Entendiendo la Lucha de Dos Líneas, una necesidad rampante en el camino hacia el socialismo.
Nota del autor del blog: la busque esta nota en Internet para saber ¿que es lo que querían decir en la publicación anterior? .
A pesar de su descomunal importancia, parece que ciertos sectores del Movimiento Comunista parecen renegar de la Lucha de Dos Líneas ¿A que se debe? ¿Puede ser por falta de comprensión? ¿O es otro ejercicio deshonesto del que ya nos tienen acostumbrados los eurocentristas que claman contra Mao Zedong? Analicemos que es la lucha de dos líneas y por que es fundamental para el triunfo del comunismo.
Comprendiendo el concepto dialéctico de la unidad de los opuestos
La Lucha de Dos Líneas no es un pensamiento nacido mágicamente por concepciones idealistas. Como buen análisis marxista, es resultado del análisis materialista, Mao dijo: “La filosofía marxista sostiene que la ley de la unidad de los opuestos es la ley fundamental del universo. Esta ley opera universalmente, ya sea en el mundo natural, en la sociedad humana o en el pensamiento del hombre. Entre los opuestos en una contradicción existe a la vez unidad y lucha, y es esto lo que impulsa a las cosas a moverse y cambiar “. Esto significa que todas las cosas en el mundo son entidades contradictorias. No hay nada que no contenga contradicciones. Sin contradicción, nada existiría y, por supuesto, no habría desarrollo del que hablar. En consecuencia, al observar algo, debemos ser conscientes de sus dos aspectos mutuamente contradictorios, estudiar cómo conviven en una sola entidad y cómo luchan entre sí y, bajo ciertas condiciones, cómo se transforman unos en otros. Si solo vemos un aspecto y no el otro, y descuidamos la unidad y la lucha de los opuestos, cometeremos errores metafísicos e idealistas. En la naturaleza hay (obviamente) una infinidad de ejemplos de esto. Las leyes de la física, puesto que donde hay atracción, también hay repulsión. Electricidad positiva y negativa. Polo Sur y Polo Norte, contrarios, pero dependientes uno del otro. Aproximación y separación, contracción y expansión, absorción y radiación, cohesión y difusión, unión y disociación, combinación y descomposición y un etcétera que se torna infinito. La sociedad humana no está exenta de esto.
La sociedad humana es una sociedad llena de toda clase de contradicciones. La contradicciones fundamentales de la sociedad son esas entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base económica. Si solo hubiera unidad y no contradicciones entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas ni entre la supertructura y la base económica, la sociedad humana no solo sería incapaz de desarrollarse, si no que tampoco existiría.
Tales contradicciones continúan en la sociedad socialista, no desaparecen. La burguesía sigue existiendo y luchando contra el proletariado. El proletariado usa la dictadura de la mayoría para imponerse contra la minoría reaccionaria. En la sociedad socialista, los factores comunistas y los factores capitalistas y el proletariado y la burguesía interactúan e interpenetran y en determinadas condiciones se transforman unos en otros. Aunque la burguesía se declinara constantemente, no se resignaría a su derrota, sino que se enfrentaría una y otra vez contra el proletariado, lanzando ataques utilizando los vestigios en los campos económico, moral e intelectual sobrantes de la vieja sociedad. Hay que restringir a la burguesía con todos los métodos que estén al alcance.
Y por supuesto, al contrario de lo que muchos revisionistas y otros elementos deshonestos creen, estas contradicciones no se desvanecen en el Partido Comunista. Ni antes, ni durante, ni después de la revolución. Y aquí es donde entra la Lucha de Dos Líneas.
