miércoles, 26 de junio de 2013

Funcionario de Morgan Stanley investment recomienda privatizar todas las empresas estatales de países emergentes y gestionar ellos sus activos pues creo son la empresa mas grande de su tipo en el mundo.del WSJ

 Funcionario de Morgan Stanley investment recomienda privatizar todas las empresas estatales de países emergentes y gestionar ellos sus activos pues creo son la empresa mas grande de su tipo en el mundo.

Nota del autor del blog: pero cuando ocurrió la crisis en EEUU las fabricas como las automotrices estaban en la quiebra como General Motors, y casi todos los bancos grandes y el estado norteamericano los rescato a casi todos excepto a Bearn stearn. y Lehman Brothers.
Ademas el autor de este articulo es de Morgan stanley el cual fue rescatado en 2007 por ... por empresas estatales chinas que le dieron 5,000 millones de dolares.En 2008 Morgan stanley  vuelve a ser rescatado por el banco de Japón Mitsubishi por 9000 millones de dolares  ademas La FED lo rescata por 107,000 millones de dolares.
 Por otro lado  Chile, el país mas adelantado de Sudamérica con su empresa de cobre Codelco esta en manos del estado y se ha beneficiado tremendamente con el cobre desde que fue estatizado por el presidente  Allende.en 1971 creo.

 a parte que MSI tienen una sumatoria de multas, juicios y fraudes.


SPANISH June 26, 2013, 5:51 p.m. ET

Para recuperar el brío, los mercados emergentes deben retomar las privatizaciones.

http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323419604578570012129713262.html?mod=WSJS_inicio_MiddleTop

Por RUCHIR SHARMA

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Chad Crowe
Las economías emergentes han perdido en torno a US$2 billones (millones de millones) de valor bursátil desde el inicio de la crisis global financiera a finales de 2007.
 La culpa absoluta de este descalabro les corresponde a sus empresas estatales, que representan un tercio de la capitalización de mercado de estos países, que ronda los US$9 billones.

En los últimos cinco años, el valor de las empresas del sector privado en las economías emergentes —incluyendo Brasil, Rusia, India y China, al igual que México, Indonesia y Turquía— ha permanecido generalmente estable. Al mismo tiempo, el valor de las empresas estatales (es decir, compañías en las que el gobierno tiene una participación de al menos 30%) ha caído más de 40%.
Hoy, solo una empresa estatal (PetroChina 601857.SH +0.41% ) figura entre las 10 compañías más valiosas del mundo, desde cinco en 2008.


Estas pérdidas sugieren que los mercados globales nunca creyeron mucho la opinión generalizada que imperó en los años post-crisis financiera en que las portadas de las revistas pregonaron "El Ascenso del Capitalismo Estatal" y los libros pronosticaban "El Fin del Libre Mercado". La mayoría de estos pronósticos comenzaron con China, que respondió a la crisis financiera al impulsar a los bancos estales a prestar a industrias prioritarias a tasas bajas. Beijing también instruyó a las firmas estatales a que prestaran e invirtieran agresivamente, y a expandir el control estatal de las empresas.

Nota del autor del blog: pero cuando ocurrió la crisis en EEUU las fabricas como las automotrices estaban en la quiebra como General Motors, y casi todos los bancos grandes y el estado norteamericano los rescato a casi todos excepto a Bearn st

Cuando China salió relativamente ilesa de la recesión global, muchos gobiernos de mercados emergentes, desde Rusia a Brasil, trataron de seguir el ejemplo y muchos siguen promoviendo el capitalismo de Estado.

Podrían ser obligados a reconsiderar. Los inversionistas han estado votando con su dinero y saliendo de estos mercados. Pero no sólo han caído los precios de las acciones. Las menores ganancias de las empresas estatales se traducen en menos dinero para las arcas fiscales y menor crecimiento de productividad para la economía en general.

