Mundo:
Para 2020 habrán nacido mas de 1,650,000 niños sin cerebro por el virus del Sika lo
que ocasionara perdidas relacionadas por gastos de salud por US$ 1,650,000,000 sin
considerar el desplome del turismo mundial como si el Estado islámico pusiera centenares
de bombas todos los días del año
¿Cómo llego a esta cifra?
Los autores dicen que en Brasil nacerán 100,000 niños sin cerebro y
del mapa del África
sub sahariana otros 100,000 pues creo allí hay una población similar a la de Brasil de
200 millones luego dice que toda la India ósea
6 veces más unos 600,000,
Indonesia y todo el sudeste asiático otros 100,000
Luego del otro mosquito de zonas templadas,
EEUU toda la costa este y central unos
200 millones de habitantes otros 100,000
infectados y toda China otros 600,000 y el sur de Europa Italia , Francia, Grecia , otros 50,000 ; en Alemania la temperatura subió a 42 grados centígrados en
Junio creo
La
familia de médicos que detectó el lazo entre el zika y la microcefalia
http://lat.wsj.com/articles/SB10421484055275154434404581513183889046092?tesla=y
Una pediatra
examina a un bebé de dos meses que presenta señales de microcefalia en Recife,
Brasil. PHOTO: DADO GALDIERI PARA THE WALL STREET JOURNAL
Por
Reed Johnson y ¿ud ve el mentalista por Tv ?
Rogerio
Jelmayer
Lunes,
1 de febrero de 2016
0:04 EDT
RECIFE,
Brasil—El pasado mes de
agosto, cuando empezaron ver recién nacidos con cráneos reducidos, las doctoras
Vanessa van der Linden Mota y su madre Ana van der
Linden quedaron desconcertadas. No tardaron mucho en entender que
estaban frente a un desastre de salud pública.
Las pequeñas
cabezas eran un signo clásico de microcefalia, una condición incurable asociada
con el desarrollo incompleto del cerebro, causado a su vez por trastornos cromosómicos o por el abuso de alcohol por parte
de la madre. En un año típico, dijeron estas neuropediatras brasileñas,
puede verse un caso de microcefalia cada dos meses. De repente, estaban viendo
decenas.
En octubre
alertaron a las autoridades de salud del estado de Pernambuco, donde residen,
de lo que creían era la causa más probable de estos casos: el zika, un virus
transmitido por mosquitos que está asolando Brasil y expandiéndose rápidamente
por todo el continente americano.
“En todos mis años de
experiencia, nunca había visto una epidemia de esta magnitud”, dijo Ana van
der Linden, de 75 años de edad, la matriarca de una familia de cinco
médicos.
La doctora
Ana van der Linden, de 75 años, y su hija Vanessa van der Linden Mota, de 46
años, en el consultorio donde trabajan en Recife, Brasil.
La doctora Ana van der Linden, de 75 años, y su hija Vanessa van der
Linden Mota, de 46 años, en el consultorio donde trabajan en Recife,
Brasil. PHOTO: DADO GALDIERI
El virus del
zika, descubierto en Uganda en 1947, fue tradicionalmente considerado
una plaga leve. Rara vez es fatal y hasta ahora no había sido asociado con
defectos de nacimiento, pero a la luz de las revelaciones de las doctoras van
der Linden, la comunidad médica internacional está comenzando a revisar su
opinión.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó para este lunes un comité de emergencia para decidir
si el brote del zika debe ser declarado emergencia
sanitaria internacional. La directora general de la organización,
Margaret Chan, dijo que el virus se está propagando “de forma explosiva”.
Los expertos
de los Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) y en centros
médicos universitarios, así como los jefes de los principales laboratorios de
investigación de Brasil, creen que la evidencia de una conexión entre el zika y
la microcefalia es fuerte. El ministro de Salud de Brasil, Marcelo Castro, dijo
tener “100% de certeza” de que existe una relación
entre ambos.
En 2014, año
en que se cree que el zika llegó a Brasil, el país registró 147 casos de microcefalia. Desde octubre se han reportado 4.180 casos sospechosos y la muerte
de 70 bebés.
Algunos de
esos casos han resultado no ser de microcefalia, muy pocos han sido
relacionados positivamente con el zika y la mayoría está todavía bajo
investigación.
El doctor Artur Timerman, presidente de la Sociedad de Dengue y Arbovirus de Brasil, dijo que para 2020 Brasil podría verse frente a 50.000 o 100.000 casos de microcefalia relacionada con el zika.
