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martes, 5 de noviembre de 2019

Repos, tipos negativos, guerra comercial… Blackstone alerta de la madre de todas las burbujas. “Desde Angola hasta EEUU, los bancos centrales están trabajando horas extras para aplacar a los inversores, en lugar de mejorar sus economías. Casi todos los principales bancos centrales del mundo están en modo de relajación monetaria”, apunta Zidle. “Las tasas más bajas han aumentado los activos financieros, pero en general no han logrado estimular la economía real”.

Repos, tipos negativos, guerra comercial… Blackstone alerta de la madre de todas las burbujas. “Desde Angola hasta EEUU, los bancos centrales están trabajando horas extras para aplacar a los inversores, en lugar de mejorar sus economías. Casi todos los principales bancos centrales del mundo están en modo de relajación monetaria”, apunta Zidle. “Las tasas más bajas han aumentado los activos financieros, pero en general no han logrado estimular la economía real”.


“Los tipos más bajos han aumentado los activos financieros, pero en general no han logrado estimular la economía real”, alerta Blackstone.

Martes 05 de noviembre de 201907:00h
La inversión de la curva de tipos en EEUU, las rentabilidades negativas en Europa, la guerra comercial, los problemas en el mercado de repos, la caída en el sector manufacturero o la prima de plazo negativo podrían parecer problemas separados que analizar caso a paso. Pero para el estratega de Blackstone Joseph Zidle no son sucesos aleatorios, sino más bien diferentes síntomas que acabarán desembocando en el estallido de “la madre de todas las burbujas”.
“Al final de cualquier ciclo económico, a menudo recibimos advertencias que parecen no estar relacionadas. En retrospectiva, nos damos cuenta de que no fueron al azar”, advierte Zidle en un reciente informe. Así, muchos signos aparentemente no relacionados aparecieron durante la burbuja inmobiliaria: los precios de la propiedad se dispararon, un fondo del mercado monetario que rompió el cubo (‘break de bucket’ en el original, cuando el valor de un activo cae por debajo de un dólar) o el fracaso de un hedge fund respaldado por activos. “En retrospectiva, el papel que desempeñó cada uno de estos fenómenos en la crisis resultante fue obvio”, analiza el experto de Blackstone.

En ese sentido, para el autor la inversión en la curva de tipos de finales del mes de agosto “me obliga a escuchar las notas discordantes de nuestro tiempo”. La inversión de la curva no nos dirá qué está mal, solo que algo está mal. Los fallos en el mercado de repos, la deuda con rendimientos negativos, una prima de plazo profundamente negativa, los conflictos comerciales en todo el mundo y un colapso en el sector manufacturero no parecen estar relacionados en este momento, pero no creo que sean aleatorios”.

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“Cada ciclo termina con excesos. Las advertencias son normalmente sutiles y generalmente descartadas. El exceso de este ciclo es la deuda soberana”, considera Zidle, que califica el problema como “la madre de todas las burbujas”. “No espero una recesión en seis meses, pero tampoco creo que vaya a irse más allá de dos años”, alerta este experto.
Mientras, el índice S&P 500, el índice MSCI All-Country World y otras medidas importantes de los activos de riesgo se encuentran en sus máximos históricos o cerca de ellos. “Los inversores esperaban liquidez coordinada del banco central este año, y la obtuvimos. El porcentaje de bancos centrales que relajan las tasas de política monetaria se encuentra en el nivel más alto desde la crisis financiera mundial de 2008”, señala el experto de Blackstone, que alerta de los problemas derivados de las políticas monetarias ultraexpansivas.
“Desde Angola hasta EEUU, los bancos centrales están trabajando horas extras para aplacar a los inversores, en lugar de mejorar sus economías. Casi todos los principales bancos centrales del mundo están en modo de relajación monetaria”, apunta Zidle. “Las tasas más bajas han aumentado los activos financieros, pero en general no han logrado estimular la economía real”.
“Los tipos de interés han sido negativos en la eurozona desde 2014, y fueron aún más negativas en septiembre. Sin embargo, las tres grandes economías de Alemania, Francia e Italia han agregado solo 6.000 millones de euros en nuevo crecimiento hasta el segundo trimestre de 2019, mientras que sus capitalizaciones bursátiles aumentaron en más de 516.000 millones de euros durante el mismo período”. A su juicio, “empresas e inversores han tenido tan pocas oportunidades de inversión en la economía real que obligaron a los rendimientos de los bonos a ser negativos y llevaron a las acciones a niveles récord”.

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