martes, 25 de diciembre de 2018

Objetivo 2020: Los líderes mundiales tendrán 365 días para evitar una nueva crisis global

Objetivo 2020: Los líderes mundiales tendrán 365 días para evitar una nueva crisis global

https://www.vozpopuli.com/economia-y-finanzas/Objetivo-2020-lideres-mundiales-frenar-crisis-global_0_1201980088.html
Blackrock, la mayor gestora de fondos del mundo ya ve indicios de una nueva crisis mundial en 2020. A este pesimismo se suman muchas voces, que advierten sobre un 2019 muy complicado. La guerra comercial, el auge de los populismos a nivel global, el brexit y el fin de las ayudas del BCE provocarán un nuevo panorama macroeconómico mundial
Reunión del G7
Reunión del G7
El fin de ciclo va a llegar antes de lo esperado. O eso es lo que se deja ver entre las palabras de los expertos mundiales. La mayor gestora de fondos, Blackrock, ya ha lanzado la primera piedra y son muchos los que le han seguido. El 'runrún' de una nueva crisis global es cada vez más fuerte y todos quieres estar preparados para ese momento. 
El motivo por el que la economía mundial se ha frenado tan rápido este año guarda relación con los grandes problemas geopolíticos, porque los fundamentales de las empresas siguen siendo buenos. 
Es por ello que 2019 será un año clave, en el que todas las decisiones políticas cuentan. Está en manos de los grandes líderes poder frenar esta nueva recesión, que en su escenario más grave podría ser incluso peor que la última vivida. Está en juego el buen funcionamiento del comercio mundial, el futuro de la Unión Europea tal y como la conocemos y el crecimiento de los países emergentes. 

Guerra comercial 

El problema más grande es la guerra comercial abierta entre Estados Unidos y China. La medida anunciada en septiembre por la administración Trump del arancel del 10% sobre la mayoría de los productos chinos superó las expectativas pese a que el nivel del arancel era inferior a lo que cabía temer.
Pero cuidado, porque podría aumentar en enero hasta un 25% tras las medidas tomadas por China. Las negociaciones se volverán a abrir el próximo año, tras haberse quedado paradas en la reunión del G20 en Buenos Aires.
JP Morgan destaca que dicha "agresión comercial" golpeó la economía china en un momento en el que el crecimiento ya se desaceleraba rápidamente en respuesta a una política más restrictiva de Pekín. Esto provocó un doble impacto en los mercados emergentes, junto con el incremento de los costes de  endeudamiento como resultado del aumento de los tipos de interés de Estados Unidos.
Desde Bankinter consideran que estamos en el momento más tenso de estas negociaciones y siguen apostando por un final feliz. "Se trata de una guerra abierta no militar  por el dominio tecnológico, y China es la parte más vulnerable en lo comercial (exporta unos 500.000 millones de dólares al año a Estados Unidos, mientras que el flujo inverso es de sólo 125.000 millones), pero Estados Unidos necesita un acuerdo no beligerante con uno de sus principales acreedores (por deuda emitida)", expone el banco español. 
Estados Unidos ya no es el motor de crecimiento mundial
A esto hay que sumarle que la economía de Estados Unidos ya no es el motor de crecimiento mundial, ya no arrastra y de hecho su 'gasolina' apenas les da para seguir creciendo a buen ritmo. De hecho, JP Morgan no cree que el destacado comportamiento económico superior de Estados Unidos se mantenga en el transcurso de 2019. El estímulo fiscal que provocó un subidón intenso en 2018 irá perdiendo fuerza previsiblemente en los próximos trimestres, y se espera que el crecimiento general del PIBestadounidense se modere a menos del 2% para finales de 2019.
Las rebajas fiscales podrían haber generado efectos más duraderos si se hubiera incrementado la inversión de las empresas. Pero, a la vista de la incertidumbre geopolítica, las empresas están postergando las inversiones. El efecto más fuerte se ha dejado sentir en Europa y Asia, pero cada vez es más evidente que la propensión al gasto en bienes de equipo también se está reduciendo en EE. UU.

