miércoles, 28 de diciembre de 2016

Análisis de la situación internacional por Sendero Luminoso sobre el presidente Trump, sostiene que no es cierto que con él, empiece el fascismo en EEUU pues ya esta iniciado ese proceso hace décadas y se profundizo con Obama; sobre Medio Oriente sostiene que solo son utilizados como fichas de ajedrez de los diversos imperialismos y que Assad es un representante de una burguesía ligada y dependiente de Rusia y de los grandes terratenientes, y que los Kurdos solo son carne de cañon de EEUU y de otros, de América Latina sostiene que los regímenes bolivarianos de Venezuela, de Corea en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia son regímenes fascistas . En Yemen, el imperialismo yanqui a través de Arabia Saudita, y con la participación directa del imperialismo británico y alemán, está cometiendo genocidio contra el pueblo del país. La "Autoridad Nacional" de Palestina y su presidente Mahmoud Abbas sirven a facilitar la ocupación, atando al pueblo palestino al "acuerdo de paz" de Oslo en servicio del imperialismo y el sionismo (para que lo lea el Estado Islámico y Al Qaeda )



Análisis de la situación internacional  por Sendero Luminoso.   Sobre el presidente Trump,  sostiene que no es cierto que con él, empiece el fascismo en EEUU  pues ya esta iniciado ese proceso hace décadas y se profundizo con Obama; sobre Medio Oriente sostiene que solo son utilizados como fichas de ajedrez de los diversos imperialismos y que Assad es un representante de una burguesía ligada y dependiente de Rusia y de los grandes terratenientes, y que los Kurdos solo son carne de cañon de EEUU y de otros, de América Latina sostiene que los regímenes bolivarianos de Venezuela, de Corea en  Ecuador y  de Evo Morales en  Bolivia son regímenes fascistas . En Yemen, el imperialismo yanqui a través de Arabia Saudita, y con la participación directa del imperialismo británico y alemán, está cometiendo genocidio contra el pueblo del país. La "Autoridad Nacional" de Palestina y su presidente Mahmoud Abbas sirven a facilitar la ocupación, atando al pueblo palestino al "acuerdo de paz" de Oslo en servicio del imperialismo y el sionismo (para que lo lea el Estado Islámico y Al Qaeda )



