martes, 16 de agosto de 2022

China puede ver a los aviones de combate de EEUU con sus radares , pero los aviones chinos son invisibles en los radares de EEUU

 



De acuerdo al Diario del #Ejército Popular de Liberación, el piloto Yang Chunlei voló en julio un avión furtivo de combate J-20 con capacidad para identificar aviones militares extranjeros que ingresaron a la Zona de Identificación de Defensa Aérea del Mar Oriental de #China.

Esta es la primera vez que fuentes oficiales confirman que se empleó un J-20 para identificar aviones militares extranjeros en el Mar Oriental de China.
Esta información pone de relieve que el J-20 es totalmente capaz de buscar e identificar los aviones extranjeros furtivos de combate. El J-20, caza furtivo chino de quinta generación, ha demostrado un excelente rendimiento. Con su presencia, China fortalece aún más sus capacidades defensivas integrales.
El J-20 está equipado con un radar de matriz en fase activo aerotransportado que tiene un mayor rango de detección, un sistema de puntería fotoeléctrica y un sistema de apertura distribuida fotoeléctrica. Ambos sistemas son capaces de identificar aviones militares extranjeros, y combinados, mejoran sus respectivas capacidades.
A medida que el J-20 ha logrado un gran avance en la identificación de aviones extranjeros furtivos de combate, podrá ser más capaz de hacerle frente a los movimientos desafiantes de los cazas furtivos como el F-22 y el F-35, estacionados en Japón y República de Corea.
Además, en los ejercicios militares del EPL alrededor de la región china de Taiwán, los radares de la isla no detectaron la ruta del J-20. Eso significa que la capacidad de sigilo del J-20 ha superado su prueba de campo.
En caso de que estalle algún conflicto militar, existe una alta posibilidad de que el ejército chino derrote a los cazas furtivos del enemigo. Dentro de este escenario, el J-20 será un punto clave para la victoria.
De cara al futuro, el J-20 seguirá mejorando la capacidad del EPL para defender la soberanía de la nación, y planteará una mayor disuasión a los secesionistas de Taiwán y sus jefes extranjeros que sueñan con intervenir en los asuntos internos de China.

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