Las élites chavistas (la boliburguesia) están yendo
de 10,000 en 10,000 a comprar casas de millones de dólares en EEUU, con el dinero que han robado a Venezuela; pero
EEUU se hace de la vista gorda pues invierten en su país.
Tras
el rastro de chavistas en Miami
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/04/08/actualidad/1460133652_568295.html
El exilio venezolano sigue la pista
de cargos y simpatizantes del régimen de Maduro asentados en EE UU
LUIS
BARBERO
Miami
13 ABR 2016 - 00:19 CEST
Fachada del
restaurante El Arepazo en MIami, lugar de reunión de la comunidad venezolana.
Las
élites de Venezuela que hicieron fortuna bajo el manto del chavismo, los
denominados boliburgueses,
han encontrado en Miami un refugio para proteger su dinero. No se sabe con
precisión cuántos ni quiénes son, pero sí que algunos están haciendo importantes inversiones en esta ciudad del Estado de
Florida a la que, en la última década, han llegado
miles de venezolanos huyendo de la inseguridad y las carencias que sufre
el país. Los representantes del exilio y de la oposición se han movilizado para
localizarlos y denunciarlos ante las autoridades de Estados Unidos.
“Miami se está llenando
de chavistas. Se están viniendo cuando el país está en la debacle y pretenden
convivir con sus víctimas”, asegura José Colina, máximo
dirigente de la organización Venezolanos perseguidos
políticos en el exilio (Veppex).
Colina, un
exmilitar que fue acusado de colocar una bomba contra la embajada española en
Caracas en 2002, sostiene que entre 150 y 200
simpatizantes del chavismo se han asentado en los últimos meses en
Miami, una ciudad en la que es fácil invertir y pasar desapercibido.
MÁS
INFORMACIÓN
La
cara ‘boliburguesa’ de Miami
Venezolanos
en busca del Doral
Salir del
anonimato fue precisamente el error que cometió la exdiputada
chavista Iroshima Bravo, que hace poco más de un mes inauguró un centro
de belleza en Miami junto a otras socias. El exilio venezolano la identificó en
las fotos del evento e hizo una campaña de protestas contra el establecimiento,
que a los pocos días cerró. El centro lo abrió, además, en Doral, una ciudad
del condado de Miami-Dade que se ha convertido
en el corazón del exilio venezolano. “Es una afrenta porque se trata de una diputada que defendió
la revolución”, afirma Colina, que promovió las protestas contra
Bravo.
Este caso ha
llegado ya a manos de la fiscalía de Estados Unidos tras la denuncia que ha
presentado Ernesto Ackerman, presidente de la
organización Ciudadanos Venezolano-americanos independientes y líder del
grupo latino del Partido Republicano en el condado de Miami-Dade. “En Estados Unidos
se aplica la ley y queremos que se aclare de dónde vienen los fondos de sus
inversiones y qué tipo de visa tiene para entrar en Estados Unidos”,
afirma Ackerman.
Esta
organización está acumulando información de otras personas vinculadas al
chavismo que se han mudado a Miami para denunciarlas ante la justicia
estadounidense. “De boca para afuera, atacan a Estados Unidos y dicen que esto es el
imperio, pero ya tenemos al menos el caso de dos personas que han comprado
casas que han costado varios millones de dólares”, asegura Ackerman.
Colina
sostiene que los “boliburgueses”
están obteniendo la residencia en Estados Unidos con la visa de inversor y que
para ello están adquiriendo discotecas, restaurantes o
viviendas de lujo. “Por 500.000 dólares están comprando la residencia.
Es dinero de la corrupción y Estados Unidos no puede ser santuario de
corruptos”, asegura Colina.
En el punto
de mira del exilio está Maglio Ordóñez, alcalde del
municipio venezolano de Sotillo y que tiene una residencia de lujo en
Miami. Ordóñez jugó entre 1997 y 2012 en las grandes ligas de béisbol de
Estados Unidos, donde hizo una fortuna con contratos millonarios, y fue
reclutado en 2013 como candidato por el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Los exiliados sostienen que, en realidad, pasa más tiempo en Miami que en
Venezuela. El diario El Nuevo Herald ha
informado también de otro caso llamativo: Maikel Moreno, juez del Tribunal
Supremo de Venezuela y una de las piezas claves del chavismo en el poder
judicial, visitó Miami 32 veces entre 2012 y 2014. Los viajes de Moreno, un
expolicía que en 1987 fue detenido por el homicidio de un joven venezolano,
según el rotativo, cesaron cuando fue nombrado magistrado del Supremo.
El
aterrizaje de personas vinculadas al chavismo a EE UU se está produciendo pese
a que la Administración de Barack Obama endureció el año pasado su posición
ante el Gobierno de Maduro.
En virtud de
una norma aprobada en diciembre de 2014 (ley de Defensa de los Derechos Humanos y la Sociedad Civil de Venezuela), Obama
bloqueó en marzo del año pasado la entrada en EE UU de siete funcionarios
venezolanos y ordenó la congelación de
los activos que pudieran tener en territorio estadounidense. El Gobierno
americano está al día de la movilización del exilio, pero su margen de
actuación está limitado a las previsiones de esta ley, que fue impulsada por
Marco Rubio, el senador de Florida que aspiró a la nominación presidencial por
el Partido Republicano.
El principal
problema de los exiliados es descubrir, entre los miles de venezolanos que han
llegado en los últimos años a Estados Unidos, quiénes han sido piezas claves
del chavismo. En 2000, la oficina del censo de EE UU
tenía registrados 90.000 venezolanos como residentes el país. 10 años
después, esta cifra se había disparado hasta 215.000,
pero la realidad es que hay muchos más y muchos de ellos en situación
irregular.
A esta tarea
de búsqueda de chavistas en EE UU dedica el 80% de su tiempo Toby Roche, un investigador privado que fue agente de
los US Marshals y trabajó en el departamento de
inmigración. Roche, cuyos servicios son requeridos por miembros de la oposición
venezolana, estima que más de un centenar de personas vinculadas al chavismo
están residiendo en Miami. “Están llegando desde 2013, tras la muerte de Hugo
Chávez. Principalmente son banqueros, hombres de
negocios y oficiales del Gobierno, que a menudo utilizan testaferros
para sus inversiones. Además de Miami, muchos se están yendo a la República Dominicana”, afirma Roche.
LA
CLAVE DE LA DISCRECIÓN
La comunidad
de venezolanos en Miami ha crecido de forma exponencial en los últimos años. La
mayoría reside en Doral, una ciudad de mayoría hispana
que cuenta con un alcalde nacido en Venezuela, Luigi Boria. En Doral vive, por
ejemplo, José Colina, un personaje clave del exilio venezolano que aspira a
volver algún día a su país y que ha convertido la persecución de chavistas en
Miami en una causa. “Son discretos, no se mezclan con la comunidad venezolana,
solo entre ellos, pero cada día recibo llamadas y correos electrónicos de gente
que me avisa de su llegada”, afirma Colina.
El exilio
venezolano va a abrir una web, que tiene previsto denominar Desenchúfalo.com,
para que se puedan denunciar casos concretos “de forma anónima”, asegura
Colina. “La información que tengamos se la daremos al Departamento de Estados
Unidos para que investigue. La intención es hacer una base de datos de estos
señores y someterlos a escarnio”, añade el dirigente de Veppex.
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