martes, 9 de febrero de 2016

En cuestión de segundos la bolsa de Japón (el Nikkei ) cayó 5,4% ;los bancos centrales están a merced de la recesión mundial; el yen se aprecio, dificultando las exportaciones japonesas y el Banco de Japón puso una tasa de interés negativa para los rendimientos de los bonos del gobierno (para que la gente no ahorre sino que gaste).//Por Eleanor Warnock y Peter Landers encontrado en el WSJ

En cuestión de segundos la bolsa de Japón (el Nikkei ) cayó 5,4% ;los bancos centrales están a merced de la recesión mundial;  el yen se aprecio, dificultando las exportaciones japonesas  y el Banco de Japón puso una tasa de interés negativa para los rendimientos de los bonos del gobierno (para que la gente no ahorre sino que gaste)

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El rendimiento negativo de los bonos japoneses amenaza a la ‘Abeconomía’

http://lat.wsj.com/articles/SB11367896514743233719004581531124078073748?tesla=y





PHOTO: ZUMA PRESS

Por Eleanor Warnock y Peter Landers

martes, 9 de febrero de 2016 17:24 EDT

TOKIOLas acciones japonesas se desplomaron el martes y el rendimiento de los bonos del gobierno de largo plazo cayó en territorio negativo por primera vez en la historia como parte de una fuga de los inversionistas globales hacia los activos considerados más seguros, una tendencia que amenaza con hacer añicos el delicado equilibrio en los mercados que el primer ministro, Shinzo Abe, y el banco central han tratado de edificar.


El Promedio de Acciones Nikkei, que reúne a las principales compañías del país, retrocedió 5,4% a 16.085,44 puntos, su mayor descenso porcentual en una jornada desde junio de 2013, mientras que el yen alcanzó su cotización más alta frente al dólar desde 2014 ante la preocupación en torno a la debilidad del crecimiento global. Los inversionistas se abalanzaron sobre los bonos del Tesoro a 10 años, cuyo rendimiento llegó a -0,035%. Japón, de esta manera, se une a Suiza como los únicos países con tasas de interés de largo plazo negativas.

Por su parte, en Estados Unidos, el Promedio Industrial Dow Jones repuntó hacia el final de la jornada y anotó una caída de apenas 13 puntos, menos de 0,1%, para quedar en 16.014 unidades, luego de llegar a perder 146 puntos.

El Banco de Japón introdujo el mes pasado tasas negativas sobre ciertos fondos que los bancos comerciales depositan en el banco central. La decisión ha hecho caer los rendimientos de los bonos de corto y largo plazo.

Los economistas, sin embargo, advierten que es improbable que las tasas negativas reactiven la economía y que el descenso de los rendimientos a largo plazo del martes refleja que el programa del gobierno de Abe y el Banco de Japón para estimular el crecimiento está a merced de las fuerzas globales. Tales fuerzas, como un crecimiento débil, la incertidumbre sobre la economía china y el alza de las tasas en Estados Unidos, probablemente persistirán y anularán los beneficios de las tasas negativas.

“Si el interés negativo o las tasas más bajas aumentara mi número de clientes de alguna manera, entonces tal vez invertiría en el negocio, pero eso no ha sucedido”, dijo Yoshi Noguchi, quien administra un estudio para ensayos de música en Tokio. “Para tener una relación con el banco me endeudo, pero pongo esos fondos en el banco”.

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Los economistas prevén una contracción de la economía japonesa en el cuarto trimestre de 2015, la segunda en los últimos tres trimestres. Los datos oficiales se divulgarán el 15 de febrero.

Las tasas negativas no les convienen a los ahorrantes. Para una persona promedio sería mucho más fácil guardar sus yenes debajo del colchón y el gobierno japonés acaba de cancelar una pequeña oferta de bonos a 10 años dirigida a particulares. La situación, sin embargo, es diferente para los bancos o las aseguradoras que tienen que buscar un lugar donde colocar sus cientos de miles de millones de dólares.

Mitsubishi UFJ Financial Group Inc., el mayor banco japonés, tenía hasta el 31 de diciembre 156 billones de yenes en depósitos. Si puede encontrar deudores con buena capacidad de pago estaría en excelente situación, pero ante la debilidad de la economía japonesa y la disminución de la población en edad de trabajar, la demanda de crédito es floja.



Hasta hace poco, si todas las alternativas fallaban, las entidades financieras depositaban su dinero en el banco central y obtenían un interés de 0,1% en la mayoría de lo que el Banco de Japón denomina “depósitos actuales”. No obstante, el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, anunció el 29 de enero un cobro de menos 0,1% sobre ciertos depósitos a partir del 16 de febrero y advirtió que podría seguir bajando la tasa si lo estima necesario.

La decisión hizo que los bancos y las instituciones financieras se volcaran sobre los bonos del gobierno japonés a 10 años o más, que hasta el martes seguían ofreciendo una tasa positiva. Incluso el martes, la tasa seguía siendo más conveniente que el menos 0,1% de Kuroda.

“Creo que los inversionistas pondrán a prueba hasta dónde puede caer el rendimiento”, señaló Yukio Ishizuki, estratega del mercado de divisas de Daiwa Securities.

Las tasas negativas son comunes en Europa e incluso pueden ser más bajas en deuda de menor plazo. Una emisión de cinco años en Japón ofrece una tasa de menos 0,26%. Cuando no hay otro lugar donde colocar el dinero, es el precio que están dispuestos a pagar los inversionistas por encontrar un hogar, en lugar de comprar más colchones para guardar su dinero.

Las tasas de interés bajas tienen un efecto expansivo para la economía al estimular el endeudamiento, que es justamente lo que pretende el Banco de Japón. Sony Bank ofreció el martes un crédito hipotecario a una tasa variable de 0,54%. Las tasas negativas también sugieren que el gobierno no tendría inconvenientes para seguirse endeudando si desea estimular la economía mediante el gasto fiscal.

Sin embargo, un efecto expansivo no se ha producido. Los economistas señalan que uno de los objetivos del Banco de Japón era que los inversionistas vendieran yenes y compraran dólares, abaratando el valor de la moneda local, lo que ayudaría a los exportadores. El yen, no obstante, se ha apreciado contra el dólar.

Desde sus inicios, hace más de tres años, la política de estímulo del gobierno y el banco central, conocida como Abeconomía, se basó en el debilitamiento del yen. Eso abarata las exportaciones e infla los ingresos en dólares que obtienen las empresas en el exterior. El tipo de cambio ayudó a propulsar las ganancias de las compañías japonesas a niveles récord en los últimos trimestres.


“El gobernador Kuroda empieza a perder sus poderes divinos”, dijo Yuichi Kodama, economista jefe de Meiji Yasuda Life Insurance. “En otras palabras, uno de los pilares más importantes de la Abeconomía se está desvaneciendo”.

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