Pánico por venganza de Irán cancela vuelos hacia y desde Israel
Más de 150 000 israelíes están varados en el extranjero después de que se hayan suspendidos vuelos a Tel Aviv por temor a ataques de represalia de Irán y Hezbolá.
Decenas de importantes aerolíneas en Estados Unidos, Europa, Asia y otras partes del mundo han cancelado sus vuelos hacia y desde los territorios palestinos ocupados después de que la semana pasada Irán y la poderosa Hezbolá hayan prometido vengar el asesinato del líder político del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Ismail Haniya, en Teherán, y el comandante militar del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Fuad Shukr, en Beirut, por Israel.
La suspensión de operaciones aéreas ha hecho que más de 150 000 pasajeros israelíes permanezcan varados en aeropuertos extranjeros sin encontrar vuelos de regreso a la Palestina ocupada, según informaron el domingo los medios locales y agregaron que los pasajeros se han puesto en contacto con el régimen para resolver su problema.
A pesar de las garantías de Israel, muchas aerolíneas extranjeras, incluyendo Iberia, Delta, United o Lufthansa, han optado por cancelar sus vuelos varios días y algunas otras hasta el siguiente aviso por temor a operaciones de represalia de Irán y Hezbolá.
Ante tal coyuntura, El Al, la principal aerolínea israelí, está tratando de añadir más vuelos para traer de vuelta a los israelíes varados en el extranjero. El régimen incluso ha recurrido a usar barcos para ayudar en el regreso de los pasajeros israelíes.
La crítica situación de seguridad, que ha provocado un ambiente de tensión y pánico dentro de los territorios ocupados, ha provocado, además que los vuelos entre la capital, Tel Aviv, y la ciudad turística de Eilat, en el sur, hayan sido cancelados el sábado y el domingo. La ciudad portuaria de Eilat ha sido objeto de ataques constantes lanzados desde Yemen e Irak en apoyo a Palestina.
El domingo, el sitio de noticias israelí Walla reveló que el servicio de seguridad israelí Shin Bet había acondicionado un búnker subterráneo en Al-Quds (Jerusalén) donde los altos dirigentes sionistas pueden permanecer un período prolongado en caso de guerra.
Según el diario israelí Ynet, la preparación del referido búnker en este momento puede ser un indicio de la gravedad de la amenaza de Irán y Hezbolá.
Medios israelíes reportan que el régimen está en máxima alerta a la espera de la anunciada represalia de Irán y de Hezbolá, mientras EE.UU. se ha comprometido a nuevos despliegues defensivos en la región para proteger a su aliado.
El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, advirtió al régimen israelí de una “respuesta dura” por el asesinato de Haniya, destacando que es deber de la República Islámica vengar la sangre del titular de la Resistencia palestina, quien estuvo de visita oficial en Teherán para asistir a la investidura del nuevo presidente persa, Masud Pezeshkian.
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