Tras el ataque de Putin con un misil balístico, Kim Jong-un presentó nuevas armas y reavivó la amenaza de una guerra nuclear
El líder norcoreano aseguró que la península coreana está “en la peor fase de la historia”
El líder norcoreano, Kim Jong-un, se refirió este jueves a las recientes escaladas de tensiones en el plano internacional y acusó a Estados Unidos de ser el responsable de avivar las tensiones.
Durante la Exposición de Desarrollo de la Defensa, en la que se presentaron nuevas armas estratégicas y tácticas, Kim brindó un discurso en el que cargó contra Washington por tener una política “agresiva y hostil” que, inclusive, ha dejado a las partes al borde de una posible guerra nuclear.
“Hemos llegado tan lejos como hemos podido en las negociaciones con Estados Unidos y de lo que nos hemos cerciorado, por el resultado, no es de la coexistencia de la superpotencia, sino de su minuciosa postura de poder y de su política agresiva y hostil hacia nosotros que nunca podrá cambiar”, comenzó diciendo antes de reiterar sus amenazas sobre un enfrentamiento atómico: “Nunca antes las partes beligerantes de la Península coreana se habían enfrentado a una confrontación tan peligrosa y aguda que podría escalar hasta la guerra termonuclear más destructiva”.
Nos encontramos “en la peor fase de la historia”, con la península coreana como “el mayor punto caliente del mundo”, insistió, en un intento por sembrar el miedo con el fantasma de un enfrentamiento de mayor gravedad.
La relación entre Washington y Pyongyang siempre ha sido tensa. Sin embargo, entre 2018 y 2019, durante la primera presidencia de Donald Trump, los mandatarios mantuvieron tres encuentros sin precedentes en Singapur, Hanói y la frontera coreana.
Estas reuniones no lograron avances diplomáticos -dado que la Casa Blanca insistía en que el régimen debía abandonar su programa nuclear, mientras que este exigía un cese de las sanciones, que el republicano se negaba a conceder- pero sí dieron cuenta de un período de mayor calma en este frente.
En cambio, el mandato actual de Joe Biden estuvo marcado por un aumento de las tensiones con Pyongyang y con un fortalecimiento significativo de sus capacidades armamentísticas, con nuevas piezas y el lanzamiento cada vez más frecuente de misiles de prueba. También, se produjo un acercamiento de Kim con sus pares autoritarios de la región, como fue el caso del ruso Vladimir Putin, con quien firmó un acuerdo de asistencia mutua que contempló el envío de más de 10.000 oficiales para brindar soporte en la guerra en Ucrania.
Es por ello que el retorno de Trump a la presidencia estadounidense y la postura que desde allí adopte sobre Pyongyang han generado grandes expectativas. Si bien evitó referirse demasiado al tema, durante su campaña, el republicano aseguró que sus “enemigos internos” -en referencia a los demócratas- suponen un mayor riesgo para el país que Kim Jong-un, mientras que, el mes pasado, aseguró que las naciones “habrían tenido una guerra nuclear con millones de muertos”, de no ser por su relación con el dictador.
“Trump cree que su compromiso funcionó bien durante su primera presidencia, en el sentido de que siente que ‘resolvió' la cuestión nuclear norcoreana. Además, las cumbres de Trump con Kim atrajeron una importante atención mediática, que claramente disfruta”, opinó al respecto Ramon Pacheco Pardo, del King’s College de Londres.
(Con información de Reuters)
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