Situación internacional:
La contradicción principal hoy en el mundo entre el imperialismo
y los pueblos oprimidos, y la agudización de
la contradicción interimperialista, ambas contribuyen a
agudizar la contradicción proletariado-burguesía. Todas
estas contradicciones plantean una serie de tareas para el
imperialismo así como para el proletariado internacional
y los pueblos oprimidos. El imperialismo enfrenta el
problema de resolver las contradicciones sin la destrucción
de todo su sistema de explotación. Una tarea imposible,
porque el imperialismo implica inevitablemente la competencia
por la hegemonía mundial, las guerras imperialistas,
la explotación y opresión del proletariado y los pueblos,
la negación de la democracia, y es cada vez más evidente
para todos que el capitalismo - en su fase superior y última
el imperialismo - está agonizante y en su crisis final.
Para tratar de rescatar, o al menos prolongar la vida de
este sistema, todas las superpotencias y potencias imperialistas
se coluden en su necesidad de llevar a cabo el nuevo
reparto del mundo y al mismo tiempo evitar que las guerras
genocidas de rapiña lleven a que los pueblos se unan en
revolución para finalmente barrer al imperialismo de la
faz de la tierra. Esta tarea reaccionaria del imperialismo
en síntesis consiste en evitar que el proletariado asuma
la dirección de las luchas de liberación nacional y de las
revoluciones democráticas, socialistas y culturales en cada
país. Para este fin - y como parte de su lucha interimperialista
para el reparto del mundo - los imperialistas hoy
sistemáticamente buscan controlar, corromper, contener y
reprimir a toda lucha popular, toda lucha nacional y antiimperialista
para neutralizarlas o utilizarlas como fichas de
ajedrez y carne de cañón contra otros imperialistas y en la
guerra contrarrevolucionaria. Para movilizar a las masas
en función de esta tarea, todos los imperialistas utilizan la
ideología burguesa y reaccionaria disfrazada de "revolucionaria",
es decir las diferentes variantes del revisionismo
y del fascismo, así manipulando el descontento del pueblo
con el racismo, la religión, las ilusiones reformistas etc.
Así mismo infiltran las luchas directamente a través de sus
servicios de inteligencia, sus ONG:s y otros organismos
reaccionarios.
Para el proletariado internacional y los pueblos oprimidos,
la situación actual en el mundo nos plantea la tarea
urgente de forjar la dirección proletaria para dirigir a las
luchas de liberación nacional y todas las luchas populares
con independencia económica, ideológica, política y
militar, y unir estas luchas a nivel internacional para poder
convertir a toda guerra injusta en guerra justa, es decir en
guerra popular, y así oponer la guerra popular mundial a
la guerra mundial imperialista, partiendo del tercer mundo
como base de la revolución proletaria mundial. El punto
decisivo para cumplir esta tarea es asumir el maoísmo
como tercera, nueva y superior etapa del marxismo, y
construir o reconstituir en cada país el Partido Comunista
marxista-leninista-maoísta, principalmente maoísta, como
Partido de nuevo tipo, militarizado y construido para iniciar
y desarrollar la guerra popular hasta el comunismo.
Así también, para poder unir y coordinar las luchas de
los pueblos del mundo, esta tarea nos plantea la urgente
necesidad de unir al movimiento comunista internacional
en torno a una línea general correcta y proletaria. Y todas
estas tareas implican la necesidad de luchar implacable
y constantemente contra el revisionismo dentro y fuera
de nuestras filas en cada país y a nivel internacional: “El
blanco principal de la revolución es el imperialismo y la reacción. El peligro principal de la revolución es el
revisionismo” (Presidente Mao Tsetung).



Estados Unidos:
Nueva cabeza genocida y continua fascistización
La victoria de Trump no significa, como piensan algunos,
el comienzo de un régimen fascista en Estados Unidos, sino
la continuación de una fascistización que se ha intensificado
durante décadas bajo una serie de presidentes, y en
particular bajo Obama: la creciente represión y la militarización
de la policía para combatir a las luchas heroicas de
las masas proletarias y pobres, la creciente negación de la
misma democracia burguesa, el uso de tortura y campos de
concentración, etc. El retorno del racismo y del chovinismo
más abiertos no implica ningún cambio fundamental de la
ideología y la política; solo implica un cambio en cuanto a
que sectores de las masas la gran burguesía busca movilizar
para sus fines, y un cambio superficial de la demagogia.
La victoria de Trump tampoco significa, como piensan
otros, la victoria de una
política "menos imperialista"
o "menos bélica". Mientras es
cierto que Clinton tiene vínculos
estrechos con una fracción
de la gran burguesía más
directamente involucrada en
la industria de armas y en las
guerras de agresión en Irak,
Siria etc., eso no significa que
las guerras imperialistas son
resultados de una "política"
supuestamente promovida
por los representantes del un
llamado "complejo industrial-militar",
como difunden
algunos de los partidarios de
Trump así como Sanders y sus seguidores revisionistas.
La agresión imperialista, el genocidio y el saqueo de los
pueblos oprimidos, son partes integrantes e inevitables del
imperialismo, y eso no cambia sea el presidente fascista,
liberal o revisionista.
La demagogia "aislacionista" de Trump durante su campaña
electorera, "contra las guerras en Irak y Siria", fue
nada más que palabrería para aprovecharse de la fuerte
opinión pública contra estas guerras. El nuevo vicepresidente
Mike Pence es un partidario de la misma política de
Obama y Clinton en cuanto a Siria; el asesor de seguridad
nacional nombrado por Trump, Michael T. Flynn, ha declarado
que está por "una guerra mundial" contra Islam y
contra Rusia; y en cuanto a Irak el mismo Trump plantea
que "vamos a tomar su petróleo". Las declaraciones de
Trump por un "acercamiento" al imperialismo ruso, y sus
recientes provocaciones contra el imperialismo Chino pueden
ser indicaciones de un cambio de foco u táctica, pero
la orientación básica sigue siendo la misma: mantenerse
como superpotencia hegemónica a través del nuevo reparto
del mundo, guerra de rapiña y genocidio contra los países
oprimidos; todo ello en colusión y pugna con los demás
imperialistas.
La elección de Trump como Presidente y toda la campaña
racista contra la población negra y los inmigrantes
ha intensificado la ola de protestas populares, expresando
la creciente situación revolucionaria en el país. Pero al
mismo tiempo se ve que las protestas son manipuladas e
infiltradas por fracciones de la gran burguesía imperialista
(el bando de Clinton y otros) para desviarlas, para evitar
que tomen una dirección revolucionaria y para utilizarlas
como fichas. Allí vemos el papel del revisionismo: todo tipo
de organizaciones llamados "comunistas" o "socialistas"
ahora pregonan el camino electorero con sus "candidatos
alternativos" uniéndose
con la campaña socialchovinista
de Sanders. Utilizan
el "antiracismo" hipócrita,
el feminismo burgués y la
promoción de un supuesto
"capitalismo bueno" contra
los "capitalistas malos"
para desviar a las masas del
camino revolucionario. Para
poder construir un movimiento
revolucionario independiente,
los comunistas del
país deben forjarse en estas
luchas violentas, codo a codo
con las masas, enarbolando
y aplicando al marxismoleninismo-maoísmo
para asumir la dirección y construir
su Partido Comunista militarizado, y deben desenmascarar
y rechazar frente a las masas la infiltración reaccionaria
- ideológica, política y económica - de las protestas y el
papel del revisionismo como enemigo del pueblo.

