Irán, Turquía y Rusia analizarán en Catar evolución de crisis siria
El canciller de Irán, Abás Araqchi, se reunirá en Catar con sus homólogos de Turquía y Rusia para analizar la evolución de la crisis en Siria.
En declaraciones recientes, Araqchi dejó abierta la posibilidad de que Teherán envíe tropas para respaldar al presidente sirio, Bashar al-Asad, en caso de que su gobierno lo solicite.
El encuentro tiene lugar en un momento crítico, debido a la creciente expansión de los grupos armados opositores al Gobierno sirio, liderados por Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Estos grupos han consolidado su control sobre varias ciudades en el norte del país, incluidas Idlib, Alepo y Hama, y avanzan hacia Homs, lo que intensifica aún más la inestabilidad en la región.
El encuentro en Doha se enmarca dentro del conocido Acuerdo de Astana, que estableció las bases para un alto el fuego en Siria. En 2017, Rusia, Turquía e Irán anunciaron desde la capital kazaja, Astaná, su intención de actuar como "garantes" de un acuerdo sobre la "desescalada" en Siria. Este acuerdo abarca cuatro regiones principales del país, escenarios de enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno de Al-Asad y sus aliados, y las facciones de la oposición armada. Según el texto, el acuerdo tenía como objetivo "poner fin rápidamente a la violencia, mejorar la situación humanitaria y crear condiciones favorables para avanzar hacia una solución política del conflicto en la República Árabe Siria".
La relevancia del proceso de Astaná fue destacada durante la visita de Araqchi a Ankara, el pasado 3 de diciembre, donde se reunió con Hakan Fidan, ministro de Relaciones Exteriores de Turquía. En una rueda de prensa conjunta, Araqchi subrayó la importancia de salvaguardar los avances logrados en el marco de dicho proceso y destacó la necesidad de reforzar las consultas y los diálogos entre los países involucrados, con el fin de garantizar la estabilidad en Siria.
Al cierre del encuentro, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán resaltó: "Nuestros diálogos fueron muy rápidos y constructivos. Aunque existen diferencias de opinión, también compartimos puntos en común. Lo importante es que siempre abordamos nuestras diferencias a través del diálogo. Ahora hemos decidido estrechar aún más nuestras conversaciones y colaborar para gestionar la situación regional, orientándola hacia la paz, la estabilidad y el progreso en la región".
Diversas fuentes han señalado que la reunión trilateral en Doha probablemente no producirá avances significativos, especialmente en términos favorables para el presidente Bashar al-Asad. Al mismo tiempo, circulan rumores sobre la posible intención de Irán de reforzar su presencia en Siria mediante el envío de asesores militares. Otras informaciones sugieren que Teherán podría considerar el despliegue de drones militares para frenar el avance de los grupos que la República Islámica califica como "terroristas".
A este respecto, los medios iraníes confirmaron recientemente que el alto oficial de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, Javad Ghaffari, ha sido desplegado en Siria. Ghaffari desempeñó un papel clave en el apoyo a Bashar al-Asad para repeler a los rebeldes cuando Irán intervino en Siria al estallar la guerra civil en 2011-12. Conocido como el "Carnicero de Daesh", su figura ha estado estrechamente vinculada a las operaciones contra el grupo terrorista en el país.
Por otro lado, en una reciente entrevista concedida a una cadena de televisión iraquí, Araqchi declaró: "No puedo ignorar la coordinación entre los terroristas takfiríes y el régimen sionista en la ejecución de operaciones en Siria". El diplomático iraní también advirtió que convertir a Siria en un refugio para grupos terroristas representa una grave amenaza para toda la región, especialmente para los países vecinos.
"En nuestra opinión, surge una gran interrogante sobre por qué, tras los eventos en Gaza y Líbano, hemos sido testigos de los desarrollos en Siria. Creo que se ha cometido un grave error de cálculo. No puedo ignorar la coordinación entre los terroristas takfiríes y el régimen sionista en estas operaciones. Inmediatamente después del alto el fuego en Líbano, comenzó el ataque a Alepo, que luego se intensificó", avisó el canciller irani.
En otra parte de sus declaraciones, Araqchi subrayó: "Siempre hemos apoyado al gobierno y al pueblo sirio, y ahora continuamos este apoyo de manera total". Añadió que "cómo se materialice este apoyo depende del gobierno de Siria. Cualquier cosa que se nos solicite, es natural que ayudemos".
