jueves, 12 de mayo de 2016

Los acuerdos comerciales de estabilidad en Medio Oriente de la Rusa Gazpron con el Califato de Iraq y la Gran Siria hace subir sus acciones en 60 % ; así mismo el inmediato desafuero de Dilma Rousseff y la designación de Temer en Brasil que quitara los subsidios con el que le dan de comer a los pobres; también hace subir las acciones del Bovespa en 22% . Y aunque en Turquía ha subido 10 % se supone que a medida que se incrementen los ataques del PKK se esfumaran las ganancias. Sin embargo el auge de los mercados emergentes en 2016 es insostenible porque los fundamentos económicos siguen siendo pobres, así como por el aumento de la deuda en muchos países emergentes.//Por CAROLYN CUI encontrado en el WSJ

Los acuerdos comerciales de estabilidad en Medio Oriente de la Rusa  Gazpron con el Califato de Iraq y la Gran Siria  hace subir sus acciones en 60 % ; así mismo el inmediato desafuero de Dilma Rousseff y la designación de Temer en Brasil que quitara los subsidios con el que le dan de comer a los pobres; también hace subir las acciones del Bovespa en 22% . Y aunque en Turquía ha subido 10 % se supone que a medida que  se incrementen los ataques del PKK se esfumarán las ganancias.  Sin embargo el auge de los mercados emergentes en 2016 es insostenible porque los fundamentos económicos siguen siendo pobres, así como por el aumento de la deuda en muchos países emergentes.


Los emergentes de mayor riesgo son este año los mercados más rentables

http://lat.wsj.com/articles/SB10858104476864094641304582060894030196290?tesla=y

 La bolsa de São Paulo, BM&F Bovespa, se ha convertido en foco de atracción para los inversionistas que apuestan a un cambio de rumbo económico en Brasil.

La bolsa de São Paulo, BM&F Bovespa, se ha convertido en foco de atracción para los inversionistas que apuestan a un cambio de rumbo económico en Brasil. PHOTO: PAULO WHITAKER/REUTERS


Por CAROLYN CUI
miércoles, 11 de mayo de 2016 19:16 EDT


La fuerte alza en los mercados emergentes de mayor riesgo ha puesto patas arriba el ranking de los fondos mutuos que invierten en valores de esas economías.


Durante años, el Baron Emerging Markets Fund, que administra US$1.800 millones en acciones de países en desarrollo, fue un ganador. Según Morningstar Inc., en el último lustro, hasta el martes, superó a 99% de sus pares, con una rentabilidad de 1,6% anual.

Este año, sin embargo, el Baron Emerging Markets Fund va a la zaga de casi tres cuartas partes de sus rivales, con un retorno casi nulo. En lo que va del año hasta el martes, el índice de mercados emergentes de MSCI, por ejemplo, subió 1,6%.


Mientras tanto,
 el City National Rochdale Emerging Markets Fund (que gestiona US$820 millones),
 el Calvert Emerging Markets Equity Fund (de US$95 millones) y
el JOHCM Global Emerging Markets Opportunities Fund (de US$114 millones) han registrado pérdidas este año, para quedarse por detrás de sus pares y de los índices de referencia, pese a haber superado a la mayoría de los fondos similares en los últimos años.


Por años, estos fondos superaron a sus índices de referencia simplemente evitando en gran medida las inversiones de mayor riesgo y centrándose en países y empresas que consideraban como probables fuentes de crecimiento a largo plazo.


No obstante, este año esas apuestas han sido opacadas por las ganancias de los activos de mayor riesgo.





 

Brasil está sumido en una profunda recesión y agitación política, Turquía enfrenta graves problemas económicos y Rusia sufre por la caída de los precios del petróleo y las sanciones impuestas luego de la anexión de Crimea.

Pese a esto, este año
el mercado de acciones de Brasil se ha disparado 22%,
el de Turquía 10% y
 el de Rusia 7%, con ganancias que batieron cómodamente al índice general.

