Ucrania: ¿puede salvarse todavía Pokrovsk?
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, admitió recientemente en un discurso en video que la situación cerca de Pokrovsk era "extremadamente difícil". Rusia ha concentrado allí sus mayores fuerzas. El viernes, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó que 58 ataques rusos habían sido repelidos cerca de Pokrovsk durante el día. El sábado, fueron al menos 23 los intentos de expulsar a las tropas ucranianas de asentamientos en torno a la ciudad.
El estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) confirmó esta semana que las fuerzas rusas han tenido éxitos tácticos en la zona y continúan realizando "avances tácticos significativos al sureste de Pokrovsk". Los soldados rusos entraron en las ciudades de Selydove y Novohrodivka. Mucha gente en la región de Pokrovsk se pregunta si la ciudad compartirá el destino de Avdiivka y otros nodos estratégicos capturados.
Pokrovsk tiene importancia estratégica
Pokrovsk se encuentra en el cruce de las principales rutas de suministro ferroviario. 'La carretera de la vida' es como la llaman, sin un ápice de ironía, los habitantes de las zonas de primera línea del frente. La ciudad es un importante centro logístico. Constituye la columna vertebral de la defensa y el suministro de Ucrania desde Wuhledar, al norte de la región de Donetsk, explica a DW el coronel Markus Reisner, oficial del ejército austríaco y jefe de departamento de la Academia Militar de Viena.
El rápido avance de las tropas rusas en esta zona fue posible por la caída de Avdiivka. La ciudad del Donbás está situada a 25 kilómetros al este de Pokrovsk y fue tomada por unidades rusas con masivos ataques cuerpo a cuerpo en los que se utilizaba a los soldados como 'carne de cañón'. El término eufemístico describe aquí una táctica en la que un gran número de soldados tratan de sobrepasar al enemigo en número, aunque sus comandantes cuenten con la muerte de muchos de ellos.
Avdiivka era el bastión que se suponía debía proteger a ciudades, líneas ferroviarias y carreteras en el oeste de Ucrania. Desde que fue tomada, Pokrovsk ha asumido ese papel. Pero después de romper dos de sus líneas defensivas, los rusos ahora se están acercando a la última, aunque también la más fuertemente defendida, explica el coronel Markus Reisner.
Rusia lo está teniendo fácil
La actual situación militar en torno a Pokrovsk es compleja. Esto también se debe al hecho de que el ejército ruso no tiene que tomar la ciudad en sí: una vez que lleguen a las afueras, las rutas de suministro ucranianas serán un blanco fácil para la artillería rusa. Esto hará que el abastecimiento de la línea del frente y de las ciudades cercanas se haga más difícil, si no imposible, para Ucrania, explican los analistas occidentales.
No hay duda de que las fuerzas armadas rusas harán todo lo que esté en su mano para arrasar la ciudad y su logística, advierte Gustav Gressel, experto militar del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), con sede en Barlín, en entrevista con DW. El peor escenario posible, más allá de la captura de Pokrovsk, sería una completa ocupación rusa de la región de Donetsk.
Sin embargo, las fuerzas ucranianas aún estarían en situación de bloquear sus corredores terrestres incluso aunque las tropas rusas llegan a la Línea Pokrovsk, dijo a DW el director de programas internacionales del Centro de Estudios del Ejército, Conversión y Desarme de Kiev, Mykhailo Samus.
Kursk y Donbás, dos caras de la misma moneda
Muchas de las brigadas que podrían fortalecer las defensas en sectores complicados del frente en Ucrania están actualmente involucradas en la operación en Kursk, en territorio ruso. Según Kiev, alrededor de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio ruso y más de 100 ciudades quedaron bajo control ucraniano.
La ofensiva en Kursk es parte de un plan más amplio para lograr la victoria de Ucrania, dijo el presidente Zelenski en una conferencia de prensa en Kiev el pasado 27 de agosto. No reveló detalles de este plan, pero prometió presentarlo al presidente estadounidense Joe Biden y a los dos candidatos presidenciales estadounidenses, Kamala Harris y Donald Trump, en septiembre.
Si uno de los objetivos de la ofensiva ucraniana en Kursk era obligar a Rusia a trasladar masivamente tropas desde el este de Ucrania para defender esa región, entonces, este objetivo aún no se ha logrado, dice Markus Reisner. "Desafortunadamente, la operación en Kursk no tiene ningún impacto en la situación en el Donbás", lamenta. El Kremlin sólo ha trasladado a la región de Kursk algunas de las tropas experimentadas que estaban previamente desplegadas en el Donbás. Según el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, general Oleksandr Syrsky, se trata de unos 30.000 soldados.
Gustav Gressel señala que la ofensiva de Kursk aún no ha agotado su potencial. "Sí, la operación Kursk es un juego arriesgado que implica altos riesgos militares. Pero si se analizan todas las alternativas de Ucrania, también están asociadas con altos riesgos políticos", enfatiza. Entre estos se incluyen también las elecciones estadounidenses de noviembre, el debate sobre el recorte de la ayuda alemana a Ucrania y las entregas oportunas de armas.
Mykhailo Samus, por el contrario, mantiene la calma. Prefiere centrar la atención no en Kursk sino en el panorama general. Es necesario formar un flanco sur en la zona y esto frenará el avance de las tropas rusas. Además, cuanto más avance la ofensiva ucraniana, más se verá obligado el Kremlin a retirar recursos de Ucrania y reubicarlos en Kursk. "Están enviando todas las fuerzas disponibles a Pokrovsk para lograr un cierto efecto propagandístico", predice. "Quieren tomar Pokrovsk y presentarlo como la victoria del año, y luego reagruparse e intentar enviar reservas a la región de Kursk", augura.
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