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miércoles, 24 de abril de 2024

La posibilidad de un cambio en la doctrina nuclear iraní... por Xavier Villar es Ph.D.

 

Publicada: miércoles, 24 de abril de 2024 13:57

Horas antes de la “respuesta” israelí mandando un par de drones que fueron interceptados en Isfahán, el comandante al cargo de proteger los centros nucleares del país, Ahmad Haqtalab, mandó un mensaje a la entidad sionista en donde decía que si esta pretendía atacar alguna de las instalaciones nucleares del país, esta acción podría forzar un cambio en la doctrina estratégica nuclear iraní.

En este sentido, hay que señalar que para la República Islámica la cuestión nuclear está limitada por la fatwa -edicto islámico- del 2003 publicada por el ayatolá Seyed Ali Jamenei, actual líder del país. En esta fatwa se prohíbe de manera clara la producción y uso de armamento nuclear y biológico. Varios representantes de la República islámica han dejado claro que si el país no ha desarrollado armamento nuclear no es por la falta de competencia técnico-científica, sino por la prohibición manifiesta de la fatwa. Su importancia es tal, que en 2021, el entonces Ministro de Inteligencia, Mahmud Alavi, fue objeto de duras críticas por parte de reconocidos juristas islámicos, por haber dicho que en caso de verse acorralado, el país debería tener armas nucleares para defenderse. Desde un punto de vista jurídico-político, por tanto, el tema nuclear está limitado a un programa nuclear civil. Esto no quiere decir que no exista una creciente opinión pública que considera que el país debería tener armas nucleares como medida de protección contra las amenazas occidentales. Pero mientras la fatwa esté vigente, el debate está enmarcado dentro de la misma.

Las declaraciones de Haqtalab, sin desviarse de la doctrina oficial expresada por la mencionada fatwa del Líder de la Revolución Islámica, son importante por dos razones. En primer lugar, porque sale de la boca de un alto cargo militar y en segundo, porque demuestra un nivel de debate público que mucha gente calificaba como ausente en la República Islámica.

Como ya se ha mencionado, en los días posteriores a la Operación “Promesa Verdadera” se pusieron sobre la mesa diferentes tipos de respuesta por parte de la Entidad Sionista, entre las que se encontraba la posibilidad de un ataque a alguna de las instalaciones nucleares de la República Islámica. En ese caso, el país podría haber acelerado el enriquecimiento de uranio y rozar, por tanto, la posibilidad de una nuclearización real y afectiva.

Hay que recordar, que aunque Irán ha reducido sus niveles de enriquecimiento de uranio (algo comprobado por la Organización Internacional para la Energía Atómica), el país continúa teniendo unas importantes reservas de material radioactivo (según estimaciones se calcula que la República Islámica cuenta con cerca de 5500 kilogramos de uranio).

Todo lo anterior, junto con la nueva fase caracterizada por la disuasión activa en la que se encuentra Irán, puede significar que los Estados Unidos, Israel, y en menor medida la Unión Europea, presten aún más atención al programa nuclear de la República Islámica con el objetivo de evitar la posible nuclearización.

Varios analistas iraníes consideran que la actual estrategia nuclear puede modificarse dependiendo de cómo las autoridades encargadas del dossier nuclear reaccionen a 3 cuestiones:

- En primer lugar, el ataque al consulado iraní en Damasco puede ser visto como una clara manifestación de que la Entidad Sionista ha decidido cruzar todas las líneas rojas y nada garantiza que no lo vuelva a hacer. Es precisamente esta visión la que explicaría el cambio en la estrategia político-militar de la República Islámica en sus relaciones con Israel: de la tradicional doctrina de la paciencia estratégica a la nueva doctrina representada por la disuasión activa.

- En segundo lugar, la respuesta iraní al ataque en Damasco, la ya conocida Operación “Promesa Verdadera”, puede aumentar la percepción, para Estados Unidos e Israel, de que Irán se ha convertido en una “amenaza” aún mayor y por tanto, se necesitará aplicar mayor presión a la República Islámica.

- Por último, aunque la respuesta israelí fue un fracaso en términos militares, el intento de ataque en la provincia de Isfahán donde se encuentra una de las centrales nucleares más importantes del país, podría hacer que los responsables políticos y militares iraníes se planteasen aumentar sus capacidades de disuasión para evitar futuros ataques contra sus instalaciones nucleares.

No se puede olvidar, que la actual fase del conflicto, es decir, la nueva fase caracterizada por una actitud mucho más asertiva por parte de Irán para responder a las provocaciones sionistas, puede ser una fase duradera y en este sentido, la República islámica tendrá que aumentar sus capacidades de disuasión para evitar convertirse en el objetivo de ataques israelíes. Una de las posibilidades que tiene encima de la mesa Irán en caso de necesitar aumentar su capacidad de disuasión es la de volver a acelerar el enriquecimiento de uranio, lo que garantizaría continuar evitando un conflicto abierto en la región, pero al mismo tiempo mandaría un mensaje claro e Israel y a los Estados Unidos sobre la voluntad iraní de no someterse. Hay quien apunta, a que las palabras de Haqtalab deben interpretarse en este sentido.

La posibilidad de un cambio en la doctrina nuclear iraní supondría una reogranización nuclear en la región que también hay que tener en cuenta. En este sentido, tanto Arabia Saudí como Turquía podrían desarrollar sus capacidades nucleares y la Entidad Sionista podría reconocer públicamente lo que es un secreto a voces: la existencia de su programa nuclear.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, el programa nuclear iraní, que por el momento sigue dentro de los límites civiles impuestos por la fatwa del ayatolá Jamenei pronunciada en 2003, hay que analizarlo dentro de un contexto que tenga en cuenta las particularidades tanto internas como externas de la actual situación geopolítica. Cualquier cambio en el mismo debe ser analizado desde los principios discursivos sobre los que se basa la República islámica, y de manera especial, aquellos que garantizan la independencia y autonomía de Irán.

Esto mismo se pudo ver en las últimas negociaciones con Occidente para intentar revivir el acuerdo nuclear que fue disuelto de manera unilateral por Estados Unidos. Durante esas negociaciones, la República Islámica, por medio de su equipo negociador, buscaba un acuerdo justo, que le garantizase independencia respecto a Occidente a la hora de marcar sus propias condiciones.


Xavier Villar es Ph.D. en Estudios Islámicos e investigador que reparte su tiempo entre España e Irán.

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