sábado, 18 de noviembre de 2017

Rusia rechaza presiones saudíes contra Hezbolá en El Líbano

  • El embajador ruso en El Líbano, Alexander Zasypkin, habla con periodistas.
Publicada: sábado, 18 de noviembre de 2017 7:20
El embajador ruso en El Líbano rechaza las peticiones de Arabia Saudí de que se margine a Hezbolá de la vida política de El Líbano.
“Las exigencias saudí de que se deje de lado a Hezbolá (el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano) no son admisibles. Nos oponemos a eso”, ha indicado el representante del Gobierno ruso en Beirut (la capital libanesa), Alexander Zasypkin.
En una entrevista concedida el viernes a la cadena de televisión libanesa Al Manar, Zasypkin defendió además el constructivo papel que está desempeñando el movimiento libanés en la vecina Siria.
La presencia de Hezbolá allí responde a una invitación oficial de Damasco y se enmarca en la lucha contra el terrorismo, recordó el embajador antes de apostillar que “su presencia en Siria para combatir a los grupos terroristas conviene a Siria, a Irak e incluso a El Líbano”.
Rusia y Hezbolá “buscan un objetivo común en Siria y se coordinan” en su campaña contra las facciones extremistas, indicó el diplomático ruso.
Moscú siempre se ha negado a incluir a Hezbolá en su lista de organizaciones terroristas, como piden los Gobiernos de EE.UU. y Arabia Saudí, así como el régimen de Israel. Los saudíes insisten en que el popular grupo libanés no debe tener presencia en el ámbito político libanés.

En otro momento de la entrevista, Zasypkin se refirió a la actual situación que atraviesa El Líbano tras la polémica renuncia del primer ministro libanés, Saad Hariri, anunciada el pasado día 4 en Arabia Saudí. En su opinión, este acontecimiento tendrá dimensiones y consecuencias para toda la región.
Tras considerar que el Gobierno de Beirut ha seguido una política estable, balanceada y correcta respecto al resto de la región, el embajador ruso subrayó que “no hay ninguna razón para presionar a los libaneses”.
El primer ministro de El Líbano viajó el pasado 3 de noviembre a Riad y un día después declaró desde allí su renuncia al cargo, una medida que según las autoridades libanesas ha sido dictada por los saudíes y no es “voluntaria”.
Beirut acusa además a Riad de haber retenido a Hariri y a su familia. El presidente libanés, Michel Aoun, denunció el miércoles pasado la detención de su premier por parte de Arabia Saudí como acto hostil a El Líbano.

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