Los avances rusos en Donetsk amenazan las líneas de suministro de Ucrania
Las fuerzas de Moscú lanzan sus mayores ataques en Donetsk desde que tomaron Avdiivka en octubre.
Durante la última semana de julio, Rusia lanzó sus mayores ataques en ocho meses en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, tomando posesión de una serie de asentamientos en un aparente intento de cortar rutas de suministro claves y forzar una retirada masiva de los ucranianos.
Al mismo tiempo, Ucrania logró un gran número de ataques contra la infraestructura energética rusa y la Crimea ocupada, lo que sugiere que su estrategia de degradar las defensas aéreas rusas está funcionando.
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Los ataques rusos se centraron en el centro y el sur de Donetsk, desde áreas al oeste de Bakhmut, que cayó en mayo del año pasado, hasta áreas al oeste de Avdiivka, que se perdió en febrero, hasta áreas al oeste de la ciudad de Donetsk, que los separatistas pro-Moscú controlan desde 2014, una línea de unos 130 kilómetros (80 millas) de largo.
Las fuerzas rusas han aprovechado su ventaja en esas zonas para impedir que Ucrania cave defensas atrincheradas, y han avanzado poco a poco durante meses, devorando asentamientos a un coste asombroso para sus propias tropas.
La inteligencia militar británica estimó que las bajas rusas en mayo y junio alcanzaron máximos diarios récord de alrededor de 1.200, es decir, unos 70.000 soldados sólo en esos dos meses. Al Jazeera no pudo verificar esas afirmaciones.
Nota del autor del blog , si tantos rusos mueren ¿como es que cada vez capturan mas y mas territorio?
La semana pasada, el ritmo del avance ruso hacia el oeste aumentó e incluyó dos asaltos del tamaño de un batallón que, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un grupo de expertos con sede en Washington, Rusia no ha montado desde la batalla de Avdiivka en octubre.
Parecía que la estrategia de Rusia era cortar dos carreteras: una que abastece a la guarnición de Ucrania en Vuhledar, en el sur de Donetsk, y la otra que abastece a las guarniciones de Chasiv Yar y Toretsk, en el centro de Donetsk.
La “carga probable” de Rusia
El 24 de julio, Rusia lanzó un asalto de tamaño batallón en el que participaron 200 soldados al suroeste de la ciudad de Donetsk. Contaba con el apoyo de 11 tanques, 45 vehículos blindados de combate y 12 motocicletas. Su aparente propósito era apoderarse de la carretera T-0524 que abastece a Vuhledar. Las fuerzas ucranianas lo detuvieron y destruyeron seis de los tanques, siete vehículos blindados y las 12 motocicletas.
El lunes, Rusia volvió a intentarlo y montó otro asalto de tamaño batallón en la misma zona, esta vez con 10 tanques, 47 vehículos blindados, 10 motocicletas y un cochecito. Una vez más, Ucrania detuvo el asalto y atacó ocho tanques, una docena de vehículos blindados y nueve de las motocicletas, además del cochecito.
“La disposición del comando militar ruso a aceptar costosas pérdidas de vehículos blindados sin llevar a cabo una operación ofensiva multidireccional a gran escala o hacer avances operacionalmente significativos en el oeste de la región de Donetsk probablemente supondrá una carga para el ejército ruso en el largo plazo”, dijo el ISW.
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Otros ataques rusos lograron tomar territorio.
El viernes, las tropas rusas tomaron las aldeas de Prohres, Yasnobrodivka y Lozuvatske, todas ellas a 15 km una de la otra, extendiéndose hacia el oeste desde Avdiivka. Esto las situó a 7 km de la carretera T-0504, que se extiende desde Pokrovsk hasta las guarniciones de Chasiv Yar y Toretsk.
“Si las fuerzas armadas de Ucrania no logran estabilizar la situación, las tropas rusas, a lo largo de una amplia franja del frente, podrían llegar a la autopista Pokrovsk-Kostyantynivka –la principal línea de suministro para las [tropas ucranianas] en Chasiv Yar y Toretsk– en cuestión de semanas”, escribió Meduza, un periódico ruso independiente prohibido por Moscú.
Rusia obtuvo avances en otros ámbitos.