“De vez en cuando, cuando ese perro ladra, vamos a rendir menos”, dice Michael Kass, gestor de cartera de Baron, en referencia al mejor desempeño de los mercados de mayor riesgo. Kass ha colocado gran parte de los activos del fondo en India, mercado que ha declinado 2% este año, hasta el miércoles, en medio de preocupaciones sobre la desaceleración del ritmo de cambios económicos. Kass dice que puede aceptar esa pérdida y que tiene una “alta convicción” de que las acciones en las que invierte superarán el desempeño general en el largo plazo.

Muchos analistas consideran que el auge de 2016 es insostenible porque los fundamentos económicos siguen siendo pobres, así como por el aumento de la deuda en muchos países emergentes. No obstante, algunos inversionistas están reconsiderando su falta de exposición a los mercados de mayor riesgo.

Kass dice que ha comenzado a comprar lo que considera algunas acciones de alta calidad en países que previamente había evitado, como las de BM&F Bovespa SA, la bolsa de valores y materias primas de Brasil, apostando a que subirán a medida que los mercados emergentes se estabilicen.


Aun así, Kass dice que su fondo continúa evitando empresas con grandes cargas de deuda o sectores cíclicos como el de las materias primas. Estas estrategias funcionaron en los últimos años, ya que las acciones que eligió fueron menos afectados por la ola de ventas de los mercados emergentes en general.


Kass y otros sostienen que la volatilidad que se produjo la semana pasada en Turquía y la agitación política en Brasil muestran la vulnerabilidad del alza de los valores de estos países.


“Es difícil que vea algo que me haga querer comprar (acciones en) ese mercado”, dice James Syme, cogestor del fondo JOHCM, quien señala que el grueso de las inversiones del fondo está en China, Taiwán e India, donde el crecimiento es impulsado por el consumo interno y los sectores de exportaciones.


A pesar de que Petrobras es la compañía petrolera más endeudada del mundo, los ADR de la estatal brasileña, que cotizan en la Bolsa de Nueva York, han más que duplicado su valor desde enero.
En igual período, Gazprom PAO, la productora de gas rusa, ha subido más de 60%.

“Los últimos meses han sido buenos para las acciones que nadie posee”, apunta Gary Greenberg, director de mercados emergentes globales en Hermes Investment Management.
Greenberg gestiona el fondo Calvert (US$95 millones), que ha figurado en el lapso de los últimos tres años entre el 3% de mejor desempeño de sus pares. Este año, está 75% por debajo de fondos similares.


Greenberg afirma que no se ha desprendido de sus tenencias y que ha agregado acciones de China, India y Taiwán con nuevo dinero ingresado al fondo.

Acciones como las de Petrobras y Gazprom fueron impulsadas al alza por inversionistas que están reforzando posiciones en los mercados emergentes a través de fondos que cotizan en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) que reflejan el índice MSCI.

Esas gigantes energéticas de control estatal tienden a ser grandes componentes del índice. Sus acciones también recibieron un impulso de inversionistas que habían apostado contra ellas y que se vieron obligados a cubrir sus posiciones comprando más acciones cuando los precios se dispararon. Las monedas jugaron también un papel, dado que el repunte de los precios de los productos básicos disminuyó la presión sobre los tipos de cambio de esos países.

Los ETF que invierten en acciones de mercados emergentes han recibido unos US$9.400 millones este año, mientras que los fondos mutuos siguen registrando salidas de inversionistas, según el Instituto de Finanzas Internacionales. A pesar de experimentar fuertes alzas de precios y flujos de fondos, los mercados emergentes siguen subrepresentados en las carteras de los inversionistas globales, un factor que podría ayudar a extender el alza por algún tiempo.

Greenberg espera que en 2017 los países en desarrollo se encuentren en una posición económica más sólida, a medida que los precios de las materias primas se estabilicen y el dólar toque su máximo. “Es demasiado pronto para que los mercados emergentes despeguen”, asegura.



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