Pezeshkian afirma que ningún enemigo se atreve a atacar a Irán,, así decía Hezbollah, hasta que en un segundo eliminaron a 3,000 militantes.
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, asevera que ningún enemigo se atreve a agredir al territorio de la República Islámica debido a su alto poder disuasivo.
En un discurso pronunciado durante la ceremonia del desfile de las FF.AA. de Irán en Teherán, la capital, para conmemorar el 44.º aniversario de la Semana de la Defensa Sagrada, Pezeshkian ha destacado la capacidad defensiva de la República Islámica y la valentía de sus fuerzas militares para garantizar la seguridad nacional ante cualquier amenaza.
Asimismo, ha destacado que la persistencia del pueblo y la firmeza de las FF.AA. durante los ocho años de la guerra impuesta a Irán y diseñada para destruir la Revolución Islámica, impidieron que los enemigos tomaran ni una pulgada del territorio nacional.
“Hoy en día, el poder de defensa y de disuasión de Irán ha crecido tanto que ningún enemigo se atreve incluso a imaginar invadir nuestro amado territorio”, ha enfatizado.
El mandatario ha subrayado que Irán, además de defender su seguridad, es capaz de preservar la paz y la seguridad de la región, y poner en su lugar al régimen usurpador, sanguinario y genocida de Israel recurriendo a la unidad y la cohesión de los países de la zona.
Tras destacar la profunda visión del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, del futuro y los acontecimientos, Pezeshkian ha asegurado que hará todo lo que dispone para mantener el poder y el orgullo del Sistema.
El 31 de shahrivar (del calendario iraní que coincide con el 22 de septiembre) comienza en Irán la Semana de la Defensa Sagrada para honrar a los veteranos de guerra y rendir homenaje a los mártires de la guerra impuesta.
El 22 de septiembre de 1980, un año y medio después de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, el régimen del dictador iraquí Sadam Husein, con el apoyo multilateral de las potencias hegemónicas del mundo y el respaldo de los países árabes ribereños del Golfo Pérsico, invadió el territorio iraní con el objetivo de derrocar a la recién nacida República Islámica.
Sin embargo, la nación iraní, con su resistencia heroica, defendió a su patria y expulsó a los agresores del suelo iraní.
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