Medio Oriente

El Medio Oriente sigue siendo uno de los puntos de conflicto
centrales donde se expresa la contradicción entre el
imperialismo y los países oprimidos y la pugna interimperialista
entre superpotencias entre sí, entre superpotencias
y potencias imperialistas y entre las propias potencias
imperialistas. En Siria sigue la guerra imperialista "mediante
poderes", con el imperialismo yanqui utilizando a
los llamados "rebeldes" islamistas y diferentes conflictos
nacionales (incluso con la colaboración de la guerrilla
kurda) para dividir y destruir al país en función de controlarlo
y explotarlo, y el imperialismo ruso interviene
para mantener y aumentar su control del país a través del
régimen de Assad - un régimen de la dictadura de la gran
burguesía y los terratenientes, del capitalismo burocrático,
nacido sojuzgado al imperialismo.


En Yemen, el imperialismo yanqui a través de Arabia
Saudita, y con la participación directa del imperialismo
británico y alemán1
, está cometiendo genocidio contra
el pueblo del país. Otras potencias europeas se sacan
provecho de la venta de armas y buscan maximizar su
parte del botín, es decir su explotación de los recursos
naturales y los pueblos de toda la región. El imperialismo
ruso no interviene directamente en Yemen, pero mantiene
relaciones cercanas con el régimen del país, y así como en
Siria se opone a la agresión yanqui/saudita - pintándose
de "antiimperialista" - en función de sus propios intereses
imperialistas; continuando así la política del socialimperialismo
soviético.
En Palestina sigue la ocupación y el genocidio sionista
con la complicidad de
todos los imperialistas.
La "Autoridad Nacional"
de Palestina y su
presidente Mahmoud
Abbas sirven a facilitar
la ocupación, atando
al pueblo palestino al
"acuerdo de paz" de
Oslo en servicio del
imperialismo y el sionismo.