Asimismo, destacó: "Lo mismo ocurre con Irak. Estamos viendo que el primer ministro de Irak ha expresado su disposición a apoyar a Siria en la lucha contra los grupos terroristas. Cómo se llevará a cabo este apoyo, naturalmente, será una decisión del gobierno iraquí".
El ministro de Relaciones Exteriores iraní también se refirió a los ataques dirigidos a los países opositores al régimen israelí. En este sentido, señaló que "existe un escenario más amplio en el que los países que están en la línea de resistencia contra el régimen israelí y que tienen puntos de vista diferentes en comparación con otros países, se convierten en el objetivo de sanciones, ataques y conspiraciones diversas".
Junto con Israel y Estados Unidos, los medios iraníes y comentaristas han señalado a Turquía como presunta responsable de la ofensiva militante en Siria. Ali Akbar Velayati, asesor principal de política exterior del líder supremo de Irán y exministro de Relaciones Exteriores, acusó el 3 de diciembre a Turquía de haber caído en una "trampa" tendida por Estados Unidos e Israel en Siria. Velayati afirmó que Turquía ha sido "una pieza en manos de Estados Unidos y el régimen sionista" durante un tiempo.
En una línea similar, el portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, Ebrahim Rezaei, acusó al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de exhibir "tendencias monopolísticas y expansionistas" y de respaldar a los grupos armados opisitores en Siria.
Mientras se espera que en pocas horas dé inicio la cumbre del proceso de Astaná en Doha, Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, detalló los objetivos del Kremlin para la cita en una entrevista. Lavrov destacó que "Moscú tiene la intención de discutir con Irán y Turquía en la cumbre de Astana cómo cortar los canales de suministro de fondos y armas a los grupos islamistas en Siria". Según IRNA, citando a RIA Novosti, el diplomático ruso señaló que, según la información disponible, "los estadounidenses, los británicos y algunos otros países, incluidos los patrocinadores de estos grupos en Siria, están involucrados".
Lavrov también expresó las preocupaciones de Rusia, señalando que "después de lo sucedido en Alepo y sus alrededores, hablé con el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, y con mi homólogo iraní, Abás Araghchi, y acordamos intentar reunirnos esta semana". En cuanto a la situación en Idlib, el principal diplomático ruso subrayó la necesidad de "volver a implementar con precisión los acuerdos de Idlib", ya que la zona de desescalada en la región se había convertido en un punto de lanzamiento para los grupos armados hacia Alepo. Según Lavrov, "los acuerdos de 2019 y 2020 permiten que Turquía controle la situación en la zona de desescalada de Idlib y retire a Hayat Tahrir al-Sham (anteriormente Frente al-Nusra) de la zona, así como a los grupos opositores que no son terroristas y cooperan con Turquía". Sin embargo, Lavrov reconoció que "esto aún no ha sucedido, pero espero que podamos lograrlo en nuestras negociaciones en Doha".
Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan adoptó un discurso completamente diferente en su intervención tras la oración del viernes. Refiriéndose al avance de los “opositores al gobierno de Al-Asad”, enfatizó: "Idlib, Hama, Homs y, por supuesto, el objetivo es Damasco. El avance de la oposición continúa, y esperamos que este movimiento en Siria siga adelante sin incidentes y de manera segura". Según Anadolu, el presidente turco añadió: "Hicimos un llamado a Al-Asad para que viniera y determináramos juntos el futuro de Siria, pero lamentablemente no recibimos una respuesta positiva sobre este asunto".
En conclusión, Siria desempeña un papel crucial como ruta estratégica hacia Líbano, lo que coloca a la República Islámica en una posición de creciente preocupación frente a la inestabilidad que podría llevar al colapso del gobierno de Bashar al-Asad. Para Irán, el corredor sirio-libanés es esencial en su estrategia regional contra Israel, lo que convierte el futuro de Siria en un factor decisivo en la dinámica del conflicto. La situación actual, con las tensiones entre potencias regionales y las crecientes amenazas sobre el régimen de Damasco, reafirma la importancia de las negociaciones multilaterales, como las del proceso de Astana, para determinar el rumbo de la región.
Por Xavier Villar
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