Inversionistas
aterrorizados ante la inminente gran recesión
mundial que se está gestando. Por Josep Borrell
ex presidente del parlamento europeo
¿Al
borde de una recesión mundial? Ex presidente del Parlamento Europeo
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/borde-una-recesion-mundial-4857490
JOSEP
BORRELL
Las dos
grandes variaciones son el fin del dinero barato de la Fed y el cambio de
modelo de crecimiento de China
DOMINGO,
31 DE ENERO DEL 2016 -
18:15 CET
Crece el
temor a una recesión mundial, que ahora se llama “estagnación secular”. La elite
globalizada reunida en Davos y los recientes informes del FMI y del Banco Mundial coinciden en ese temor, revisando a la baja sus previsiones de
crecimiento global.
Empujados por las bolsas
chinas, los mercados están cayendo en casi todo el mundo.
El
dólar sube,
El
petróleo y las demás materias primas industriales bajan, y
Las perspectivas de
los países emergentes empeoran.
En
Europa, la atención
política se ha desplazado al doble desafío del
terrorismo y de la crisis migratoria, pero seguimos sin resolver los
problemas de crecimiento y de empleo derivados de la crisis
del euro. Añádanle las nuevas tensiones geopolíticas regionales, como
las guerras en Oriente Próximo, el enfrentamiento entre Irán y Arabia Saudí y las tensiones en el Mar de la China para completar un
escenario nada propicio al crecimiento.
Cabría
añadir la contribución española, y catalana, a
esa inestabilidad política sino fuera porque somos demasiado pequeños para
influir decisivamente el escenario global.
Esta
vez son los países emergentes, los que están en el corazón de la tormenta.
Nota del autor del blog: bueno menos
mal que a Perú lo degradaran de Mercado emergente a mercado de Frontera a
mediados de junio , aunque claro, el dólar estará en 5 soles o 6
¿Pero qué ha pasado para producir esa
sensación de vértigo coyuntural que se añade al temor de una ralentización del
crecimiento de la productividad a largo plazo?
Básicamente,
el inicio del regreso a condiciones “normales” en dos de los grandes parámetros
que gobiernan la economía mundial :
la
política monetaria en EEUU y el crecimiento económico en China.
Después de
muchas dudas sobre la solidez del crecimiento económico, la Reserva Federal
(Fed) ha iniciado el fin de un largo periodo, 5 años, de tipos de interés en
mínimos históricos, cambiando estructura financiera mundial basada en dinero hiperbarato.
Una
circunstancia que ha sido aprovechada por las empresas de los países emergentes para aumentar
de forma espectacular su endeudamiento, al tiempo que perdían rentabilidad.
OBJETIVO
DEL PCCh
La segunda vuelta a lo normal es la
desaceleración del crecimiento en China. Oficialmente el 6,5 %, la tasa más
baja de los últimos 25 años, pero suficiente, si se mantiene hasta el 2020,
para conseguir el objetivo de duplicar la renta media del año 2010 y celebrar
así el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino. Pero es una previsión sometida a muchas
dudas sobre su realismo y sostenibilidad. No es tan fácil pasar de una
economía basada en la inversión y la exportación,
hacia otra más basada en el consumo interno y los
servicios.
El Estado
chino tiene grandes capacidades de acción política para relanzar o frenar la
actividad económica, pero sus dificultades para controlar las crisis bursátiles
de este principio de año muestran que no tiene ninguna varita mágica para
controlar un aterrizaje suave en el que se pierden dos o tres puntos de
crecimiento.
Pero el problema no
es China, o no solo China, sino el conjunto de los países emergentes, que
representan el 70 % del crecimiento mundial.
Según el FMI, el ritmo de crecimiento de su PIB se ha dividido por dos
en los últimos cinco años.
La
desaceleración simultánea en cuatro de los cinco BRICS
(Brasil, Rusia, China y Sudáfrica), que ya empezó en el 2015, va a
continuar este año.Solo la India mantendrá un crecimiento superior la 7 %.
Rusia y Brasil agravaran su recesión, en parte por culpa del petróleo y en
parte por la crisis política.
Sudáfrica podría ir un poco mejor, pero el
crecimiento será átono y con serios problemas de déficit publico y comercial.
El propio concepto de BRICS, inventado hace 15 años, parece ya superado por la
nueva realidad de la economía mundial.
El comercio
internacional, que se redujo en el en el primer semestre del 2015 por primera
vez desde el inicio de la crisis, refleja esas debilidades.
EEUU
puede haber llegado ya a su pico de crecimiento, y en la zona euro
parece consolidarse entorno al 1,7 %, gracias al euro
débil frente al dólar y la reducción de la factura energética. Pero ese crecimiento es insuficiente para
absorber los grandes niveles de paro que la crisis ha dejado como herencia en
la periferia de Europa.
Todo parece indicar que el crecimiento mundial
entra en un escenario estructuralmente mas débil que antes de la crisis.
Las políticas
monetarias ultra expansivas han generado un exceso
de liquidez y acelerado los riesgos asociados a los rápidos movimientos de
capital. Las desigualdades y las tendencias
deflacionistas han disminuido la demanda.
A pesar
de todas las innovaciones tecnológicas, no aparecen grandes incrementos de
productividad.
Globalmente, hay un exceso de
capacidad de producción.
Haría falta una política económica más
coordinadamente expansiva para evitar que las tensiones sociales no agraven ese
escenario económico. Pero el mundo
carece de instituciones de gobierno global que lo hagan posible
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