El imperialismo
chino también está
presente en el Medio
Oriente, guardando
cuidadosamente su acceso
al petróleo. Recién
ha comenzado a
incrementar su participación
en los negocios y las relaciones de la región,
expresando por ejemplo su apoyo al régimen de Yemen y
teniendo relaciones cercanas con Irán.
En toda la región se expresa cada vez más la voluntad
revolucionaria y anti-imperialista de las masas, y aquí también
vemos como sus luchas son desviadas y manipuladas
por el imperialismo y la reacción a través de sus lacayos
religiosos, revisionistas y otros. Aquí también, los revisionistas
sirven como agentes de una u otra superpotencia
o potencia imperialista y ponen las luchas de las masas a
la cola de la gran burguesía compradora; como el llamado
"partido comunista de Siria (unificado)" que promueve al
imperialismo ruso como el salvador del país, o los brazos
del PKK en Irak y Siria que en modo similar se ligan
oportunistamente al imperialismo yanqui y otras potencias,
vendiendo la lucha justa del pueblo kurdo al mejor postor.


Lo que corresponde a los comunistas del Medio Oriente
es basarse en las millones de masas y armarlas ideológicamente
y militarmente, iniciando y desarrollando la guerra
popular y uniendo a todos los pueblos de la región contra
todos los imperialistas.
Asia del Sur y Asia Oriental: guerras revolucionarias
y cercamiento imperialista

Por toda la región se desarrollan luchas de liberación
nacional y revolucionarias de diferentes tipos, las guerras
populares bajo la bandera del maoísmo siendo las más
avanzadas e importantes. La guerra popular en la India en
perspectiva constituye la amenaza principal contra el imperialismo
y sus planes
en el continente - y
los explotadores ya
tienen la experiencia
de Nepal como ejemplo
de cómo una guerra
popular maoísta puede
ser neutralizada
e interrumpida con la
ayuda del revisionismo,
es decir un revisionismo
disfrazado
de "maoísmo" que se
vende por un plato de
lentejas y capitula. De
allí la importancia de
que los camaradas de
la izquierda en cada
Partido, especialmente
en su Comité Central,
lleven a cabo la lucha
implacable contra el revisionismo, especialmente el nuevo
revisionismo, porque esto es decisivo para el avance y el
triunfo de las guerras populares en India, Filipinas y todos
los países. Es decir: desenmascarar frente a las masas el
revisionismo como peligro principal, como enemigo del
pueblo y de la revolución, como promotor de la capitulación y cómplice en los genocidios y la represión contrarrevolucionaria.
Rechazar y marcar a fuego las ilusiones
del "camino pacífico", del cretinismo parlamentario y del
llamado "frente" con las fracciones de la gran burguesía o
sus lacayos revisionistas. Basarse en la fuerza de la clase
y el pueblo y estrechar más los lazos entre los Partidos a
nivel mundial, desarrollando la lucha de dos líneas para
unirnos sobre los principios marxistas-leninistas-maoístas,
principalmente maoístas.
En el campo del enemigo, el imperialismo Chino en su
pugna para establecerse como superpotencia sigue intensificando
su armamento militar y su explotación del proletariado
chino y de los pueblos oprimidos. Con este fin aplica el
fascismo, la represión y la violencia contrarrevolucionaria
a nivel nacional, mientras incrementa su exportación de
capital en las naciones oprimidas en diferentes partes del
mundo, presentándose como un "imperialismo bueno" y
con la colaboración de revisionistas y socialfascistas como
los regímenes "bolivaristas" en América Latina. En 2014,
China reemplazó a la Unión Europea como el segundo
inversor en América Latina. El mismo año, el periódico
"Diagonal" lo describió así:
"Mandatarios latinoamericanos, como el ya fallecido
Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Cristina Fernández,
Rafael Correa o Daniel Ortega, han manifestado
públicamente y en diversas ocasiones que China ofrece
una financiación a bajo costo que no existe en ninguna
otra parte del mundo. Sin embargo, para Liu Kang,
director del Centro de Investigación sobre China de la
Universidad de Duke, el éxito chino va más allá y está
vinculado con una “diplomacia pragmática” que, a
diferencia de EE UU y la UE, no es militar ni pretende
entrometerse en los asuntos políticos internos."
Y en 2016, el "Diario del Pueblo", órgano oficial del
partido revisionista de China, informó que “China devino
en exportador de capital neto en 2015, marcando la primera
vez que la inversión china en el extranjero excedió la
inversión extranjera en China, según un informe publicado
el 23 de noviembre.”


