domingo, 8 de junio de 2014

Neymar y el extraordinario peso de la Copa del Mundo en Brasil como la reelección de Dilma Rousseff o el desplome del Partido de los trabajadores. del WSJ

Neymar y el extraordinario peso de la Copa del Mundo en Brasil como la reelección de Dilma Rousseff o el desplome del Partido de los trabajadores.

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Por Jason Gay WSJ. Magazine

June 6, 2014 12:02 a.m. ET




Fotografía por Alasdair McLellan para WSJ. Magazine, estilo por Max Permain y producción por Akki
Pelé llegó tarde, muy tarde, pero ya está aquí, en la tienda de Apple en el barrio de SoHo en Nueva York, en una noche cálida de primavera. El legendario futbolista brasileño ya cumplió 73 años pero todavía está en forma, o al menos casi en forma, mientras se abre paso luciendo un elegante traje gris y suéter de cuello alto, con un crucifijo de oro que le cuelga en medio del pecho. En los años 70, cuando Pelé estaba escribiendo el epílogo de su brillante carrera como jugador en el Cosmos de Nueva York, conoció muy bien la pista de baile de Studio 54, la popular discoteca de la ciudad. Puede que Pelé ya no compita en fútbol, pero parece listo para Studio 54.

Está en la tienda de Apple para hablar sobre su nueva aplicación (por supuesto), llamada King of Football (por supuesto), pero los fanáticos del futebol llegaron aquí porque quieren escuchar a O Rei hablar sobre su carrera y lo que piensa del fútbol actual. Quieren conocer sus opiniones sobre Lionel Messi, de Barcelona, y Cristiano Ronaldo, del Real Madrid. Quieren oír lo que dirá sobre la Copa del Mundo que se jugará en Brasil por primera vez en 64 años. Y debido a quién es y su procedencia, la conversación inevitablemente tocará otro nombre: Neymar.

Neymar da Silva Santos Júnior, el príncipe del fútbol brasileño y uno de los jugadores más electrizantes y creativos de la actualidad, brilló en el ex club de Pelé, Santos, y acaba de concluir su primera temporada en el Barcelona. Ser comparados con Pelé es un gaje del oficio de los goleadores estrella de Brasil. El rey es un estándar de excelencia que parece inalcanzable y hace que muchas promesas se arruguen. El propio Neymar es lo suficientemente inteligente como para no meterse en el tema.
"Para mí es un placer ser comparado con un gran jugador como Pelé",
dice. "Pero él es el Rey del Fútbol. Yo soy apenas un chico que quiere jugar al fútbol".

Ojalá fuera tan sencillo. Este mes, Neymar tendrá la oportunidad que ni siquiera el Rey tuvo: liderar a Brasil en una Copa del Mundo en casa. Se trata de una plataforma de lanzamiento casi cómica en su exuberancia y expectativa, una oportunidad emocionante que Neymar tiene para llenar de gloria a su país y elevarse a sí mismo de fenómeno a leyenda del fútbol. Como para resaltar lo que está en juego, Neymar ha recibido la camiseta número 10, la misma que llevó Pelé. La presión sobre la selección anfitriona es casi insoportablen y gran parte recaerá sobre los delgados hombros de este dinámico delantero que estira sus medias hasta cubrir sus rodillas.


Associated Press


Aquí en Nueva York, le hago a Pelé la pregunta del momento: ¿está Neymar listo para la gigantesca tarea de liderar a Brasil en Brasil? El Rey hace una pausa. Empieza recordando su propia experiencia en su primer Mundial, en 1958 en Suecia, cuando tenía apenas 17 años.
En esa entonces, Brasil aún no había ganado el campeonato (luego ganaría cinco) y Pelé (quien obtendría tres de ellos) no era un nombre famoso; era sólo un joven en una alineación. "No tuvimos esta presión", cuenta Pelé. "No fue mi responsabilidad ganar la Copa del Mundo".

Es diferente para Neymar, dice el Rey, pues le han asignado esta responsabilidad. Le piden que gane la copa para Brasil en Brasil. Es un pedido serio, sin duda injusto. Pero se le pide porque así es el fútbol.

