US$
120,000,000,000 de Default venezolano con una probabilidad de 97 % (Los fondos
de pensiones de EEUU en Fidelity
Investments en peligro ) Venezuela paga intereses astronómicos de 36 % por su
deuda soberana para quedar bien con el imperialismo, pero mata a su pueblo de
hambre.
no son refugiados sirios sino, Venezolanos haciendo colas que duran horas para conseguir unos cuantos panes etc. a propósito, la inflación venezolana es 4 veces la de Siria un país en guerra de todos contra todos
Con
vencimiento a la vista, Venezuela se enfrenta al escepticismo sobre su deuda
http://lat.wsj.com/articles/SB12280225896314624299704581531193361058366?tesla=y
Consumidores
venezolanos hacen fila en un mercado de Caracas para comprar alimentos
subsidiados. PHOTO: MERIDITH KOHUT/BLOOMBERG NEWS
Por CAROLYN CUI
miércoles,
10 de febrero de 2016
0:05 EDT
Para los
inversionistas en mercados emergentes, Venezuela ha pasado de ser una fuente de
oportunidad a un motivo de alarma.
Los bonos
del país sudamericano generaron el año pasado retornos de dos dígitos para los
inversionistas, superando con creces el desempeño de la deuda soberana de otros
países.
En los
últimos meses, sin embargo, el entusiasmo por la deuda venezolana se ha
evaporado ante el derrumbe de los precios del petróleo, el debilitamiento del
bolívar y el déficit comercial. Los
precios de los bonos venezolanos cayeron casi 15% en enero, según J.P. Morgan.
Se espera
que Venezuela, uno de los mayores deudores de los mercados emergentes, pague
los US$1.500 millones que vencen este mes. Los
interrogantes, dicen los inversionistas, giran en torno a lo que ocurrirá en
los próximos años y si vale la pena quedarse con los bonos, o venderlos.
“La pregunta no es si
Venezuela caerá en cesación de pagos, sino cuándo lo hará”, dice Russ Dallen, socio del banco de
inversión Latinvest Group Holdings.
Venezuela no
ha entrado en default desde 1982 y el presidente Nicolás Maduro acaba de
reiterar la intención de su gobierno de cumplir con las obligaciones del país.
El mandatario señaló en cadena nacional el mes pasado que “Venezuela tiene
ética y moral” y que el país “ha honrado y seguirá honrando” sus compromisos.
Durante la
última década, el gobierno y la estatal Petróleos de
Venezuela (PDVSA) han emitido deuda por unos US$120.000 millones en los
mercados internacionales. Entre sus tenedores figuran algunos de los
principales gestores de renta fija como Ashmore Group y
Fidelity Investments. Las firmas no quisieron referirse al tema o no
respondieron a solicitudes de comentario.
La
probabilidad de una cesación de pagos en un plazo de cinco años puede llegar a 97%, si
se mide por el costo de asegurar la deuda de ese país contra un default.
Hay mucho en
juego, y no sólo para Venezuela. Una cesación de pagos generaría
una onda expansiva que podría envolver a otras economías emergentes,
muchas de las cuales aumentaron sus niveles de endeudamiento durante el
reciente auge de los precios de las materias primas. El Fondo Monetario
Internacional ha advertido acerca de las altas deudas de estos países ahora que
los precios de los commodities se han derrumbado.
ENLARGE
Otros países
dependientes del petróleo tratan de conseguir crédito como puedan. Nigeria y Angola, por ejemplo, buscan obtener
financiamiento de organismos multilaterales para cubrir sus déficits.
Puesto que
la deuda venezolana es un activo popular en las carteras de los fondos
dedicados a los mercados emergentes, una cesación de pagos podría obligar a
algunos inversionistas a vender esos bonos y evitar un proceso de
reestructuración que podría ser prolongado y generar nuevas pérdidas para los
tenedores de bonos, señala Victor Fu, director de
estrategia soberana de mercados emergentes de Stifel Nicolaus & Co.
La proveedora de datos Morningstar Inc. calcula
que casi dos tercios de los fondos de
mercados emergentes poseen bonos venezolanos.
Será “una reestructuración
muy desordenada”, vaticina Alejo Czerwonko, estratega de mercados emergentes de
UBS Wealth Management, tomando en cuenta el tamaño de la deuda venezolana.
China ha
provisto a Venezuela una fuente estable de financiamiento a cambio de petróleo,
pero a medida que su economía pierde bríos, Beijing ha sido renuente a otorgar
nuevos préstamos.
El entorno
político venezolano también se ha vuelto más volátil. La asunción del control
de la Asamblea Nacional por una coalición opositora tras las elecciones de
diciembre representó la primera derrota del Partido Socialista desde la llegada
al poder del difunto presidente Hugo Chávez, en 1999.
James
Barrineau, codirector de deuda de mercados emergentes de Schroders Investment Management, que gestiona unos US$446.500
millones, dice que no quiere saber nada con la deuda venezolana debido a lo
que considera la falta de información confiable acerca de la salud económica y
fiscal del país. “Es imposible de analizar”, indica. El gobierno de Maduro ha
adoptado algunas medidas extremas, como reducir
drásticamente las importaciones de alimentos y medicinas, con el fin de
conservar dólares para pagarles a los bonistas.
Venezuela
sorprendió a los escépticos cuando sus bonos soberanos generaron un retorno de 17% el año pasado, frente a un índice de referencia
que apenas rindió 1,2%, según J.P. Morgan. El buen desempeño se produjo después
de una oleada de ventas a fines de 2014. Algunos inversionistas apuestan a que
el país tiene los recursos y la voluntad política de servir su deuda.
Esa
confianza pareció esfumarse este año conforme el petróleo continuó su caída y
los precios de los bonos soberanos perdieron 14,7% en enero, para convertirse
en los de peor desempeño entre los mercados emergentes.
Después de
acumular importantes superávits durante años, Venezuela empezó a registrar un
déficit de cuenta corriente a mediados de 2014. El gobierno, al contrario de lo
ocurrido en otros países, no creó un fondo de estabilización durante los años
de bonanza. Sus reservas en moneda extranjera, en su mayor parte en oro,
cayeron el año pasado a su menor nivel en 12 años.
Salvo que se
produzca un súbito repunte de los precios del petróleo, Venezuela tendrá que reestructurar pronto su deuda para no caer
en cesación de pagos, señalan calificadoras de crédito e inversionistas. Se
calcula que Venezuela tendrá que financiar un déficit
externo de US$33.000 millones este año si el crudo ronda los US$30 el barril, señala Jaime Reusche, analista de
deuda soberana de Moody’s Investors Service.
Su
determinación de pagar la deuda, sin embargo, puede ayudar a Caracas a
convencer a algunos inversionistas. El precio de los US$1.500 millones en bonos
que vencen este mes subió este año 7%, a 95 centavos por dólar.
El Fondo de
Mercados Emergentes de TIIA-CREF, de US$213 millones, compró este bono “porque
opinamos que hay una mayor probabilidad de que paguen” de lo que sugieren los
precios, dice Katherine Renfrew, cogestora del fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario