The Economist: Perú dejó de ser un país democrático por conflictos tras el fallido autogolpe de Pedro Castillo
El autogolpe del expresidente izquierdista “debilitó su democracia inestable”. Siete cambios de presidentes en los últimos seis años, constantes enfrentamientos entre los poderes del Estado y la represión social marcaron este escenario.
La prestigiosa revista The Economist calificó como un “régimen híbrido” al Perú después del fallido autogolpe de Pedro Castillo y la actual gestión de Dina Boluarte, quien se encuentra en medio de una crisis política donde continúan las protestas en Lima y en varias regiones del sur que piden la renuncia de la mandataria, el cierre del Congreso actual y el adelanto inmediato de las elecciones generales para este año.
“Más al sur, un golpe fallido del presidente de Perú (después derrocado), Pedro Castillo, debilitó una democracia ya inestable. El índice ahora clasifica al gobierno de Perú como un ‘régimen híbrido’ en lugar de democrático”, relata en un informe de The Economist Intelligence Unit (EIU), que pone al país en el puesto 75 con una puntuación de 5.92.
La publicación también menciona que hubo un descenso modesto (-0,17) en la restricción de las libertades civiles en Perú.
The Economist Intelligence Unit Limited hizo un recuento de los hechos al recordar que Pedro Castillo “anunció inesperadamente que tenía la intención de cerrar el Congreso, convocar elecciones legislativas anticipadas, gobernar por decreto, reestructurar el poder judicial e imponer un toque de queda”; y lo comparó al exmandatario con Alberto Fujimori (1990-200), quien también cerró el Parlamento en 1992 en un intento “por concentrar el poder”.
El 7 de diciembre de 2022, Pedro Castillo dio un golpe de Estado. Ese día se tenía previsto el debate de la vacancia presidencial, presentada por tercera vez, en la sesión del Pleno del Congreso. Sin embargo, nada de esto sucedió cuando la entonces primera autoridad disolvió el Parlamento e instauró un gobierno de emergencia excepcional.
En un poco más de dos horas desde que se emitió el mensaje a la Nación, el expresidente fue intervenido por su propia seguridad en la avenida Garcilaso de la Vega, en el Centro de Lima. Actualmente se encuentra recluido en la sede de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) de la Policía Nacional del Perú (PNP) donde permanecerá los próximos 18 meses en prisión preventiva mientras se lleve a cabo el proceso de investigación por el presunto delito de rebelión y conspiración.
Por su parte, el Parlamento adelantó la sesión del Pleno del Congreso para debatir la vacancia presidencial que fue aprobada con 101 votos a favor y, posteriormente, asumió Dina Boluarte.
“Un entorno político inestable”
Para The Economist, actualmente el Perú vive “un entorno político inestable (seis presidentes y tres congresos diferentes que gobiernan el país desde 2016), una polarización extrema y una alta tolerancia hacia el gobierno militar”.
Y agrega que Dina Boluarte “presentó al Congreso una reforma constitucional para convocar a elecciones anticipadas e impuso un Estado de Emergencia por un mes”.
En efecto, desde que Pedro Pablo Kuczynski (PPK) fue electo presidente de la República venciendo en segunda vuelta a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, en 2016, todo siguió cuesta abajo en el país.
La presidencia de PPK solo duró dos años. Tras su renuncia el 23 de marzo de 2018 llegó a asumir su vicepresidente Martín Vizcarra que fue vacado por el Congreso de la República por “incapacidad moral” y ahora es investigado por los presuntos delitos de cohecho, colusión y asociación ilícita para delinquir.
Manuel Merino de Lama continuaría con la sucesión presidencial que duraría menos de cinco días: renunció por las protestas sociales en Lima en las que murieron los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado.
Francisco Sagasti asumió la presidencia por sucesión constitucional desde noviembre de 2020 hasta julio 2021 cuando tomó el cargo Pedro Castillo, en unas elecciones marcadas por Keiko Fujimori como ilegítimas pese a que los organismos internacionales, como la OEA, habían expresado que el conteo de votos había sido limpio y no existieron irregularidades.
Pedro Castillo dejó el cargo el 7 de setiembre de 2022, vacado por el Congreso de la República, después de su fallido autogolpe. Horas después, su vicepresidenta Dina Boluarte tomó el mando del Perú en medio de una crisis social y política, y varias protestas en el Perú que han dejado más de 55 muertos y no se detienen.
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