Rondas Campesinas de Cajamarca rechazan intención del Gobierno de reactivar Conga: “no va, ni hoy, ni mañana, ni nunca”
La oposición al proyecto minero, paralizado desde el 2011 y que generó un conflicto en donde cinco personas fallecieron por la represión policial, incluye un llamado al Gobierno para que implemente políticas que favorezcan el modelo de desarrollo económico de Cajamarca
La Federación Regional de Rondas Campesinas de Cajamarca ha manifestado públicamente su rechazo al proyecto minero Conga, asegurando que no permitirá su ejecución bajo ninguna circunstancia.
A través de un comunicado difundido este lunes, 11 de marzo, la organización subrayó la importancia de proteger las fuentes de agua de la región, posicionando este recurso natural por encima de los intereses mineros.
El comunicado de rechazo surge como respuesta a las declaraciones del nueve jefe del Gabinete Ministerial, Gustavo Adrianzén, quien recientemente se refirió a la viabilidad de dicho proyecto, al igual que el recientemente nombrado ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho.
No obstante, desde la Federación, ratifican su postura con un rotundo “Conga no va, ni hoy, ni nunca”. Además, reiteran su compromiso de defender las cabeceras de cuenca y promover un modelo de desarrollo basado en la agricultura, ganadería y conservación de los recursos hídricos.
Asimismo, las exigencias de la Federación no se limitan solo a la oposición al proyecto minero —paralizado desde el 2011, que generó un conflicto en donde cinco personas fallecieron por la represión policial— , sino que también incluyen un llamado al Gobierno para que implemente políticas que favorezcan el modelo de desarrollo económico de Cajamarca.
Asimismo, demandan la fiscalización sobre las operaciones de las empresas mineras en la región, enfocándose en la necesidad de asegurar el pago de impuestos y prevenir la contaminación del agua, reforzando que: “¡El agua es un tesoro que vale más que el oro!”.
¿Qué dijo Adrianzén sobre Conga?
Durante una entrevista concedida a Latina, Adrianzén declaró su firme intención de fomentar el desarrollo de los polémicos proyectos mineros Conga y Tía María (Arequipa).
Sobre Conga, el nuevo premier señaló que el proyecto se encuentra actualmente en un “proceso de factibilidad”, lo que indica la realización de estudios para evaluar la viabilidad económica, social y ambiental del proyecto.
Sus declaraciones van en la misma línea con las expresiones del Ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, quien también ha manifestado su apoyo a estos proyectos mineros que han sido objeto de diversas controversias.
¿Qué significa Conga en la memoria de los cajamarquinos?
En noviembre de 2011, el Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca inició un paro indefinido para demandar la cancelación del proyecto de explotación minera Conga —presentado por la compañía Yanacocha— que amenazaba las lagunas Perol, Mala, Azul y Chica. La movilización de la población fue masiva.
Pese a que el 26 la empresa Yanacocha —constituida por las empresas Newmont Mining Corporation, Compañía de Minas Buenaventura y Corporación Financiera Internacional—emitió un comunicado en el que declaraba que suspendía sus actividades, el paro no se detuvo.
Posteriormente, en julio de 2012, durante el Gobierno de Ollanta Humala, la provincia de Celendín, ubicada en Cajamarca, se vio marcada por la represión policial durante la protestas, que causaron la muerte de Paulino García Rojas, Faustino Silva Sánchez y César Medina Aguilar, un joven estudiante de 17 años.
Este último, que no estaba involucrado en las manifestaciones; sin embargo, fue víctima fatal de un disparo al abandonar una cabina de internet.
En ese entonces, la violencia policial se extendió también a la provincia cajamarquina de Bambamarca, causando el fallecimiento de Joselito Vásquez Jambo el 4 de julio, y poco después, de José Antonio Sánchez Huamán. Todos los decesos fueron causados por impactos de bala en el contexto de las manifestaciones.
Asimismo, durante el periodo de las protestas, que duró aproximadamente un mes, se reportaron arrestos arbitrarios y acciones violentas por parte de las autoridades. Una de esas agresiones se cometió contra Máxima Acuña, campesina cajamarquina, considerada uno de los símbolos de la resistencia contra el proyecto minero.
A pesar de los años transcurridos desde estos eventos, las familias de los fallecidos y los heridos no han obtenido justicia.
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