Algunos expertos dicen que la economía estadounidense está en alza, pero he aquí por qué los votantes no lo creen así
Muchos estadounidenses están pesimistas acerca de la economía , a pesar de que algunos datos dicen que está mejorando.
The Economist incluso llevó esta discusión a TikTok. Cuando su editor estadounidense, John Prideaux, examinó las cifras de inflación, salarios y empleo, concluyó que Estados Unidos tiene “una economía objetivamente bastante buena”.
¿Está equivocado Prideaux o el electorado americano ? Y si la economía estadounidense se está recuperando, ¿por qué el presidente Joe Biden no ve un repunte económico en las encuestas?
El comentarista político Robert Reich explicó recientemente : “La economía está mejorando en general, pero en general se ha convertido en un indicador menos útil del bienestar”. Reich sugirió que la forma habitual en que se mide la economía puede oscurecer tendencias económicas más divergentes o individualizadas, como la desigualdad de riqueza . Es decir, los indicadores macroeconómicos son correctos, pero eso sólo nos cuenta una parte de la historia.
Los expertos recurren con frecuencia a las mismas medidas estrechas para definir el concepto muy amplio y complejo de economía. Mediciones ampliamente citadas, como el PIB, a menudo se tratan como sinónimos de la economía misma. Sin embargo, es importante destacar que cuando las empresas encuestadoras preguntan a los estadounidenses sobre los temas importantes para su voto , es la economía y no el PIB la que se ofrece como opción.
Los votantes piensan en la economía de maneras muy diferentes. Los investigadores observan que el público a menudo percibe la economía a través del lente de su experiencia personal.
Como parte de mi investigación, realicé 17 entrevistas en profundidad y revisé comentarios en las redes sociales para descubrir qué quieren decir los estadounidenses cuando dicen “la economía”. Las respuestas incluyeron temas tan variados como religión, matrimonio y naturaleza.
Esto puede parecer incorrecto, pero los investigadores económicos ya saben que todos estos son elementos de la economía. La religión puede moldear el comportamiento económico . Los cónyuges combinan ahorros para realizar compras mayores . Finalmente, la naturaleza proporciona los recursos físicos necesarios para la producción y el consumo.
Sólo un entrevistado mencionó el PIB, pero sólo para decir que el PIB no es la economía. Recomendó considerar “medidas de bienestar”.
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Esto es consistente con investigaciones que buscan representar mejor estos otros aspectos de la economía importantes para las personas. Es a partir de estos estudios más inclusivos que podemos entender el pesimismo de los votantes estadounidenses.
La Comisión de la Academia de Artes y Ciencias para reinventar nuestra economía publicó un informe en noviembre de 2023, recomendando medidas adicionales para evaluar la economía en torno al “bienestar”: seguridad, oportunidades, movilidad y democracia.
El informe incluye una entrevista con Kailin, trabajadora de una cafetería y madre soltera en Kentucky. Le preocupa perder los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria o el seguro médico si le conceden un aumento de sueldo. Explica que pasar un centavo por encima del límite la descalifica inmediatamente para recibir asistencia, incluso cuando esa cantidad no sea suficiente para cubrir los gastos del hogar.
Las organizaciones de investigación del Reino Unido han experimentado con asambleas de ciudadanos para cerrar la brecha entre las percepciones de la economía de los expertos y las cotidianas. Durante estas discusiones , los participantes utilizan historias personales para explicar la economía. Como lo expresó un ciudadano: “Lo más importante que ronda en mi cabeza son las ganancias corporativas […], luego los accionistas están recibiendo buenos dividendos gracias a esas ganancias, mientras tanto, el padre de John se está congelando”.
Las asambleas han elaborado una carta económica centrada en la justicia, la innovación para el bien social, la sostenibilidad y la transparencia.
En el New York Times , Chrystal Audet, que vive en su automóvil, dice a los entrevistadores: "Es la ironía de trabajar y obtener buenos ingresos y aún así no poder pagar una vivienda". El coste del alquiler de una vivienda es el peor jamás registrado , lo que provoca niveles récord de inseguridad inmobiliaria. Chrystal es una del 40-60% de los estadounidenses sin hogar que están empleados pero aún no pueden pagar una vivienda.
La insatisfacción con la economía también puede estar vinculada a la insatisfacción política. El economista estadounidense Paul Krugman señaló recientemente que el pesimismo sobre la economía es más fuerte entre los republicanos que entre los demócratas. De manera similar, los estadounidenses negros vieron la economía de manera más negativa durante la administración Trump.
Una encuesta del Washington Post-Ipsos entrevistó a estadounidenses negros para investigar esta tendencia. Una entrevistada, Francine, explicó: “Si estoy en una habitación con mujeres blancas, sé que el 50 por ciento de ellas votaron por Trump... Las miro y pienso: '¿Cómo me ves? ¿Qué es mi humanidad para ti?'” Francine detalla cómo el racismo inhibe las oportunidades económicas de los estadounidenses negros, una característica bien documentada de la economía estadounidense.
Estos cuatro ejemplos –Kailin, John, Chrystal y Francine– muestran lo que podría describirse como interpretaciones subjetivas de la economía. Después de todo, se basan en variadas experiencias personales. Sin embargo, estas opiniones se basan en cómo experimentan la economía.
Sin duda, algunos votantes sienten que Biden merece más crédito por sus logros económicos. Sin embargo, los votantes no sienten una sensación positiva y, por esa razón, es posible que no confíen en lo que dicen los expertos o el gobierno. Esto llega en un momento en que la confianza pública en el gobierno está en su punto más bajo.
No existe un acuerdo universal sobre cómo se define la economía, y mucho menos qué determina una buena o mala economía . Sin embargo, este desajuste entre los datos y la opinión pública podría ser una oportunidad. Las experiencias cotidianas pueden ayudar a los expertos a comprender mejor dónde no está funcionando la economía.
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