Europa 

Si Estados Unidos tiene un año complicado por delante, el de Europa no se queda atrás. El Viejo Continente tiene muchos frentes abiertos que se tendrán que saldar en 2019, y muchos no tienen buena pinta. 
El BCE dejará de comprar activos (QE) y se espera que comienza a subir tipos a mitad de 2019, aunque hay voces como las de JP Morgan que ya comienzan a dudar que se produzca tras el segundo trimestre. 
Desde el IEB explican que la inflación se está aproximando hacia los objetivos fijados por el banco central, después de que el encarecimiento del petróleo y la subida del euro dispararan los precios durante varios meses de 2018, pero se observa un aumento de la incertidumbre para el crecimiento económico que está vinculada a factores globales, por lo que podría ser un motivo para no endurecer su política monetaria
Paralelamente a las medidas del BCE, en Europa hay que estar atentos a la amenaza de un mayor proteccionismo y la necesidad de prestar atención a la persistente volatilidad del mercado propiciada, en parte, por la inestabilidad que genera en el mercado de deuda el gobierno de Italia.
El país transalpino sigue generando grandes dudas e incertidumbre. Su Gobierno tenía como objetivo un déficit presupuestario del 2,4% del PIBpara 2019, por encima del nivel previamente comunicado por el Ministro de Finanzas Giovanni Tria, y en el extremo superior de las expectativas del mercado.
Finalmente, este 19 de diciembre la Comisión Europea (CE) e Italia lograron un acuerdo sobre los presupuestos, que evita por el momento la imposición de sanciones, después de que el Gobierno de Roma rebajara su previsión de déficit al 2,04% del PIB.
De todas formas, el nuevo objetivo de déficit sigue siendo superior al 0,8% propuesto por el anterior Ejecutivo socialdemócrata italiano.
El Gobierno actual tampoco convence y da alas a los populismos más radicales en los países más cercanos. No se pone en duda la salida de Italia de Europa, es la tercera economía más grande, pero los mercados si que lo están comenzando a descontar. 
Otro frente abierto en Europa es el brexit
En Reino Unido la situación no está mejor. El país inglés ha alcanzado un principio de acuerdo con la Unión Europea, pero siguen habiendo turbulencias que llegan desde Londres, donde parece que ciertas voces todavía cuestionan el proceso.
El debate sobre el acuerdo del "brexit" se reanudará el próximo 9 de enero en el Parlamento británico. Está previsto que los diputados discutan sobre el pacto desde ese miércoles hasta el 11 de enero, aunque esta última jornada tendrá que ser aprobada por la cámara porque es el día en el que los parlamentarios están en sus circunscripciones, explica la Agencia EFE. El debate podría prolongarse, ya que se espera que los representantes políticos tengan la oportunidad de discutir el acuerdo durante un total de cinco días, antes de que sea votado en la semana que empieza el lunes, 14 de enero.
Muchos diputados han mostrado la oposición a la "salvaguarda" que incluye el documento de salida de la UE, pensada para evitar una frontera entre las dos Irlandas.Esa "garantía" prevé que el Reino Unidopermanezca en la unión aduanera y que Irlanda del Norte también esté alineada con ciertas normas del mercado único, hasta que se establezca una nueva relación comercial entre ambas partes, negociada en el periodo de transición -entre el 29 de marzo de 2019 y finales de 2020-. 

Emergentes

A todo esto hay que sumarle los 'pequeños incendios' de los países emergentes como Turquía o Brasil. Actualmente, están siendo golpeados dada su posición de mayor vulnerabilidad a los movimientos de capitales, sobre todo aquellos países que fueron complacientes durante la época del dinero barato y que generaron desequilibrios fiscales y externos importantes en sus economías.
El ciclo de alzas de tasas de interés global y cualquier otro factor externo, tendrán una mayor repercusión en aquellas monedas cuyas economías tengan mayores debilidades estructurales o desalineaciones
Las crecientes tasas de interés en EEUU y la apreciación del dólar estadounidense, han contribuido a la depreciación de la moneda en muchas economías emergentes, donde países como Argentina o Turquía, con mucho déficit exterior o mucha deuda en moneda extranjera, se han visto particularmente expuestos. 

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