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sábado, 20 de diciembre de 2025

He estudiado la felicidad durante 15 años: si haces estas 9 cosas todos los días, eres más “emocionalmente resiliente” que la mayoría.

 

He estudiado la felicidad durante 15 años: si haces estas 9 cosas todos los días, eres más “emocionalmente resiliente” que la mayoría.

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Mujer alegre con gafas de sol abraza el sol rodeada de montañas nevadas en un día soleado
Olga Pankova | Momento | Getty Images

Es importante desarrollar resiliencia , pero ¿cómo lo logramos realmente? He dedicado 15 años a investigar la felicidad y he entrevistado a miles de personas sobre qué les permite prosperar.

He aprendido que la resiliencia no es algo con lo que se nace. Ni siquiera se trata de recuperarse, un concepto que a menudo hace más daño que bien. La verdadera resiliencia consiste en desarrollar hábitos específicos que entrenan al cerebro para afrontar las dificultades sin desmoronarse.

Aquí hay 9 hábitos que realmente funcionan :

1. Replantear el estrés como una señal, no como una amenaza

Si tienes el corazón acelerado antes de tu gran reunión, tu instinto podría ser entrar en pánico. Antes de hacerlo, haz una pausa y dite a ti mismo: “Estoy emocionado por esto”.

Sé que suena a positividad tóxica. No lo es. Las investigaciones demuestran que este simple replanteamiento, pasar de una amenaza a un desafío, puede cambiar tu respuesta fisiológica. 

Tu cuerpo no distingue fácilmente entre ansiedad y excitación. La única diferencia es tu interpretación. 

2. Tomar una microdecisión diaria con confianza

Cuando dudas constantemente de ti mismo, tu cerebro aprende que no se puede confiar en ti para manejar los resultados. Tomar microdecisiones con seguridad puede ayudarte a reconfigurar tu cerebro y aumentar tu confianza en ti mismo.

Así que elige tu almuerzo sin investigar cinco opciones. Comprométete a ver una película en dos minutos. Envía el correo electrónico sin editarlo diez veces. Esto le enseña a tu cerebro: “Puedo decidir y gestionar lo que viene después, aunque no sea perfecto”. Esa es precisamente la habilidad que necesitas en una crisis. 

3. Construya su sistema de apoyo con intención

Es extremadamente difícil mantener relaciones profundas con cientos de personas. Las investigaciones han demostrado que podemos mantener unas 150 relaciones estables, pero solo unas cinco verdaderamente íntimas. 

Las personas emocionalmente más resilientes no dispersan su energía emocional ni intentan manejar todo solas.

Invierten en estas relaciones fundamentales. Y cuando las cosas se ponen difíciles, cuentan con personas de su lado que pueden ayudarles a sobrellevar el problema. 

4. Crear una lista de tareas hechas en lugar de una lista de tareas pendientes

La mayoría nos centramos en lo que queda por hacer. Es una sensación perpetua de fracaso. Quiero que le des la vuelta a esto.

Cada día, anota lo que realmente lograste, incluso las cosas pequeñas. Con el tiempo, tu cerebro deja de notar las lagunas y empieza a notar el progreso. Ese cambio es donde reside la resiliencia.

5. Notar y saborear un buen momento cada día

Cuando prestas atención deliberadamente a los momentos positivos, reconfiguras tus neuronas para la felicidad. Elige un momento al día que valga la pena saborear. Una buena conversación. Un pequeño triunfo. Un café buenísimo. 

Dedica 30 segundos a observarlo. Esta práctica contrarresta la obsesión de tu cerebro con lo que está mal y desarrolla resiliencia psicológica, momento a momento.

6. Practicar la honestidad en tus relaciones más cercanas

Sé vulnerable con las personas que te importan. Cuéntale a alguien sobre un verdadero desafío. Pide retroalimentación honesta, no solo que estés de acuerdo. Ten conversaciones donde las cosas puedan ponerse incómodas.

Las personas más resilientes se sienten seguras de ser ellas mismas sin miedo a ser juzgadas. Ser abierto con personas de confianza puede ayudar a fortalecer esa resiliencia. 

7. Ayudar a alguien más, antes de necesitar ayuda

Esto suena contradictorio hasta que te das cuenta de que ayudar a los demás es una poderosa práctica para recargar energías. Además, estás construyendo tu red de apoyo para el futuro. Estás reforzando tu identidad como persona capaz y llena de recursos.

Lo más importante es recordar que la resiliencia también implica contribuir y ser importante para otras personas.

8. Preguntarse: ”¿Qué es lo peor que podría pasar?”

La mayoría de las personas evitan esta pregunta por miedo a la respuesta. Pero las investigaciones demuestran que imaginar el peor escenario posible puede reducir la ansiedad, no aumentarla.

Así que, después de preguntarte: ”¿Qué es lo peor que podría pasar?”, reflexiona sobre la pregunta. Luego, pregúntate: ”¿Podría soportarlo?”. La respuesta suele ser sí. Quizás no sea fácil, pero sí.

Las personas más resilientes entienden que pueden suceder cosas malas, pero lo más importante es tener confianza en que pueden manejarlas cuando sucedan.

9. Practicar estos hábitos en momentos de bajo riesgo

La resiliencia emocional es una habilidad que se puede perfeccionar. No requiere terapia, retiros de meditación ni años de trabajo.

Empieza con uno o dos de estos hábitos. Replantea el estrés cuando haya poco en juego. Construye relaciones de apoyo ahora, no cuando estés desesperado. Toma decisiones con seguridad sobre las cosas pequeñas, para estar listo para las grandes.

Jessica Weiss es una conferenciante destacada y coach ejecutiva que enseña a personas y empresas cómo alcanzar mayor felicidad, plenitud y satisfacción en el trabajo. Con formación en psicología positiva, ha trabajado durante 15 años con marcas globales como Coca-Cola, Johnson & Johnson y American Express. Es autora de ” La felicidad funciona: La ciencia de prosperar en el trabajo ”.

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