Con esta expansión del imperialismo chino se agudiza
cada vez más la pugna interimperialista, principalmente
con el imperialismo yanqui, el cual por eso sigue su
cercamiento político y militar de China utilizando a sus
semicolonias y regímenes lacayos en Asia. En uno de los
más importantes de esos países, Filipinas, vemos ahora
como el régimen de Duterte - así como los gobiernos
"bolivaristas" en América Latina - busca acercarse más al
imperialismo chino, pintándose de "anti-imperialista" y
buscando el apoyo del nuevo revisionismo con membrete
de "maoísta" (ver el artículo ¡Viva el maoísmo, abajo el
revisionismo! en este número de Sol Rojo).

Europa

En esta situación de pugna interimperialista y reparto del
mundo, las potencias imperialistas de Europa - principalmente
Alemania - vienen sopesando sus alternativas.
Mientras mantienen su alianza con el imperialismo yanqui,
al mismo tiempo están conscientes de la crisis de la superpotencia
hegemónica, el avance del imperialismo chino,
el papel de la otra superpotencia atómica, Rusia, y de las
posibilidades de formar nuevas alianzas para desafiar al
dominio yanqui y avanzar en la pugna por la hegemonía
mundial. Los imperialistas europeos también intensifican
la explotación y opresión del proletariado y de los pueblos
oprimidos (entre ellos los pueblos de la Europa del Este),
y así como en EE.UU., China y Rusia, aplican cada vez
más el fascismo y el revisionismo socialchovinista para
reprimir y manipular a las crecientes luchas del proletariado
y los pueblos, y para movilizar a las masas en función
de la guerra y la explotación imperialistas. El surgimiento
de nuevas bandas fascistas en toda Europa (en muchos
casos directamente financiadas y apoyadas por los Estados
imperialistas) y de una "nueva izquierda" revisionista
(como Podemos o Syriza) son todo parte de la política de
la gran burguesía imperialista en su intento desesperado
de rescatar su sistema con más guerra imperialista, más
explotación y opresión.
Los imperialistas se aprovechan en doble sentido de la
ola de refugiados de las guerras genocidas en el Medio
Oriente y de inmigrantes pobres de Europa del Este: para
tener acceso a un estrato de obreros sin derechos y así
intensificar la explotación, mientras al mismo tiempo se
divide la clase obrera con demagogia racista y con un
"antiracismo" burgués.

Al mismo tiempo, los imperialistas en toda Europa incrementan
la militarización de sus Estados y sus fuerzas
policiales, preparándose también para utilizar sus ejércitos
contra el proletariado y los pueblos de los mismos países
imperialistas. Ver los puntos tratados en la cumbre de la
OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en
Europa) de 2016, que se centró en 1) movilizar a los países
europeos contra Rusia y 2) combatir al "terrorismo, la radicalización
y el extremismo" en Europa y el mundo, y con
atención especial al "nuevo fenómeno de la radicalización
de mujeres y niños"2
.
En Europa también, lo que se necesita urgentemente es
desarrollar las luchas del proletariado y los pueblos con independencia y contra todos los imperialistas, contra las
desviaciones fascistas, revisionistas y liberales; lo cual
demanda dirección proletaria: Partidos Comunistas marxistas-leninistas-maoístas
que rompen plenamente con el
"colosal montón de basura" del revisionismo tan arraigado
en el viejo continente y que se forjan en las luchas con las
masas para estar en condiciones de iniciar y desarrollar la
guerra popular en los mismos países imperialistas.


