según dijo la EIA en su informe semanal.
Dada la
necesidad de usar grandes equipos de perforación y plataformas en lugares
remotos, desde el Delta de Nigeria hasta el Mar del
Norte, la industria del petróleo fue tradicionalmente lenta para reabrir
los grifos. Pero la revolución del esquisto cambió todo esto al hacer posible
que las nuevas tecnologías agilicen la nueva producción. Esto también distingue
al petróleo de los metales, ya que las
minas pueden tomar hasta ocho años en desarrollarse.
“El mercado
del petróleo se encuentra en la zona muerta”, dijo Michael Hulme, director del
Carmignac Commodities Fund, que maneja US$460 millones. “Esto es para lo que
sirven las zonas muertas: para aniquilar la oferta y establecer escenarios para
la recuperación de los precios de los sobrevivientes”.
-Eric Sylvers contribuyó a este artículo.
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