Estados Unidos lo entiende a medias. El país ha dejado de ser desde hace mucho un lugar completamente aislado —partidos internacionales abundan en Internet y en la televisión en vivo, la Major League Soccer ofrece una saludable alternativa nacional y la camiseta 10 de Messi es fácil de ver en las canchas de fútbol juvenil— pero a veces es como si no pudiéramos comprender lo grande que es el deporte en el resto del planeta.

Los estadounidenses tenemos nuestros propios ídolos del deporte: LeBron James y Peyton Manning, Derek Jeter y Serena Williams, quienes son famosos y fabulosamente ricos.
Pero el fútbol internacional es una especie diferente, que abarca siete continentes. Ninguna Kardashian le llega a los tobillos a David Beckham o Messi o Ronaldo. "Es realmente difícil exagerar lo famosos que son los jugadores de fútbol más famosos a una escala global", dice George Quraishi, coeditor de la revista estadounidense de fútbol Howler.

Esta atención alcanza extremos absurdos en la Copa del Mundo, una obsesión mundial ferviente, tribal, maníaca que dura un mes y se repite cada cuatro años. "Si uno piensa en la historia humana, cuántas experiencias compartidas verdaderamente grandes tenemos —tal vez retrocediendo hasta cuando se extinguieron los dinosaurios— me resulta difícil pensar en un evento que atraiga más la atención de la gente", dice Quraishi, y está siendo sólo ligeramente hiperbólico. En 2010, la final del Mundial entre España y Holanda fue vista por aproximadamente 700 millones de televidentes, lo que hace que el Super Bowl parezca una noche de aficionados en una cafetería.

Si Neymar siente la presión de lo que enfrentará en el Mundial, aún no lo revela en público. "Sufrimos presión en todas las cosas que hacemos", dice en una entrevista realizada por e-mail. "Es normal en la vida, pero si eres un deportista, esta presión es mayor porque eres un ejemplo para muchas personas. Sufro presión desde que decidí ser jugador, pero es un placer para mí jugar un Mundial en mi país con mi gente".



Neymar saluda a Pelé durante la celebración del centenario del Santos, en 2012.


Esta actitud alegre es Neymar por excelencia: optimista, travieso, sincero. No es para nada un desconocido, pero su fama parece estar en su primera etapa, resplandeciente y fresca. Tiene 10,7 millones de seguidores en Twitter TWTR -1.65%  y más de 5,2 millones en Instagram, donde constantemente publica selfies irreverentes y retratos de su vida futbolística. Su presencia digital también hace fácil seguir la evolución de su cabello, que ha ido de corte de estilo mohicano teñido de rubio a su actual estilo reservado. (Internet está lleno de clases sobre "Cómo cortarte el pelo como Neymar".) El jugador describe su estilo de vestir como cómodo. "Me gusta usar pantalones cortos de tenis, camisetas, gorras", dice. "Pero depende de la ocasión. En momentos especiales me gusta un traje y una corbata".

Roger Bennett, quien cubre fútbol para ESPN, describe a Neymar como "un futbolista para la era de YouTube" y sostiene que su talento futbolístico fue "hecho para cortos digitales". Neymar inició su carrera profesional con Santos a los 17 años y Bennett cree que su reputación mundial creció principalmente a través de videos cortos, perfectos para ser difundidos en medios sociales. (Un video clásico de Neymar en YouTube lo muestra marcando un gol, poniéndose una máscara de él mismo que tenía un aficionado y celebrando).

Lejos de las canchas europeas, empezó a formarse una aureola de misterio en torno a su talento elegante y etéreo. "No lo veíamos semana a semana", explica Bennett. "Veíamos clips en YouTube de él deslizándose como una anguila entre defensores".

La capacidad de eludir jugadores mientras gambetea es el sello de Neymar. Steve Nash, dos veces elegido como el jugador más valioso de la NBA y un conocido fanático del fútbol (y propietario minoritario del equipo de la liga de fútbol Vancouver) describe el movimiento de Neymar como "de otro planeta. Una fluidez sin paralelos combinada con velocidad y creatividad lo hacen uno de los deportistas más fascinantes que hay, punto".

