Chile:
el país más adelantado de América latina tiene una granja legal de cultivo de marihuana que produce 1,5 toneladas, con la cual se puede hacer
fumar a todo Chile, En cambio en países mas atrasados como Perú o México el gobierno
de EEUU ordena que se queme su producción sin compensación económica alguna (los
mas corruptos son los primeros en escandalizarce pues viven de su prohibición).
En cambio La ley chilena no prohíbe el
cultivo o el consumo de marihuana.
Inicia
la cosecha de la mayor granja de marihuana en Latinoamérica
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/03/21/actualidad/1458595068_822950.html
Cerca de 1,5
toneladas son extraídas de una finca al sur de Chile para el uso medicinal
ROCÍO
MONTES
22 MAR 2016 - 00:44 CET
Ana
María Gazmuri, directora
de Fundación Daya, en la finca de marihuana SEBASTIÁN UTRERAS
La granja de
marihuana para uso medicinal más grande de América Latina, ubicada en el sur de
Chile, ha comenzado su período de cosecha. La Fundación Daya, promotora del
proyecto dedicado a fines medicinales, espera recolectar cerca de 1,5 toneladas
del cultivo hasta mediados de abril. “Si pensamos que
para hacer un pitillo se utiliza medio gramo, con esto se podrían hacer tres
millones de pitillos. Con uno cada seis personas, podría fumar todo Chile”,
bromea Pablo Meléndez, encargado de operaciones y responsable de supervisar
diariamente las 6.400 plantas que se cultivaron en noviembre pasado en este
campo de Quinamávida, a unos 320 kilómetros al sur de
la capital chilena. “Es una iniciativa inédita en la región”, señala Ana
María Gazmuri, directora de esta fundación encargada de investigar y promover
la utilización de la cannabis con objetivos terapéuticos. “A pesar de no tener
la regulación más avanzada, Chile está siendo pionero entre los países
latinoamericanos”.
No es fácil
llegar hasta la granja. Como no hay aeropuertos cerca, desde Santiago es
preferible viajar en coche unos 300 kilómetros al sur
hasta la ciudad de Linares. El camino se torna luego un laberinto y sin
indicaciones precisas y varias llamadas telefónicas a los anfitriones arribar
al destino resultaría casi imposible. El olor es intenso a varios metros de
distancia. Cuando se llega hasta la entrada de la finca, un camino de tierra
empinado y una garita de seguridad, donde un hombre pregunta los datos de los
visitantes para permitir el ingreso. Hasta entonces es posible observar el
paisaje: una hectárea de plantas de marihuana perfectamente ordenada a la
espera de la cosecha.
Los
beneficiarios son cerca de 4.000 pacientes con cáncer, epilepsia y víctimas de
dolores crónicos, como la artritis o esclerosis múltiple
En este
campo se cultivan 16 variedades que son
resguardadas con diversas medidas de seguridad para evitar robos: guardias las
24 horas, cerco eléctrico, un perro, cámaras de vídeo y conexión directa con
las dos oficinas policiales más importantes de esta zona agrícola. “En
cualquier caso, existe cierta conciencia social hacia las plantaciones
destinadas a los enfermos”, explica Gazmuri.
La Fundación Daya ha contratado temporalmente a cerca de
60 lugareños para trabajar en las labores de cosecha, que deben vestir un traje
especial y utilizar guantes de goma. Desde el pasado jueves, cortan las matas,
las limpian y las cuelgan en los techos de un galpón para esperar que se
sequen, lo que no debería tardar más de una semana. Cuando todo el cultivo esté
molido, el laboratorio médico Knop lo trasladará hasta sus oficinas, donde
comenzará el proceso de investigación clínica. “Será el primer fitofármaco
basado en cannabis hecho en Latinoamérica”, explica Nicolás Dormal, director de
planificación de la Fundación Daya.
Modelo
único en la región
Los
beneficiarios son cerca de 4.000 pacientes de los casi 20 municipios chilenos
que han aportado a la financiación del proyecto. Está dirigido a enfermos de cáncer, epilepsia refractaria y víctimas de
dolores crónicos, como la artritis o esclerosis múltiple.
CIENTOS
DE BENEFICIADOS GRACIAS AL AUTOCULTIVO
En Chile
solo está permitida la venta de fármacos que contengan aceite de semilla. Los
tratamientos elaborados en base a cannabis solo se consiguen en el mercado
negro, pero su calidad y origen es dudoso. Gracias a un decreto modificado a
fines de 2015, será posible la importación de estos productos.
La Fundación
Daya hace tres años formó una red médica para atender a enfermos que optan por
este tipo de terapias para enseñarles la forma de fabricar sus propios
medicamentos. Actualmente, cerca de 700 pacientes se tratan con cannabis
gracias al autocultivo. “A mí me cambió la vida”, dice Arturo, que a los 25
años le detectaron una enfermedad degenerativa que lo dejó en silla de ruedas.
Ahora es autovalente y en ocasiones puede andar 100 kilómetros en bicicleta.
Constantemente,
la fundación recibe visitas de diferentes países como Brasil y Argentina para
conocer la gestión de la finca y el cultivo. “También
han llegado de Australia y California y quedan realmente con la boca abierta”,
explica la directora ejecutiva. Gazmuri cree que esto "está arrancando en
América Latina”. “Colombia acaba de regular el
uso medicinal, Costa Rica está en sus primeros
intentos, Uruguay está comenzando recién con el
primer cultivo”.
Para llegar
a cosechar una hectárea de marihuana, la fundación tuvo que recorrer un difícil
camino ante las autoridades. Aunque la ley chilena no prohíbe el cultivo o el consumo y
castiga el tráfico, “estaba instalada la idea de que era imposible”. “Muchos
sectores conservadores de la sociedad chilena deben estar preguntándose cómo
logramos hacer este gol tan significativo”, reflexiona Gazmuri.
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