El apocalíptico pronóstico de Henry Kissinger por la guerra comercial entre los Estados Unidos y China
Henry Kissinger es, quizás, el hombre que más sepa sobre las relaciones entre los Estados Unidos y China. Fue él quien propició, cuando era secretario de Estado de Richard Nixon, el acercamiento entre ambas potencias. Llevó adelante las conversaciones con el antiguo primer ministro chino Zhou Enlai, con quien se entendió desde el primer momento y junto con quienes fueron los artífices de la cumbre entre el presidente estadounidense y el líder histórico del Partido Comunista Chino y jefe de estado Mao Tse-Tung.
Es tal vez por ese motivo que cada vez que habla sobre el gigante asiático, su voz es más que autorizada. Kissinger se encuentra por estos días en Beijing, donde fue invitado al Bloomberg New Economy Forum. Desde allí, lanzó un apocalíptico pronóstico respecto de las derivaciones que podría acarrear que la llamada “guerra comercial” entre Donald Trump y Xi Jinping no encuentre una salida.
“Si se permite que el conflicto se desarrolle sin restricciones, el resultado podría ser aún peor de lo que fue en Europa. La Primera Guerra Mundial estalló debido a una crisis relativamente menor..., y hoy las armas son más poderosas”, dijo Kissinger, una de las mentes más lúcidas de los años 70 y quien más debió trabajar para evitar un conflicto bélico nuclear con la por entonces Unión Soviética.
“Eso hace que, en mi opinión, sea especialmente importante que un período de tensión relativa sea seguido por un esfuerzo explícito para comprender cuáles son las causas políticas y un compromiso de ambas partes para tratar de superarlas. Se está lejos de ser demasiado tarde para eso, porque todavía estamos en los inicios de una Guerra Fría”, añadió el ex jefe de la diplomacia norteamericana.
“Todo el mundo sabe que las negociaciones comerciales, que espero tengan éxito y cuyo éxito apoyo, solo pueden ser un pequeño comienzo para una discusión política que espero tenga lugar”, agregó Kissinger, de 96 años, durante el congreso convocado en la capital china. Los Estados Unidos y China están acercándose a un acuerdo comercial, pero el deterioro de la situación en Hong Kong y el proyecto de ley estadounidense sobre el estado especial la ciudad amenazan con detener las negociaciones.
Mientras tanto, la economía global es la que sufre las consecuencias. Las bolsas retroceden este jueves, mientras la disputa se extiende más allá del comercio, lo que reduce la posibilidad de que se firme este año la “fase uno” de un acuerdo entre las potencias y lleva a los inversores a tomar refugio, con un aumento de la incertidumbre.
Las acciones europeas extendían sus pérdidas del miércoles. El índice referencial STOXX 600 y el indicador alemán DAX 30 -sumamente sensible a los temas comerciales- cedían 0,7% hasta mínimos de dos semanas.
En tanto, en Asia el panorama no fue menos negativo. El índice MSCI de las acciones del Asia Pacífico -sin incluir a Japón- bajaba 1,1% hasta un piso de casi tres semanas, mientras que el referencial Hang Seng de Hong Kong se hundió un 1,6% y el Nikkei de la bolsa de Tokio declinó un 0,5%. Los papeles en China continental cayeron un 0,3% en el día. En la víspera, la bolsa de Wall Street cerró en rojo: el índice industrial Dow Jones cedió un 0,4%, el Nasdaq, de valores tecnológicos, bajó 0,51% y índice S&P 500 se replegó 0,38 por ciento.
En tanto, el diario The Wall Street Journal dijo el miércoles que las negociaciones entre Washington y Beijing transcurren con dificultades que podrían comprometer la rápida firma del acuerdo parcial anunciado el mes pasado por Trump. De no llegarse a un acuerdo, el presidente ya avisó que desde el 15 de diciembre impondrá aranceles punitivos a productos chinos que aún no han sido castigados.
En una visita a una fábrica de Apple en Texas, Trump aseguró que China hasta ahora no ha hecho suficientes concesiones en las negociaciones comerciales bilaterales, por lo que es reacio a cerrar un acuerdo. “No creo que estén subiendo al nivel que yo quiero”, sostuvo tajante.
El Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron esta semana dos proyectos de ley que buscan entregar apoyo a los manifestantes de Hong Kong y enviar una advertencia a China sobre sus antecedentes en derechos humanos. Ya que es probable que el presidente promulgue las medidas, analistas creen que este factor “podría poner en riesgo el progreso de la fase uno del acuerdo comercial”, de acuerdo con Jim Reid de Deutsche Bank.
Expertos en comercio y fuentes cercanas a la Casa Blanca dijeron que la finalización de la primera etapa del acuerdo entre Estados Unidos y China podría ocurrir el próximo año, ya que Beijing está presionando por reversiones significativas de aranceles y el Gobierno de Trump se está mostrando firme en sus propias exigencias.
El viceprimer ministro chino, Liu He, quien también encabeza la delegación de negociadores de su país ante Washington, dijo que estaba “cautelosamente optimista” en torno a la fase 1 de un pacto arancelario, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias Bloomberg. A medida que se disipaban las chances de un acuerdo inmediato, aunque fuese parcial, los inversores se aferraban a la seguridad de los bonos soberanos y a monedas de refugio, como el yen.
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