Los
bancos europeos están muy expuestos a la caída de
sus ganancias en países emergentes que contribuyen con 55 % como los austriacos
o a 40 % como los españoles, y no han realizado aumentos importantes en sus
provisiones, ni divulgan su exposición al sector energético, solo se limitan a
decir que el riesgo es manejable (a diferencia de EEUU donde 150 empresas del
sector de petróleo y gas, se encaminan a
la quiebra).
El
derrumbe del crudo y los mercados emergentes agobian a los bancos de Europa
http://lat.wsj.com/articles/SB10534371514278233437404581543290827282816?tesla=y
PHOTO: BLOOMBERG NEWS
Por Georgi Kantchev y Riva Gold
martes,
16 de febrero de 2016
0:04 EDT
Una de las
preocupaciones más recientes que ha golpeado las acciones de los bancos es
también la culpable de las turbulencias del mercado durante meses: el petróleo.
Durante
buena parte de la semana pasada, las acciones de los
bancos globales se derrumbaron, víctimas de las dudas de los
inversionistas sobre el crecimiento de la economía global, los requisitos de
capital y los efectos de las tasas de interés bajas y negativas. En Europa, no
obstante, ha surgido otra inquietud que ha coincidido con el desplome de los
precios del crudo.
Los temores
de que las empresas de energía se declaren en
bancarrota han afectado a los bancos estadounidenses, que desde hace
tiempo financiaron el auge del sector de esquisto. Últimamente, los
inversionistas han preguntado acerca de la exposición
en Europa, donde está menos documentada.
El petróleo
está causando otros dolores de cabeza para los bancos. El derrumbe de los
precios del crudo ha golpeado con fuerza a las economías emergentes a las
cuales los bancos están expuestos. Además, el abaratamiento del petróleo ha estimulado una inflación baja, lo que
prolonga la era de tasas de interés en
niveles mínimos que reducen las
ganancias de la banca.
El golpe
contra los bancos demuestra cómo el impacto del petróleo se sigue propagando y
se ha convertido en una influencia primordial en los mercados de renta
variable, en momentos en que las acciones y el precio
del crudo a menudo se mueven en la misma dirección.
La
correlación entre la cotización del crudo y las acciones de los bancos europeos
está en su nivel más alto desde 2012, según datos del banco suizo UBS. “Estamos
atrapados en una conexión donde los precios de las materias primas repercuten
negativamente en todas las acciones y los bancos”, dice Bo Christensen,
analista jefe de Danske Invest, que gestiona US$116.000 millones en activos.
Durante tres
años, los bancos europeos podrían registrar en total
unos US$27.000 millones en pérdidas de su cartera de préstamos a
empresas de energía, equivalente a 6% de las ganancias del sector antes de
impuestos, según un informe publicado la semana pasada por Bank of America Merrill Lynch.
Aunque las
acciones de los bancos repuntaron el lunes, el sector fue vapuleado la semana
pasada y el índice Stoxx Europe 600 Banks ha caído
cerca de 22% este año.
Entre las
acciones más castigadas figuran las de Credit Suisse y
Deutsche Bank, que este año acumulan descensos de 38% y 32%, respectivamente.
El sector
enfrenta numerosas preocupaciones, incluyendo la salud de la economía global y
el efecto de tasas de interés bajas, o negativas, en su negocio crediticio.
No obstante,
una razón creciente de inquietud es la exposición de
los bancos a los préstamos otorgados a las empresas de hidrocarburos.
Estas compañías se endeudaron entre 2011 y 2014, cuando los precios del
petróleo WTI y Brent, las referencias para Estados Unidos y el resto del mundo,
rondaban los US$100 el barril. Desde entonces, un exceso de suministro en el
mercado y una demanda tibia han contribuido a un derrumbe de más de 70% en los
precios, que ahora se ubican en torno a US$30 el barril.
En
América del Norte, cerca de 150 empresas de petróleo y gas corren el riesgo de
quebrar, según Bob Fryklund, estratega de la consultora IHS Energy. Los bancos estadounidenses de mayor
envergadura han apuntalado sus reservas con miles de millones de dólares para
afrontar un deterioro de sus préstamos a las compañías de hidrocarburos.
En Europa,
la cantidad de bancos que se preparan para una crisis es menor. “Los
bancos europeos aún no han realizado aumentos importantes en sus provisiones”
para resguardarse de un deterioro de su cartera de préstamos, dijo un reciente
informe de J.P. Morgan.
Según UBS,
el sector de energía representa alrededor de 3% de la cartera de créditos de
los bancos europeos. En el caso de algunas entidades, como la británica Standard Chartered o la noruega DNB, la exposición podría ascender a 5%.
DNB, el
mayor banco noruego, no quiso referirse al tema. Standard Chartered aludió a
los comentarios de su presidente ejecutivo, Bill Winters, quien indicó en
noviembre que 94% de su exposición a las materias primas es a través de
compañías estatales o empresas capaces de “sobrevivir cómodamente” con un
precio de US$40 el barril.
Los bancos europeos dicen que su
exposición al sector energético es manejable. Algunos analistas, como los del propio UBS, concuerdan.
BNP Paribas clasifica sólo 20% de los créditos
del sector a las compañías energéticas como de alto rendimiento, es decir de
mayor riesgo, y proyecta pérdidas en torno a los 6.000 millones de euros (unos
US$6.700 millones), de un total de alrededor de 400.000
millones de euros de deuda de compañías de energía.
De todos
modos, otros inversionistas y analistas no están conformes. Dicen que los bancos europeos no publican información suficientemente
detallada sobre su exposición al sector energético. Eso genera
incertidumbre.
“Los europeos
habitualmente no han revelado sus niveles de provisiones contra su exposición
energética, lo que dificulta las comparaciones con los bancos estadounidenses”, afirmó un reciente reporte de Morgan Stanley.
Por otro
lado, el derrumbe de los precios del crudo ha
afectado a muchos mercados emergentes donde los bancos tienen una exposición importante. La
recaudación tributaria y la inversión han descendido y los despidos se han
multiplicado.
Brasil, por ejemplo, es uno de los mayores
mercados de Banco Santander. Standard Chartered
tiene una amplia presencia en Medio Oriente y África.
Cerca de 55% de la exposición de los bancos austríacos y 40% de la de
los bancos españoles en el extranjero está en los mercados emergentes, según
un informe de la Autoridad Bancaria Europea, el
regulador bancario de la Unión Europea.
El exceso de
petróleo en el mercado también está afectando a los bancos centrales, puesto
que el retroceso de los precios contiene una inflación que ya es considerada
muy baja. El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Japón son algunos de los
que han mantenido las tasas de interés sumamente bajas, o incluso bajo cero,
con el fin de mantener a raya las presiones deflacionarias.
Mario
Draghi, presidente del BCE, mencionó el lunes la caída del petróleo como una influencia en la
inflación de la zona euro. El funcionario aseveró que el BCE “no vacilará” en
intervenir si esto, y otros factores, amenazan con hacer caer los precios en la
región. El crudo barato está ayudando a prolongar la era de tasas de interés
bajas o negativas, lo que les dificulta a los bancos ganar dinero a través de
préstamos. Esta ha sido una de las grandes preocupaciones de las últimas
semanas.
“Hay una fijación de
que un precio del petróleo realmente bajo perturbará la economía global, los
mercados de crédito y los bancos”, señala Karen Olney, estratega de UBS.
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