EL DELICADO CONTEXTO ECONÓMICO páginas 361 y 362 del libro El Dominio Mundial de Pedro Baños.
Otro escenario que el mundo habrá de afrontar es la delicada situación económica de la que avisan algunos expertos —incluyendo el FMI, en abril de 2018—; un contexto que puede degenerar en una muy grave crisis financiera mundial, la cual podría liquidar definitivamente lo poco que ya va quedando
del mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial, y cuya arquitectura ha controlado Estados Unidos.
La deuda global se estimaba en julio de 2018 en unos 247 billones de dólares (247.000.000.000.000 dólares), el 318 % del PIB mundial, y está presente en la banca, los gobiernos, los negocios y los hogares. Si se echa la vista a una década atrás, países que entonces se mostraron más moderados en
las magnitudes de sus deudas, como Canadá, hoy en día tienen unas tasas de exposición de entre las más altas del mundo. La deuda de Estados Unidos es gigantesca, y la de China se ha convertido también en alarmante, pues ha
contribuido en un 40 % al total de deuda mundial generada en la última década. Además, hay una enorme burbuja inmobiliaria en este país asiático, al igual que en Australia o Suecia, por citar solo unos pocos ejemplos.
Volviendo a China, su sector bancario es aproximadamente tres veces el tamaño de su economía, y solamente su deuda corporativa está a punto de sobrepasar el 170 % de su PIB. En el mes de marzo de 2018, el Banco de Pagos Internacionales advirtió sobre las economías de China y Hong Kong, y lanzó la alerta de que se estaba acercando el riesgo de una crisis bancaria, misma situación en la que se percibe a Canadá.
En Europa la situación no es mucho mejor. La deuda pública de Grecia llega al 178,6 % de su PIB y la de Italia al 134 %, seguidas de la de Portugal (125,6 %), la belga (107 %) y la chipriota (103 %). Desde el inicio de la crisis global en 2007 hasta julio de 2018, la deuda de Reino Unido se ha duplicado.
La de España roza el 100 % del PIB —partiendo de un 35 % en 2007—, y la de Francia también se acerca a la totalidad de su PIB, tras haber subido casi 35 puntos porcentuales. El aumento de la deuda pública alemana (64,1 %) ha
sido menos espectacular, pero en su caso son los bancos los que tienen una exposición excesiva, en particular, según varios informes, el gigantesco Deutsche Bank, que podría ser el equivalente de lo que fueron Fannie Mae, Freddie Mac, AIG y Lehman Brothers en el ciclo iniciado en 2007.
En conjunto, la deuda en la Unión Europea ha pasado de los 8 hasta más de 12 billones de euros en apenas 10 años. Durante el mismo periodo de tiempo,
Estados Unidos ha visto duplicar su deuda, que ya ha superado los 21 billones de dólares,2 y se cree que podría alcanzar los 29 billones para finales de 2018.
Según algunos de los principales economistas, a partir de 2019 se produciría una nueva crisis mundial, de proporciones nunca conocidas. Las políticas monetarias expansivas llegarían a su fin, y se acabaría el dinero barato y fácil. Al quedar la liquidez gravemente reducida, los mercados se
desplomarían y, en consecuencia, se generaría una fuerte tensión social. Los algoritmos que controlan el mercado bursátil, tan pronto como detectaran una situación irregular en las inversiones, procederían a vender acciones, cuyo
valor se hundiría, lo que generaría una reacción en cadena que haría colapsar la economía mundial, cuyos efectos se sentirían muy especialmente en Europa.
Nota del autor del blog , en realidad ya no estamos en 2018 cuando la deuda de EEUU sería de 29 billones según el autor del libro sino en 2024 y la deuda de EEUU es de 34.65 billones,
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