América Latina

En América Latina se expresa no solamente el crecimiento
de la situación revolucionaria de desarrollo desigual, sino
también - como parte de esta - la influencia de la guerra
popular en Perú, el Partido Comunista del Perú y su Jefatura
el Presidente Gonzalo. Eso es lo que se expresa en
la formación de nuevos Partidos y organizaciones maoístas
en casi todo el continente, pero también en la mayor
necesidad del imperialismo
de desviar y reprimir a las
luchas populares con revisionismo
y con movimientos
y gobiernos "izquierdistas"
como los "bolivaristas"
en Venezuela, Bolivia y
Ecuador por ejemplo. Estos
gobiernos en realidad son
fascistas; son una nueva
edición del gobierno de
Velasco en Perú, gobiernos
que bajo consignas "revolucionarias"
organizan la
explotación y la opresión
en forma corporativa. Gobiernos
de la dictadura de
la gran burguesía y los terratenientes, del Estado sometido
al imperialismo, sea el imperialismo yanqui, ruso, chino
u otro.

Vemos ahora como los pueblos en América Latina se
movilizan cada vez más en protestas violentas, contra las
medidas de "austeridad" en Brasil, contra el saqueo de las
tierras de los campesinos y pueblos indígenas en Perú, Ecuador
y otros países. Y vemos como los llamados gobiernos
"izquierdistas" reprimen las protestas mientras venden sus
países a los imperialistas chinos y otros.
Conscientes de la importancia decisiva que tiene en
América Latina el PCP y la guerra popular en Perú, el
imperialismo y la reacción hoy siguen con sus planes iniciados
en torno a 1990 contra el PCP, en su vano intento
de socavar la influencia del pensamiento gonzalo en el
continente; la patraña de los "acuerdos de paz" y todo el
negro trabajo de la LOD revisionista y capitulacionista,
la infiltración y el montaje de falsos "partidos" o "fracciones",
y el papel del revisionismo armado como la LOI
en Perú o los viejos reformistas armados de las FARC en
Colombia. Los mismos planes aplican a nivel mundial
para sembrar confusión y duda sobre el PCP y su Jefatura,
y para socavar el trabajo internacional del Partido con la
ayuda de capituladores y oportunistas que han huido del
campo de batalla.
Pero el Partido Comunista del Perú y su Comité Central,
bajo las condiciones complejas del recodo y la inflexión
en la guerra popular, hoy sigue dirigiendo la guerra popular,
enarbolando, defendiendo y aplicando al marxismoleninismo-maoísmo,
pensamiento gonzalo, principalmente
el pensamiento gonzalo para resolver todos los problemas
nuevos y retomar lo perdido; manteniendo el rumbo de la
revolución y continuando el proceso de su reorganización
- iniciado en 1995 - en medio de la guerra popular. La
posición del PCP tiene
un derrotero sostenido,
probado hasta la saciedad
desde antes del ILA, y no
ha cambiado según las circunstancias.
El Partido se
mantiene firme en su Base
de Unidad Partidaria, le
duela a quien le duela.
Lo que corresponde a
los marxistas-leninistasmaoístas
en todo el continente
es aplicar el maoísmo
a las condiciones concretas
de cada país, forjando su
pensamiento guía y su Jefatura
en medio de la lucha implacable contra el revisionismo
y luchando codo a codo con la clase y el pueblo en
sus luchas. Aprender del Presidente Gonzalo: construir
los Partidos como Partidos militarizados, aplicando la
independencia, la autodecisión y el autosostenimiento, y
construir el Ejército y el Frente omnímodamente dirigidos
por el Partido. Y ¿Para qué? Para iniciar y desarrollar la
guerra popular, tarea central de cada Partido Comunista:
"En esta grandiosa epopeya de la historia mundial,
nuestro pueblo junto a los hermanos de clase de
América Latina, junto a las masas latinoamericanas
tiene un papel y lo está cumpliendo y lo cumplirá
más aún. Nuestro pueblo entra a tomar el poder
por las armas. Son cientos de años de lucha; los
movimientos campesinos han estremecido las raíces
de la explotación, pero aún no ha logrado derrumbarlas. En este país se forjó el Partido Comunista,
acero puro y generó la luz bebiendo del marxismoleninismo-pensamiento
maotsetung. Camaradas,
en este pueblo, hoy estamos entrando a una tercera
etapa; esa tercera etapa es la de la contienda armada."
(PCP - Somos los iniciadores, 1980)
Unirse bajo el maoísmo: el proletariado internacional
con todos los pueblos oprimidos contra todos los
imperialistas
Estamos en la ofensiva de la revolución proletaria mundial,
y la revolución es la tendencia histórica y política principal.
Lo decisivo para asumir la
tarea histórica del proletariado
en este momento es asumir
plenamente el maoísmo como
tercera, nueva y superior etapa
del marxismo, lo que implica
combatir al revisionismo,
combatir la capitulación y los
"acuerdos de paz", aplastar la
oposición a iniciar la guerra
popular, a conquistar el Poder
o a proseguir la revolución
ininterrumpidamente con las
revoluciones culturales proletarias
hasta nuestra meta final
el Comunismo.
Así los comunistas resolvemos
todos los problemas:
aplicando nuestra ideología
universal a las condiciones
concretas y basándonos en
nuestras propias fuerzas, en
cada país así como a nivel
mundial. Así, con el optimismo
que pertenece a nuestra clase,
nuestra ideología se impone marchando sobre el pellejo de
los que se oponen. Producto de ello: las guerras populares
iniciadas en Perú, India, Nepal, Filipinas y otras.
Los revisionistas, por el contrario, centran en la supuesta
"debilidad" de las fuerzas del proletariado y los pueblos, y
la supuesta "fuerza" del imperialismo y la reacción. Por eso
en su oportunismo promueven la capitulación, el "camino
pacífico" y proponen apoyarse en una u otra superpotencia
o potencia imperialista bajo pretextos de formar "frentes"
con fracciones de la gran burguesía, el imperialismo y sus
lacayos revisionistas o fascistas. En vez de basarse en las
millones y millones de masas del pueblo, que claman por
la revolución y la dirección que necesita, los revisionistas
centran en "acuerdos" o "alianzas" con el enemigo para
supuestamente crear condiciones para la revolución "en
el futuro" o en forma “gradual”. Pero ya conocemos de
sobra a dónde lleva tal "táctica" en la realidad, y cuál es el
verdadero motivo de los dirigentes revisionistas: utilizar
el peso de las masas y las acciones armadas para negociar
“acuerdos” con el enemigo, integrarse y lograr puestos en
el viejo sistema, como en el caso de Nepal.



