Arabia Saudí exige a Qatar el cierre de Al Jazeera para levantar el bloqueo. Riad y sus aliados también piden a Doha que rebaje sus relaciones con Irán y cierre la base militar turca
ÁNGELES ESPINOSA
Dubái 23 JUN 2017 - 21:16 CEST
Un hombre pasea delante del hangar de las aerolíneas de Qatar en Riad (Arabia Saudí) a prinicipios de junio. FAYEZ NURELDINE AFP | REUTERS
Kuwait ha entregado a Qatar la lista de exigencias de los cuatro países árabes que han cortado relaciones diplomáticas con este país e intentan aislarlo económica y políticamente, según ha informado este viernes la cadena catarí Al Jazeera. Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin y Egipto dan 10 días a Doha para que se someta a los requisitos, que incluyen el cierre de Al Jazeera, la admisión de su apoyo a grupos terroristas y una indemnización por determinar, según la versión de la misma que ha empezado a difundir la prensa emiratí, pero que aún no ha sido oficialmente reconocida por ninguno de los implicados.
“Lo que pretenden es convertir Qatar en un nuevo Bahréin”, confiaba a EL PAÍS una fuente diplomática europea poco antes de conocerse el contenido exacto de las exigencias. Se refería a la práctica absorción de ese pequeño reino bajo el manto de Arabia Saudí tras las protestas de 2011 que pusieron a la familia real bahreiní contra las cuerdas.
Los Requisitos conjuntos para Qatar ahora filtrados confirman esos temores. De acuerdo con uno de los puntos, ese país deberá “alinearse con otros árabes y del Golfo militar, política, social y económicamente, así como en asuntos financieros”. Esta exigencia que ya formó parte de la solución a una crisis precedente en 2014, reafirma el mensaje que Arabia Saudí y sus aliados han estado difundiendo a través de sus medios de comunicación de que Doha incumplió el acuerdo alcanzado entonces.
En primer lugar, los demandantes piden a Qatar que limite sus relaciones con Irán, e incluso que ponga fin a una supuesta presencia de la Guardia Revolucionaria iraní en su territorio, extremo este del que no se tenía noticia y del que el texto no aporta ninguna prueba. Doha, que comparte un importante depósito de gas con Irán, siempre ha tratado de mantener buenas relaciones con su vecino del otro lado del golfo Pérsico. Sin embargo, no es el único de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG). También Omán y Kuwait están en buenos términos con Teherán, pero sobre todo Dubái (uno de los siete emiratos de la federación de EAU) y que durante años le ayudó a sortear las sanciones financieras internacionales.
El documento también exige el fin de la cooperación militar con Turquía y el cierre de la base que ese país estaba construyendo en territorio catarí. De momento, con la llegada ayer de 23 militares turcos y 5 vehículos blindados, los soldados de ese país suman 111, según ha informado el diario turco Hurriyet. El objetivo inicial cuando se acordó la base en 2014 era el despliegue de un millar de militares para el entrenamiento del Ejército catarí.
La lista, entregada por Kuwait en calidad de mediador en la disputa, subraya que Qatar debe cortar públicamente sus lazos con una serie de grupos islamistas incluidos los Hermanos Musulmanes, a los que echa en el mismo saco de grupos terroristas que Al Qaeda y el ISIS, y dejar de financiar a esos y otros grupos que determinen los cuatro países que iniciaron el bloqueo contra Doha. Además, los demandantes exigen que Qatar les pague reparaciones como compensación por sus políticas de los años recientes.
“Estas exigencias debe cumplirse en el plazo de 10 días desde la fecha de entrega o se considerarán nulas”, señala el texto antes de especificar un duro régimen de control durante los próximos 12 años.
No parece que vaya a ser el caso. Qatar ha dicho repetidamente que estaba preparado a negociar concesiones si se le facilitaba una lista de quejas, pero sólo si va acompañada de pruebas y en la medida en que no ponga en entredicho su independencia. “Estamos convencidos de que esto no tiene nada que ver con la lucha contra el terrorismo; quieren minar nuestra soberanía”, ha declarado el embajador catarí en Washington, Meshal Bin Hamad al Thani.
Es una idea que comparten numerosos observadores. “No hay nada nuevo en las acusaciones. ¿Qué Qatar apoya al terrorismo? Quienes le acusan también”, señala una fuente diplomática occidental que se ha entrevistado recientemente con altos funcionarios saudíes y emiratíes. “En cuanto a Irán, no justifica lo encabronados que están y el lenguaje que están empleando”, añade en el convencimiento de que no hay mediación posible. “Arabia Saudí no está dispuesto a hacer ninguna concesión; sienten que [Qatar] se rio de ellos en 2014 y no se fían de que Kuwait logre el objetivo de traerlo al redil”, concluye.
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