Entendiendo la Lucha de Dos Líneas
Aplicando las leyes del materialismo dialéctico al propio Partido Comunista, Mao reveló que el partido era una “unión de opuestos” entre la línea Marxista-Leninista, la dirección del partido y otras líneas, erróneas de pensamiento que finalmente reflejaban otras perspectivas de clase. También señaló como esto se agudizaba en el periodo del socialismo, cuando la burguesía estaba “justo en el partido comunista” Un importante libro de texto del Partido Comunista Chino escrito bajo el liderazgo de Mao decía: “La lucha de clases en la sociedad inevitablemente tiene su reflejo dentro del Partido, y esto aparece de manera concentrada en la forma de la lucha de dos líneas dentro del Partido, esto también es una ley objetiva. La razón por la cual no puede haber duda de que la lucha de clases en la sociedad tiene su reflejo en el Partido, es que nuestro Partido no vive en un vacío, sino en una sociedad en la que existen clases, y es posible para la ideología burguesa , la fuerza de los viejos hábitos y las tendencias revisionistas internacionales de pensamiento para afectar y envenenar al nuestro del Partido … Las diez principales luchas de dos líneas que nuestro Partido ha atravesado en el transcurso de sus 50 años de historia han sido todas reflexiones dentro del Partido de la lucha de clases a nivel nacional e internacional … “
Mucho antes de Mao, hubo importantes luchas contra el revisionismo y el oportunismo. La lucha contra Trotsky, pero también la lucha de Lenin contra los revisionistas de la Segunda Internacional, la lucha de Marx contra Proudhon, y así en una sucesión de ejemplos de ejemplos históricos. Mao sintetizó la experiencia pasada del movimiento comunista internacional y pudo comprender por qué y cómo tuvieron lugar estas repetidas luchas. En este sentido, tuvo que someter algunas experiencias pasadas a críticas y análisis. Mao entendió que no basta simplemente eliminar a los líderes revisionistas de su cargo. La lucha de el marxismo contra el revisionismo y la burguesía debe ser llevada a las masas y su atención debe enfocarse en la línea política.
Más que una enseñanza correcta o una puntualización destacable, la tesis de Mao sobre la Lucha de Dos Líneas en el partido está inextricablemente ligada a todo el análisis que Mao hizo de la naturaleza de la sociedad socialista, la lucha de clases bajo el socialismo, la existencia continua de la burguesía y la necesidad de llevar adelante la revolución incluso bajo condiciones de dictadura proletaria. Este entendimiento fue el fundamento político de la Gran Revolución Cultural Proletaria, el caldero del cual el maoísmo emergió triunfalmente como la nueva y más alta etapa del marxismo en su época. Dentro del Partido Comunista existen dos aspectos mutuamente contradictorios, es decir, también existe la lucha entre la línea correcta y la línea incorrecta. Esto es un reflejo dentro del Partido de las contradicciones de clase en la sociedad y las contradicciones entre lo nuevo y lo viejo.
¿Por que iba a estar nadie en contra de una concepción que desde un punto de vista marxista llega a rozar lo obvio? Muchos de los detractores de esta idea se apoyan en las afirmaciones de Enver Hoxha. Hoxha argumentó que Mao “había permitido” a la burguesía en el partido simplemente porque Mao reconoció la existencia objetiva de la burguesía y la línea revisionista en el partido y de ahí la necesidad de luchar para evitar el surgimiento del revisionismo. Hoxha intentó enfrentar la experiencia de Stalin con la comprensión más avanzada de Mao y su práctica al dirigir la Gran Revolución Cultural Proletaria. Intentó argumentar que admitir la existencia objetiva de la línea burguesa sería una confesión de la debilidad del partido proletario. Hoxha argumentaba en términos de la “pureza” del partido, con el corolario de que el revisionismo solo podía ser explicado por la mano directa del enemigo, y no sobre la base de las contradicciones internas del propio partido. La lucha de los bolcheviques contra Trotsky fue precisamente un ejemplo de una lucha de dos líneas. Stalin movilizó a todo el partido bolchevique y a todo el movimiento comunista internacional a fondo para derrotar rotundamente a Trotsky, sus seguidores y, sobre todo, su línea. De hecho, fue a través de esta gran lucha que todo el movimiento comunista internacional consolidó una comprensión básica de una serie de cuestiones políticas vitales que hoy damos por sentadas, por ejemplo, la posibilidad de construir una sociedad socialista en un solo país si se enfrenta con esa necesidad, el carácter de dos etapas de la revolución en los países oprimidos. Usando argumentos en los que Hoxha (y sus seguidores hoy en día) intentan basarse en Stalin, pero se basan en sus puntos débiles y limitaciones, no en sus contribuciones genuinas y abrumadoramente positivas, pecan de un idealismo atroz y de deshonestidad revisionista al usar una figura como la de Stalin de una manera tan impúdica.
