EEUU levanta bandera blanca ante Yemen: No podemos derrotarlos solos
EE.UU. ha admitido oficialmente su fracaso en proteger los intereses de Israel ante los ataques yemeníes, expresando su temor por el poder disuasivo de Yemen.
El vicealmirante Charles Bradford Cooper, subcomandante del Comando Central de Estados Unidos (Centcom, por sus siglas en inglés), en declaraciones a la página web Al-Monitor, reconoció que los ataques aéreos estadounidenses y británicos no han logrado apartar al Ejército de Yemen de sus ataques propalestinos en el mar Rojo.
Confirmó la incapacidad de Estados Unidos para detener las operaciones yemeníes y expresó esperanza de que la diplomacia y la presión internacional persuadieran a las autoridades del país árabe a detener sus operaciones en el mar Rojo.
“Estados Unidos no puede afrontar solo este desafío militar en el mar Rojo”, afirmó.
La confesión estadounidense se produce en medio de los informes sobre el hundimiento del enorme barco británico M/V Rubymar en aguas del mar Rojo tras recibir el impacto de misiles de Yemen el 18 de febrero.
¿El mar Rojo luce vacío?
Entretanto, Yemen ha negado los rumores y la propaganda intimidante europea-estadounidense de que sus operaciones han paralizado la navegación internacional en los mares Rojo y Arábigo, y ha asegurado que no existe ninguna amenaza para las embarcaciones que naveguen por esas aguas, excepto para las de Israel y las vinculadas a este régimen.
Asimismo, ha desestimado las acusaciones israelíes de que los ataques yemeníes habían apuntado a cables de comunicaciones submarinos en el mar Rojo, y ha expresado su compromiso de garantizar la seguridad de todos los cables de comunicación y sus servicios.
Desde enero, las fuerzas yemeníes, en apoyo de los palestinos y con el fin de presionar a las autoridades sionistas, han emprendido una serie de operaciones en el mar Rojo contra las embarcaciones israelíes o buques con destino a puertos del régimen sionista en los territorios ocupados palestinos. Han sumado a sus operaciones de represalia, los objetivos de Estados Unidos y el Reino Unido, tras los ataques de estos dos países occidentales que atentan la soberanía de Yemen.
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