Ucrania retira tropas de Kursk para reforzar la defensa de Pokrovsk, asediada por el Ejército ruso
El Kremlin ha ordenado el reclutamiento de 160.000 nuevos soldados, la mayor cifra desde 2011

Rusia ha incrementado la intensidad de sus ataques en el este de Ucrania, especialmente en la ciudad de Pokrovsk. Los analistas y funcionarios ucranianos consideran esta movimiento una fase previa a una gran ofensiva destinada a mejorar su posición en las negociaciones de alto el fuego. Sin embargo, a pesar de la escalada militar, las fuerzas rusas han visto disminuir el territorio capturado, mientras que Ucrania ha logrado avances graduales en algunos frentes.
Según el grupo de mapeo DeepState, la ofensiva rusa en dirección a Pokrovsk ha alcanzado niveles de intensidad similares a los de finales de 2024, cuando las defensas ucranianas colapsaron en algunos puntos. Aproximadamente un tercio de los más de 200 enfrentamientos registrados en la última jornada tuvieron lugar en esta ciudad, un nodo logístico clave para las fuerzas ucranianas en la región, informa The WarZone.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, advirtió recientemente que Rusia planea un nuevo avance en una línea de frente de aproximadamente 1.000 kilómetros, con ataques dirigidos a las regiones de Sumy, Jarkov y Zaporiyia. "Están alargando las negociaciones e intentando arrastrar a Estados Unidos a discusiones interminables para ganar tiempo y apoderarse de más territorio", afirmó Zelenski
En paralelo, Moscú ha comenzado a trasladar decenas de miles de tropas desde Kursk, donde la presencia ucraniana es limitada. Según la agencia rusa RIA Novosti, Ucrania ha retirado brigadas de la zona para reforzar la defensa de Pokrovsk y recuperar territorios estratégicos como Selidovo y Kurakhovo. Además, el Kremlin ha ordenado el reclutamiento de 160.000 nuevos soldados, la mayor cifra desde 2011, como parte de un esfuerzo por aumentar el tamaño total de su ejército.
Mientras tanto, la resistencia ucraniana se apoya en drones y tácticas de guerra urbana para frenar los avances rusos. Según los mandos militares ucranianos, los ataques constantes con drones han limitado la operatividad de los blindados rusos, obligando a sus tropas a avanzar en motocicletas o a pie, en lo que han calificado como "olas de carne".
A nivel internacional, los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un cese del fuego han encontrado obstáculos. El expresidente estadounidense Donald Trump ha intentado mediar un alto el fuego de 30 días como primer paso hacia un acuerdo de paz, pero el Kremlin ha rechazado la propuesta. Además, las tensiones entre Kiev y Washington han aumentado por la renegociación de un acuerdo sobre recursos minerales. Ucrania ha mostrado reservas respecto a los términos que otorgarían a EEUU un acceso ampliado a sus minerales estratégicos a cambio de apoyo financiero.
Por otro lado, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, llegó a Kiev con un paquete adicional de ayuda humanitaria de 130 millones de euros, mientras que el Secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, se reunirá con líderes de la OTAN en Bruselas para abordar estrategias de seguridad y el conflicto en Ucrania.
Los combates continúan sin señales de un inminente alto el fuego. El Instituto para el Estudio de la Guerra señala que los avances rusos se han ralentizado en los últimos meses, pero las operaciones ofensivas siguen activas en Donetsk, Luhansk y Zaporiyia. En el Mar Negro, Rusia ha incumplido los términos de un alto el fuego parcial al atacar infraestructuras energéticas ucranianas, afectando a miles de civiles en la región de Jersón.
Ante este panorama, la guerra en Ucrania parece encaminada a una prolongación del conflicto durante gran parte de 2025, con una ofensiva rusa en ciernes y con Ucrania buscando refuerzos internacionales para mantener su defensa. La comunidad internacional sigue dividida entre la vía diplomática y el apoyo militar a Kiev, mientras las tropas en el frente continúan librando una guerra de desgaste que, por el momento, no muestra un claro vencedor.