Vídeo: Iraquíes asaltan embajada bareiní tras cumbre de Manama
En protesta por el foro proisraelí de Manama, un grupo de manifestantes irritados han irrumpido en la embajada de Baréin en Bagdad, capital de Irak.
Decenas de participantes de las protestas, tras irrumpir en la embajada bareiní, han izado banderas palestinas e iraquíes frente a la sede diplomática y además han quemado banderas israelíes y estadounidenses.
Los indignados denunciaban la celebración el martes y miércoles de un foro patrocinado por EE.UU. para presentar las directrices económicas del llamado “acuerdo del siglo” en Manama (capital de Baréin), una fórmula —elaborada por Jared Kushner, yerno y asesor del presidente norteamericano, Donald Trump— y boicoteada por sus supuestos beneficiarios, es decir, los palestinos, y varios otros países.
No obstante, las fuerzas de seguridad han enviado refuerzos a la zona por lo que los manifestantes no han conseguido entrar en el recinto y se han retirado de la sede diplomática.
Según informan medios locales, la Cancillería de Baréin ha llamado a consultas a su embajador en Bagdad debido a los hechos para luego responsabilizar a las autoridades iraquíes de la seguridad de la sede y de sus empleados.
Irak ya había asegurado que no asistiría a la conferencia en Manama, pese a la invitación de Washington, y puso de relieve que sostiene su “postura firme ante la causa palestina y su apoyo al pueblo palestino”.
A pesar de que ciertos países habían sido invitados a la conferencia, varios de ellos, entre los que se encuentran El Líbano, Irak, Rusia y China, la boicotearon y solo algunos, como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), alineados con Washington y el régimen de Tel Aviv, asistieron a la cita.
El foro, no obstante, que fue motivo de varias protestas en los países de la región, terminó sin ningún resultado claro ni detalles precisos sobre el llamado acuerdo del siglo del presidente Trump. Distintas fuentes han filtrado que el plan niega el derecho al retorno de los refugiados palestinos expulsados tras la creación del régimen israelí.
La iniciativa limita además el acceso de los musulmanes palestinos a la Mezquita Al-Aqsa y otorga a Israel la mayor parte de la fértil área C de Cisjordania; además de que ni siquiera contempla que haya un Estado palestino separado y soberano.
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