El viernes, las tropas rusas recuperaron Robotyne, una ciudad en la región sureña de Zaporizhia que Ucrania había luchado arduamente por recuperar en su contraofensiva de 2023.
El sábado, las tropas rusas entraron en Krasnohorivka, al oeste de la ciudad de Donetsk, y el martes afirmaron haber capturado dos pueblos más, Pivdenne y Vesele, al oeste de Avdiivka.
Pero los informes más significativos fueron las afirmaciones rusas de haber avanzado hacia Chasiv Yar, una altura estratégica que les daría acceso a las llanuras que conducen a las ciudades de Sloviansk y Kramatorsk, que forman la columna vertebral de la defensa de Ucrania en Donetsk.
Las tropas ucranianas han logrado hasta ahora mantener a las fuerzas rusas en el lado oriental del canal Siversky-Donetsk, que atraviesa Chasiv Yar, pero el lunes, los periodistas rusos dijeron que los soldados habían logrado abrirse paso en un punto al norte de Chasiv Yar donde el canal corre bajo tierra. Esas informaciones no han sido verificadas.
Las tropas ucranianas también tuvieron éxitos sobre el terreno.
El viernes y el sábado, hicieron retroceder a las tropas rusas a través de Vovchansk, en la región norte de Járkov, y es posible que las hayan expulsado del lado sur del río Vovcha, que atraviesa la ciudad. Las tropas rusas lanzaron una nueva ofensiva en Járkov el 11 de mayo, pero no lograron avanzar demasiado.
Ataques tras las líneas enemigas
Los mayores éxitos de Ucrania, además de mantener la línea del frente, fueron sus ataques profundos en territorio ruso y ocupado.
El viernes, los misiles tácticos del ejército ucraniano (ATACMS) atacaron el aeródromo ruso de Saky en Crimea, destruyendo un depósito de municiones y una estación de radar. El lunes, Ucrania volvió a atacar Saky y está evaluando los daños.
Ucrania atacó por primera vez Saky en septiembre de 2022, lo que obligó a Rusia a reubicar los aviones de combate Sukhoi estacionados allí dentro de Rusia. Desde entonces, Saky se ha utilizado para lanzar ataques con misiles y drones contra Ucrania, pero Ucrania lo ha atacado repetidamente, degradando sus capacidades.
El sábado, drones ucranianos atacaron tres aeródromos militares rusos: Engels en la región de Saratov, el aeródromo de Dyaghilev en Riazán y el aeródromo de Olenya en Murmansk, a 1.800 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Según fuentes del gobierno ucraniano, los ataques dañaron varios bombarderos estratégicos Tupolev-95 y Tupolev-22, entre ellos dos bombarderos Tu-22M3, capaces de transportar 24 toneladas de munición, que Rusia ha utilizado repetidamente para lanzar misiles balísticos Kinzhal sobre Ucrania. Ucrania también afirmó haber dañado aviones de pasajeros Tupolev-134 y un avión cisterna Ilyushin-78.
El domingo, mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, hablaba en un desfile naval en San Petersburgo, los drones ucranianos atacaron el depósito de petróleo de Polevaya en Kursk, destruyendo tres de sus 11 tanques. El martes, los drones ucranianos destruyeron otros tres tanques en el depósito de petróleo de Vozy en Kursk.
El lunes, el Estado Mayor ucraniano informó que sus fuerzas habían atacado cuatro centrales eléctricas de tracción en los distritos de Kursk, Ponyrovsky y Solntsevsky que alimentaban las líneas ferroviarias utilizadas para transportar material bélico. Los drones también dañaron centrales eléctricas en las regiones de Oryol y Belgorod.
Ucrania ha tenido éxito en sus ataques contra la infraestructura energética y militar rusa durante toda la guerra, y en ningún lugar más que en el Mar Negro.
El portavoz de la Armada ucraniana, Dmytro Pletenchuck, dijo el domingo que los aviones habían sido retirados completamente de dos de los cinco aeródromos utilizados por la aviación naval rusa.
La retirada de la Flota del Mar Negro a Novorossiysk también subrayó el éxito de los drones navales y aéreos de Ucrania en contener a la armada rusa.
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