Para dar este pronóstico, Timerman tuvo en cuenta el índice de fertilidad de
las mujeres brasileñas y la expansión de enfermedades similares, como la
rubeola.
“No creo que
se estén exagerando los casos de microcefalia”, dijo. “Los datos en Brasil sobre este
tema siguen siendo precarios, pero sospecho que están siendo más bien
subestimados que sobreestimados”.
En EE.UU.,
según los CDC, la microcefalia afecta a entre dos y 12 bebés por cada 10.000
nacimientos vivos. Si las predicciones de Timerman se confirman, Brasil pasaría
a tener entre 45 y 60 casos por cada 10.000 nacimientos.
Al margen de
estos casos, Brasil sufre la peor crisis de salud pública desde la epidemia de
fiebre amarilla de principios del siglo 20. El país está luchando para contener
una epidemia en aumento no sólo del zika sino de dos virus similares,
diseminados por el mosquito Aedes aegypti: el dengue y
la chikungunya. El año pasado, el país sudamericano registró un número
récord de 1,6 millones casos de dengue.
Los van der
Linden, descendientes de inmigrantes holandeses y alemanes asentados en el
empobrecido noreste de Brasil, son una familia de cinco médicos que incluyó a Hélio van der Linden, un neurocirujano ya fallecido.
Su viuda,
Ana van der Linden, y su hija Vanessa, de 46 años, han trabajado como
neuropediatras en diferentes hospitales públicos de Recife, la capital del
estado de Pernambuco.
A pesar de
la antigua grandeza de su centro histórico (declarado patrimonio de la
humanidad por la UNESCO) y de un flamante estadio de fútbol construido a un
costo de US$226 millones para el Mundial de fútbol de 2014, la quinta ciudad
más grande de Brasil tiene graves problemas de infraestructura. Debido a la
falta de agua potable confiable, los más pobres se han visto obligados a
acumular reservas en cisternas improvisadas, piscinas y otros recipientes que
resultan ser un caldo de cultivo de mosquitos. Para la mayoría, el repelente de insectos es un lujo.
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Al mismo
tiempo que su madre y su hermana estaban tratando la ola de casos de bebés
enfermos en esta ciudad, Hélio van der Linden Jr., un
neuropediatra de 42 años, descubría un caso de microcefalia en Goâinia,
capital del estado de Goiás. Poco después, este fue confirmado como el primer caso
sospechoso de microcefalia relacionada con el zika en Goiânia.
“El diálogo
con mi hermana y mi madre fue muy importante en todo este proceso”, dijo el
médico, cuya otra hermana, Ivana, es una endocrinóloga pediátrica en la misma
ciudad.
El zika es
un virus difícil de estudiar. Cuatro de cada cinco personas que están infectadas no
presentan síntomas, y en la mayoría que presenta síntomas la enfermedad es muy
suave.
Según la OMS, al menos 22 países de América Latina y el Caribe
han registrado casos del virus, pero el único en el que se ha reportado su
relación con la microcefalia es Brasil.
Expertos en
enfermedades transmitidas por mosquitos dicen que la microcefalia puede haber
no sido relacionada con el zika en brotes anteriores debido que no fueron lo
suficientemente amplios, pero a la luz de lo acontecido en Brasil se están
revisando situaciones anteriores. Estudiando un brote del zika ocurrido en la Polinesia Francesa en 2013 y 2014, se halló un aumento
en los casos de microcefalia en la zona donde se produjo, dijo Lyle Petersen,
director de la división de enfermedades trasmitidas por vectores de los CDC.
Las
consecuencias de la microcefalia son graves. Los recién nacidos que sobreviven
pueden experimentar secuelas trágicas durante años o
décadas, desde crisis epilépticas y habilidades motoras disfuncionales a
otras enfermedades que requieren medicamentos y terapias demasiado caras para
las familias predominantemente pobres que la padecen en Brasil.
En ese país,
aproximadamente un tercio de los casos de microcefalia relacionada con el zika
han tenido lugar en el estado de Pernambuco. Las mujeres provenientes de
ciudades pequeñas cercanas deben viajar horas a la capital de Recife para ser
atendidas.
El brote del
zika llega en un momento débil para el sistema de salud pública brasileño. Con
el país sumido en una recesión, los fondos para la investigación médica se han
reducido, dicen investigadores y directores de laboratorio.
Según van
der Linden Mota, en todo el estado de Pernambuco hay unos 15 neuropediatras; alrededor de 10 de ellos estarían
en Recife. Muchos de los hospitales públicos del estado padecen además falta de
fondos y personal especializado.
—Betsy McKay en Atlanta contribuyó a este artículo.