Neymar, quien creció idolatrando a su predecesor en el Santos, Robinho, y la estrella de tenis Gustavo Kuerten, dice que los brasileños juegan con alegría, con emoción. "Nosotros tenemos una expresión: com o coração na ponta da chuteira", con el corazón en la punta del botín. Su convincente actuación en la Copa Confederaciones 2013 en Brasil —el país anfitrión ganó el título y Neymar fue nombrado como el mejor jugador del torneo— impulsó el vínculo emocional de los brasileños con el jugador. El año pasado también tuvo lugar su transferencia al Barcelona, por 57 millones de euros (unos US$78,8 millones), una cifra que aún está en duda y ha generado polémica, con Santos diciendo que recibió sólo una fracción del monto y con el padre de Neymar, Neymar da Silva Sr., bajo asedio por quedarse con una comisión sustancial. La transición de Neymar en el Barcelona sigue en marcha, conforme trata de integrarse a un club con muchos jugadores que han practicado juntos desde la adolescencia y que ya tiene una superestrella dominante, Messi. "Es como pasar de ser un niño estrella a un adulto estrella", dice Bennett, quien lo asemeja a Justin Bieber intentando convertirse en Justin Timberlake.

A medida que la prominencia de Neymar continua expandiéndose, el Mundial podría ser transformativo. Brasil ha ganado cinco Copas, más que cualquier país, pero no desde 2002. Este será el primer Mundial de Neymar. Los brasileños hicieron una petición para que integrara el plantel en 2010 en Sudáfrica, pero el técnico consideró que el jugador de 18 años no tenía suficiente experiencia y lo dejó por fuera. En la actualidad, Neymar aparece en un comercial de Nike NKE +0.47%  junto con Ronaldo y Wayne Rooney. Titulado "Arriesga todo", el anuncio muestra a Neymar en un autobús rodeado de hinchas brasileños. Un locutor de radio dice: "La pregunta es: ¿puede Neymar llegar a la altura de una leyenda número 10?". El jugador ha estado con Nike desde 2007 —la empresa de indumentaria deportiva lo contrató desde los 15 años— y ahora tiene vínculos con 19 marcas más, incluyendo Volkswagen, VOW3.XE +0.64%  Panasonic y Red Bull. "Simplemente es uno de los jóvenes talentos más fascinantes", afirma Dermott Cleary, vicepresidente y gerente general de fútbol de Nike.

Todavía es joven. Dadas todas las cosas que enfrenta Neymar, es esencial recordar esto. Aún es lo suficientemente joven para tener malos días y semanas y cometer errores (Pelé lo ha criticado por su tendencia a zambullirse demasiado en la cancha). Le gusta jugar a las cartas y videojuegos y pasar tiempo con sus amigos. Su grupo de música preferido es la banda de samba Grupo Revelação.
Su película favorita es En busca de la felicidad, una cinta de 2006 en la que Will Smith interpreta a un vendedor que supera la indigencia. Hasta principios de este año tenía una novia, la actriz y modelo brasileña Bruna Marquezine. También tiene un hijo de 2 años de una relación previa.


Le queda mucho tiempo por delante en su carrera. Neymar puede darse el lujo de ser paciente. ¿Lo puede ser el fútbol? Su ambición más cercana es la Copa del Mundo, y debería tener otras opciones después de Brasil, pero la oportunidad frente él es irresistible, pese a que lo que está en juego llega a un nivel casi absurdo. El técnico de Brasil, Luiz Felipe Scolari, acusó hace poco a los medios españoles que cubren al Barcelona de tratar de perturbar a Neymar en la antesala del Mundial, con el fin de beneficiar a España, el campeón defensor. Esta es la escala del deporte que ha elegido. "El fútbol está en el alma del pueblo brasileño", dice el jugador. En este Mundial, Neymar espera encontrar su propio lugar en esa alma.

Nota del autor del blog: digamos si Brasil es eliminado, hasta podría haber golpe de estado o insurrecciones en Brasil, mire nomas las noticias  pre mundialistas, en ese caso el Bovespa se desplomaría.

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