Los imperialistas yanquis, chinos, rusos, alemanes y
todos los demás quieren contener la rueda de la historia
e impedir que el proletariado dirija a los pueblos en las
revoluciones democráticas, socialistas y culturales hasta
barrer finalmente al imperialismo
y toda explotación.
Pueden aceptar cualquier lucha
armada que conquiste el Poder
y lo entrega al imperialismo,
como hacen los revisionistas.
Aplauden cualquier lucha si
saben que pueden manipularla
y utilizarla.
Nosotros, los marxistasleninistas-maoístas,
principalmente
maoístas, no queremos
ser aceptados o aplaudidos por
los imperialistas y sus lacayos.
Centramos en las fuerzas de
nuestra clase y de los pueblos
del mundo, y sobre esta
base forjamos y construimos
nuestros Partidos y Ejércitos
totalmente independientes de y
en lucha a muerte contra todos
los imperialistas. Solo así, con
armas en las manos del pueblo,
con independencia ideológica,
política y de organización, y
manteniendo la hegemonía del proletariado en la revolución,
podemos construir el Frente y entrar en alianzas con
otras clases revolucionarias o antiimperialistas, y siempre
en función de conquistar el Poder y continuar la revolución
hasta nuestra meta final el Comunismo.
1 http://www.eldiario.es/politica/Demandan-Alemania-bombardeos-estadounidenses-Yemen_0_313919456.html
2
http://www.auswaertiges-amt.de/sid_FA0C1B6A1BBFD-
3880C995FD3DBF59047/EN/Aussenpolitik/Friedenspolitik/

OSZE/Aktuell/160531_OSZE_Antiterror.html

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