De hecho, si examinamos las diversas luchas de dos líneas lideradas por Mao contra las líneas revisionistas en el Partido Comunista de China, podemos ver que casi inevitablemente la lucha contra un cuartel revisionista en el partido involucra diferentes grados de intriga por el contraataque abierto. enemigo revolucionario. Podemos ejemplificarlo con el caso de Lin Biao. Lin Biao planificó un asesinato contra Mao, en conjunción con los revisionistas soviéticos. El avión de Lin Biao se estrelló cuando intentaba escapar a la Unión Soviética y murió. La concepción maoísta de la lucha de dos líneas no significa que se deba tolerar revisionistas acérrimos en el partido ni que la lucha contra tales revisionistas deba limitarse a la crítica y la autocrítica. Lin Biao había sido denunciado, Liu Shaoqi (Murió en la cárcel) había sido denunciado, Deng Xiaoping (Pasó tiempo en la cárcel) había sido denunciado y los dos primeros fueron denunciados después de su muerte durante mucho tiempo. Se pidió a las masas de China que profundizaran las críticas y fueran partícipes en la lucha contra la línea burguesa (¡Llamó a bombardear el cuartel general!). ¿Que hacían el resto de partidos “comunistas” de la época? Asegurar que en su partido no existía una línea burguesa ni revisionista. Idealizarse a si mismos, creyéndose perfectos y no haciendo nada para combatir al ala reaccionaria.
La importancia de la Revolución Cultural como expresión de la Lucha de Dos Lineas
La Gran Revolución Cultural Proletaria fue el crisol decisivo en el que el desarrollo del marxismo-leninismo.
Los reaccionarios y revisionistas de todos los estratos han concentrado sus ataques en la Gran Revolución Cultural Proletaria y sus lecciones políticas e ideológicas y sus cimientos porque quieren negar la universalidad del maoísmo. También hay fuerzas que afirman ser parte del movimiento comunista internacional hoy que rinden homenaje a las grandes contribuciones revolucionarias de Mao e incluso a su “lucha contra el revisionismo” al mismo tiempo luchando con uñas y dientes contra el maoísmo como una tercera etapa del marxismo y especialmente contra La línea y la práctica de Mao de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado a través de la Lucha de Dos Líneas.
Pensadores burgueses a menudo han intentado calumniar a la GRCP como una lucha por el poder en la parte superior del Partido por algunos individuos o “camarillas”. De acuerdo con este punto de vista, las masas en la GRCP fueron cínicamente manipuladas por Mao y los revolucionarios. Este tipo de “interpretación” del GRCP se puede esperar de los enemigos de clase y de los eruditos burgueses reaccionarios, cuya propia perspectiva de clase les impide comprender el papel de las masas.
Esta misma línea de ataque (que el GRCP no fue más que una lucha de poder burgués en las altas esferas del Partido) también se hace eco por los llamados críticos comunistas. Este fue un sello distintivo del ataque de Enver Hoxha contra Mao después de la muerte de este último y la reversión del gobierno proletario en China a uno burgués. Otros que no estaban de acuerdo con las conclusiones reaccionarias de Hoxha de que Mao era un “nacionalista”, un “populista” y así sucesivamente, tendían a compartir algunos de los métodos de pensamiento de Hoxha, especialmente su incapacidad para comprender la verdadera naturaleza de las dos líneas lucha en China. Especularon en voz alta acerca de por qué Mao simplemente no rechazó a los revisionistas en el Partido por métodos administrativos y terminó con ellos.
En una notable entrevista en 1967 (Realizada por la delegación militar albanesa), Mao respondió la pregunta de la delegación: “¿Cuál crees que es el objetivo de la Gran Revolución Cultural?” Mao dijo “Luchar contra los seguidores del camino capitalista es la tarea principal, pero de ninguna manera es el objetivo. El objetivo es resolver el problema de la perspectiva mundial, es la cuestión de sacar las raíces del revisionismo”. Aquí podemos observar que para Mao, a diferencia de Hoxha, no había una gran barrera entre la necesidad de aplastar un cuartel contrarrevolucionario y la lucha política e ideológica. El objetivo político inmediato — derrocar a los seguidores del camino capitalista — fue un medio y un vehículo para llevar adelante la lucha general para arrancar las raíces del revisionismo. El propósito de llevar a cabo la lucha de dos líneas no es “conciliar” con la Línea derechista oportunista ni con el revisionismo. Se trata de “elevar la lucha al nivel de la línea” y sobre esa base criticar, repudiar y derrotar absolutamente a la línea burguesa.
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