A mediados de los años 2000, una ola de liquidez estaba saliendo de EE.UU. y Europa, y los inversionistas comenzaron a hacer apuestas que subieron los precios bursátiles en forma indiscriminada de empresas en los mercados emergentes, tanto privadas como estatales. Los inversionistas apostaron a que la creciente demanda de China seguiría apuntalando los precios de los commodities industriales y colocaron su dinero en cualquier empresa relacionada con la energía o las materias primas, sectores a menudo controlados por el gobierno en los mercados emergentes.

Todo esto cambió después de la crisis. Los inversionistas se volvieron a concentrar en la rentabilidad y, una vez más, han vuelto a considerar a las empresas estatales como gigantes lentos, propensos a invertir y construir en exceso. Según nuestros estudios en Morgan Stanley Investment Management, los inversionistas ahora. valoran a las empresas estatales a la mitad del precio de las firmas privadas en la misma industria, desde la banca a las telecomunicaciones

A nivel mundial, los inversionistas también están trasladando su dinero desde los commodities a la tecnología. Esto ayuda a explicar porqué Estados Unidos —un centro de la innovación tecnológica— ahora alberga a nueve de las 10 empresas más valiosas en el mundo. Mientras tanto, las compañías estatales de los países emergentes están quedando rezagadas. La innovación tecnológica nunca ha sido una fortaleza de los burócratas.

Hasta hace algunos años, numerosos gobiernos en el mundo emergente también consideraban a las empresas estatales como gigantes lentos, que arrastraban sus economías.

En los años 90, muchos comenzaron a privatizar sus empresas estatales, con la esperanza de que la propiedad privada elevaría la rentabilidad y productividad nacional. A menudo funcionó. La reforma de las empresas de propiedad del Estado ayudó a sostener el "milagro económico" chino. El gobierno despidió a millones de trabajadores ineficientes e incorporó a equipos más profesionales para ayudar a gestionar algunas de sus empresas más grandes.

En década siguiente, sin embargo, la popularidad de privatización se había disipado, desacreditada por intentos fallidos en países como Rusia, en dónde la venta de empresas estatales se convirtió en una liquidación de valiosos activos estatales que terminaron en manos de los oligarcas. Por otra parte, el auge de los mercados emergentes hizo que el crecimiento pareciera fácil, tanto para las empresas estatales como para las privadas.

Ahora que los capitales están saliendo de sus economías, las naciones emergentes necesitan retomar el camino de las reformas, incluyendo las privatizaciones y una menor injerencia del gobierno en la economía.

En los últimos años, la rentabilidad de las empresas estatales ha estado descendiendo, y ahora el crecimiento de los ingresos está bajando rápidamente. Llama la atención que China parece ser uno de los primeros países en reconocer la necesidad de un cambio.

Desde que asumió el poder en marzo, el premier chino Li Keqiang ha estado hablando sobre la necesidad de una revolución "autoimpuesta" para reducir el poder del gobierno y promover "mecanismos del mercado" para el crecimiento. Muchos comentaristas en Occidente se siguen maravillando sobre cómo China pareció esquivar la recesión global al implementar un enorme programa de estimulo de medio billón de dólares en 2009. En China, sin embargo, la perspectiva que parece prevalecer en este momento es que los fondos fueron mal asignados a proyectos derrochadores como plantas de acero y aluminio que no se necesitaban. La agencia estatal de noticias Xinhua incluso ha publicado editoriales sobre cómo un nuevo estímulo sería contraproducente.

Es evidente que las autoridades chinas reconocen que las empresas estatales no lograron hacer un uso productivo del brusco aumento del crédito bancario orquestado por el gobierno después de 2009. En efecto, según la investigación de mi firma, desde entonces el retorno sobre el capital de esas empresas ha caído desde 10% a menos de 6%.

Para recuperar el brío, los gobiernos de los mercados emergentes harían bien en reducir el rol del Estado y colocar una mayor parte de sus empresas en manos privadas. De otra manera, estas compañías seguirán destruyendo riqueza y socavando las perspectivas de crecimiento económico de estos países.


Sharma es jefe de mercados emergentes de Morgan Stanley Investment Management y autor de "Breakout Nations: In Pursuit of the Next Economic Miracles" (Norton, 2012). En español, "Países emergentes: en busca del milagro económico" (Aguilar, 2013).

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