Crean un material capaz de caminar solo
Un polímero de cristal líquido se ondula y se desplaza por sí solo cuando es excitado con luz
Parece una idea sacada de la película «Flubber», pero los científicos han logrado crear un material que se ondula y se desplaza por sí solo cuando es excitado con luz. El avance, realizado por científicos de la Universidad de Kent (Estados Unidos) y la Universidad Técnica de Eindhoven (Holanda), ha sido publicado este miércoles en la revista Nature.
El dispositivo tiene el tamaño de un clip y está compuesto por un polímero insertado en un marco rectangular. Gracias a sus capacidades, se ha convertido en la primera máquina del mundo capaz de convertir directamente la luz en pasos.
La pequeña máquina se mueve a la velocidad de una oruga, a alrededor de medio centímetro por segundo. Pero los científicos creen que puede ser usada para desplazar pequeños objetos en lugares inaccesibles o, por ejemplo, para mantener limpia la superficie de paneles solares. De hecho, los investigadores comprobaron que estas pequeñas láminas son capaces de retirar granos de arena con su movimiento ondulante, incluso cuando las partículas pesan más que la propia máquina.
El movimiento del nuevo material se consigue gracias a que uno de los lados de la lámina se contrae cuando es iluminada por la luz, mientras que la otra parte no. El efecto es que el material se ondula cuando es iluminado y vuelve a su posición original en cuanto desaparece a luz.
Camina hacia delante y hacia atrás
Este material es transparente, pero en realidad absorbe toda la luz violeta con la que se le ilumina. Gracias a este detalle, la propia contracción del material genera una sombra en otras partes del polímero. El resultado es que la máquina adquiere un movimiento ondulante constante, siempre que haya luz presente.
Se puede lograr que la tira de polímero camine hacia delante, alejándose de la fuente de luz. Pero si se le da la vuelta, la tira camina en la dirección contraria, o sea, hacia la luz.
Este interesante material está hecho con algunos de los compuestos usados de forma rutinaria en las pantallas de cristal líquido. El truco del sistema es que dentro de la red del polímero, hay unas moléculas que son muy sensibles a la luz y que producen cambios en la red: cuando son iluminados se deforman, y cuando la luz se va, vuelven a su estado de reposo.
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